(Advertencia: es un capitulo con escenas ligeras de violencia y uso de palabras ofensivas)
-¿Qué mierda es esto?- Yunho giro la cabeza en dirección a ambos, HyukJae y Kim HeeChul. –Alguno puede explicarme.
Mucho antes de que sus labios volvieran a estar bajo las ordenes de su cerebro, el castaño hablo por él para todos, para el público que seguía sorprendido y entretenido con la película de imágenes que se reproducían.
-¡Esto, es lo que yo llamo una prueba de la obsesión de Lee HyukJae y su irremediable locura!- exclamo, señalando con un gesto despectivo en su dirección. –Este chico ha estado espiando ¡A un hombre!
Los murmullos comenzaron a hacerse, era como el sonido que producía la lluvia cayendo sobre el suelo con mucho peso. Entre el palabrerío, Hyuk alcanzó a escucho cosas como: "¿Es un jodido gay?" "Que enfermo" "¿Cómo ha podido hacer eso? Son muchas fotos" "¿Tendrá algún problema?" y fuera de todas aquellas interrogantes, insultos indignantes, miradas de horror y asco.... Pero aquello estaba muy en el fondo, incluso sus ojos ahora acuosos no podían ver a los que lo señalaban bajo la cortina nublada, su garganta se sentía tan seca y sabía que su piel naturalmente blanca estaba tornándose casi transparente.
HeeChul continuo, callándolos a todos. -¡Lee Donghae, has sido el blanco de Jae durante mucho tiempo!- el aludido salió de su trance y miro a quien le hablaba aturdido. -¡Ha sido muy bueno ocultándose, NADIE LO IMAGINO! Deberías cuidarte de alguien asi de peligroso ¿no crees que puede ser capaz de todo?
-¡YA BASTA!- Yunho subía hasta las gradas sin romper contacto visual con aquel malicioso castaño. -¡Esta no es una conferencia, has tus malditas cosas y deja a los demás tranquilos!
-¿Estas defendiendo al acosador de tu amigo? Vaya, eso es nuevo- HeeChul reía aplaudiendo falsamente, y se dejó caer sentado colocándose en una pose despreocupada, sin dejar de ser elegante. –Un niño no pude callarme, y lo que hago es simplemente una ayuda social.
-¿Cómo podría esto, ayudar a la sociedad Kim?
Los ojos gatunos centellearon fijos en su posición. –Acabando con las plagas.
Entonces HyukJae sintió que le tomaban por el hombro con brusquedad y le llevaban a arrastras al jardín. Los gritos se hicieron escuchar animando a la pelea; Donghae por su parte reacciono y se abalanzó entre la multitud para alcanzarles, no sabiendo que hacer exactamente.
Ido de todo, solo sintió el duro golpe en la boca del estómago, inmovilizándole por segundos. Cuando sus parpados se elevaron distinguió la silueta de Choi Siwon y luego su puño impactándose contra su mandíbula. Se sentía adormilado aquel lado de su mejilla que ardía como fuego.
-¡Acaba con él!- gritaban otros, con los que en lo que iba de su vida nunca había convivido. ¡No le conocían! Y aun asi ya le juzgaban.
HyukJae se incorporó lentamente por el dolor aun punzante, y sabiendo que no esperaban que respondiera, hizo acopio de fuerzas y lanzo un golpe certero contra la sensible nariz de Siwon. Luego de eso las cosas empeoraron...
Donghae veía estupefacto la escena, sus músculos congelados y por dentro gritando que se detuvieran. No era un cobarde, por lo general se introducía intentando ayudar a alguien en una pelea en desventaja, pero por primera vez no sabía que debía hacer, y fue uno más de los que miraban.
HyukJae cayó, escuchándose el horrible sonido de su espalda contra el suelo y a él lanzando un aullido adolorido. Siwon se colocó encima y enterró su rodilla sobre el vientre del pelinegro, con su mano izquierda sujetando la garganta tan fuerte, que podía rompérsela... y la derecha lista para molerlo.
Entonces la voz ronca de HeeChul volvió a hablar:
-Eres un maldito perro Lee, una escoria que me gustaría eliminar.
Las palabras eran escupidas con intensidad, no había trascurrido ni cinco minutos y Jae sentía que pronto caería desmayado.
-Y tú eres un bastardo.- Todos, excepto el pelinegro, vieron a Kyuhyun exhausto y con sudor en la frente, señalando con una sonrisa cansada al castaño. –Detén esto, puta.
Como siempre, el resto estaba fascinado, menos los implicados que mantenían intercambio de miradas profundas.
-¿Qué deseas Kyuhyun?- pregunto Kangin, escrutando con la mirada al menor. Este no le prestó atención, y avanzo hasta HeeChul; la sonrisa haciéndole competencia a la del mayor.
-Vienes a dar la cara, ah.
Donghae soltó un respingo impactado, cuando por el rabillo del ojo vio como HyukJae aprovechaba la distracción del moreno, y le golpeaba con la rodilla detrás del cuello, sacándoselo de encima. Con habilidad se levantó de un salto tembloroso y elevo la pierna sorprendentemente, dando una patada directa al rostro de Siwon.
El moreno termino a sus pies, con la mandíbula desencajada....
Creyó que con eso sería suficiente, que aquel pelinegro saldría victorioso, hasta que fue HeeChul quien lo tomo por los hombros hasta inclinarlo, y finalizar golpeado sus costillas con el escaso tacón de sus finos zapatos. HyukJae volvió a terminar en el suelo apunto de la inconciencia. Donghae temía por que hubiera algo roto gracias al sonido escalofriante que produjo...
-¡Eres un maldito perro, y no permitiré que vuelvas a inmiscuirte en mis asuntos! ¡No permitiré que sigas más con el papel de víctima, y de la oveja inofensiva idiota!- la desesperación y cólera que HeeChul mostro, sorprendió a más de uno, que le conocían por su poca participación y personalidad pasiva aunque bastante astuta. Dirigiéndose a todos exclamo: -¡No pueden confiar en él. No pueden saber cuáles son los alcances de alguien TAN miserable! ¿Acaso también espiabas el culo de todos en las duchas, Hyuk? ¿Tienes fotografías de eso también?
Donghae cerró con fuerza sus parpados, no quería y no podía soportarlo. La realidad se resumía en que no lo conocía, en que las pocas veces que intercambiaron palabra le había parecido un chico amable y misterioso; que no tenía suficiente información de él para definirle de ningún modo o manera. ¿Le asusto? ¿Lo sorprendió? ¡Por supuesto! porque eso explicaba muchas cosas que se había obligado a ignorar, nadie puede tomarse bien el hecho de ser acosado a grados mayores.
Shindong y Kibum reían vaciando el contenido de botellas que habían sido llenadas del agua del inodoro y harina, sobre todo el cuerpo de Jae mientras otros coreaban insultos. Kyuhyun los observaba con expresión melancólica y furiosa, siendo forzado por Kangin y Sungmin a no ir a salvarle. No podía dar crédito a semejante sadismo....
Al captar la intensión de HeeChul de dar el último puntapié al costado ya herido de su "amigo", exploto:
-¡DEJENLO YA!
Yunho se apresuró a quitar a todos aquellos matones, como buitres sobre el derribado e inconsciente pelinegro. Ya había sido suficiente; sin embargo Hee no quería retirar el pie que recargo con saña sobre el pecho, comprimiendo el talón. –Por favor, ya has hecho demasiado... déjalo en paz Kim.
Con lágrimas retenidas, Donghae apretó los dientes. Odiaba el hecho de la humillación y la golpiza que le hicieron recibir frente a todos esos imbéciles, ¿No era él quien debía resolverlo? Después de todo, era un asunto entre ellos ¿¡porque hacian algo tan horrible!? Odiaba la injusticia de los hechos, y se odiaba por no saber intervenir a tiempo.
-Vale- accedió sin mucha seguridad. Yéndose a paso lento y con aura satisfecha.
Dirigió sus temerosos ojos a un costado y entonces se dio cuenta que Kyuhyun estaba haciendo un esfuerzo por mantenerse de pie, luego de que le soltaron. Al parecer también se había visto incluido en la repartición salvaje de golpes, y el menor al menos se veía mejor que el perdido pelinegro a unos metros de él.
Kyuhyun se aceleró a su lado y reviso los daños, la sangre manchaba el verde pasto y la ropa, brotando de su nariz y boca de forma escandalosa, mientras que no respondía a sus llamados insistentes. Los labios estaba violáceos y la piel no tomaba su color natural por nada. El cuerpo era flojo como una pluma pero no igual de ligero, asi que comenzó a intentar levantarlo sin éxito.
-Déjame ayudarte- Leeteuk se colgó a los hombros el brazo de HyukJae y Kyuhyun imito la acción con cuidado–Va a ser difícil llevarlo asi, ¿tienes coche?
-Ni siquiera cuento con el carnet.
-Bien, entonces sígueme- indico indiferente. -Los llevare a casa.
Yunho se aproximó hasta está al lado de Donghae, y reposo una mano en la cabeza sonriéndole apenas, queriendo inspirarle su apoyo. Presentía que las imágenes nunca se irían...
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La lluvia moja las calles de la ciudad como una regadera abierta. Su espalda sentía el golpe de las gruesas gotas directas en él, con la ropa pesada y empapada, volviéndose una segunda piel helada en su cuerpo. Sus orbes se clavaron en las grietas de la banqueta, por donde recorría como un camino la sangre combinada con el agua, que se desprendía de su aun manchada camisa hasta perderse entro los grandes charcos.
La luna no podía apreciarse por las grises y espesas nubes, y aun que pudiera, HyukJae no estaba para querer alzar el rostro. Su cabeza enterrada entre sus manos, jalando los mechones negros entre sus largos dedos, y sus brazos recargados en las rodillas flexionadas. Estaba afuera de su hogar justo donde nada le cubría de la lluvia, justo donde podía sufrir de frio por su personalidad tantas veces masoquista.... Y el ansia de que borrara todo suciedad del día.
Sora le veía desde la ventana empañada por el calor del interior, con una expresión de compasión y dolor. Imaginando acariciarle con ternura tocando en su lugar solo el reflejo de su persona en el cristal. No podía obligarle a entrar a casa, ni tampoco podía estar ahí con él; ella conocía a su hermano y el sentimiento del abandono y la culpa para no querer interrumpirlo.
Bajo el manto de la noche, HyukJae suspiro ahogando sus sollozos lastimeros, hasta que al final... se rompió completamente.
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Nos leemos pronto