- No es ella la única terca. James es muy testarudo también- dijo Ángela.
Asentí. Yo estaba de acuerdo. ______ podía llegar a ser tan terca como una mula vieja. Y yo bueno... no me quedaba atrás.
- Dime en que me he equivocado- le dije – eso es importante para no volver a hacerlo.
- Bueno- dijo Emmett, pensando- primero, no la trataste muy bien en el restaurant. Eso fue bastante feo.... Luego, esta lo de la casa en la madrugada... tu sabes a lo que me refiero.
Mis hermanos me miraron dudosos. Yo asentí. De todos modos se iban a enterar.
- Si lo sé.... dije yo- esa noche no estaba muy en mi... siento haberme puesto algo rudo, pero pensé que era lo que ella quería...
- Mira James – dijo Emmett serio- no te puedo explicar la razón exacta, porque ______ me hizo prometer expresamente que no te diría nada, pero ella tiene un problema grave cuando alguien toma el control... Ella pareciera no aceptar el hecho de que la dominen de ninguna forma... tiene un motivo por el cual es así, y te aseguro que es poderoso... pero creo que deberías llegar de otra forma con ella...
- Ya me di cuenta de eso- dije yo- lo que quiero hacer, es obligarla a que tome la iniciativa. Sé que no le agrada que lo hagan, pero ahora esta tan cerrada con eso de la amistad, que no quiere hacer nada para estar conmigo...
- ¿Entonces tu quieres...?- pegunto Emmett.
- Obligarla. Forzarla. Pero sin que ella se dé cuenta. No la va a pasar muy bien, pero creo que es lo justo. Si las cosas al final resultan, podemos darnos una oportunidad...
Emmett me miro con una mirada indescifrable.
- ¿En realidad la amas no?
- Si – le dije seguro- pero creo que tendré que comportarme algo diferente con ella... Y todos ustedes están aquí porque me tendrán que ayudar. Van a tener que propiciar que nos veamos lo más posible. Seguiré su juego. Si ella quiere ser mi amiga, muy bien...pero le hare arrepentirse de querer ser mi amiga. Yo también tengo mis armas para convencer...
Todos me miraron asombrados. Yo nunca había sido tan decidido. Tendría que hace un gran cambio en mi personalidad, peo creo que la final tendría resultado.
- ¿Y Tanya?- pregunto Alice de pronto.
La mire con tristeza.
- Eso ha sido un error. Pero quizás haya sido bueno de que ella lo haya visto. Eso me da la ventaja de que ella sepa que no soy de su propiedad. Hay que buscar todas las armas. Cuando haya terminado con ella, me rogara que estemos juntos...
-James, no quiero que sufra aunque se lo merezca- se quejo Emmett.
- No lo hare. Solo quiero que se dé cuenta de que me ama. Yo quiero que lo diga. Sus ojos me lo dicen, pero no sus labios. Yo la obligare a hacerlo. No me ganara en lo testaruda.
- Ni que lo digas- rio Ángela con ganas - no te preocupes, estoy contigo.
Emmett se comenzó a reír también y los chicos lo miraron extrañados.
- Creo que ______ encontró por fin su otra mitad... - dijo, aclarando.
- Esa es la idea – dije yo- usare las armas que ella misma me dio. La seduciré de tal forma, que será imposible que no esté conmigo. Ya lo verán.
Estaba decidido. Y lo lograría. Como que me llamaba James Maslow.
____ POV
No podía creer quien estaba mirándome. Allí frente a mi...
- ¿Charlie? – pegunte incrédula, como si se tratara de una visión.
- ______ – dijo el sonriendo.
No podía creer que era el... no, lo veía hace... ¿dos, tres meses? Nunca estaba en casa, y tampoco mostraba mucho interés en hablar conmigo cuando estaba allí. Así que me asombro bastante.
- ¿Me dirás que haces acá? – pegunte de nuevo, incrédula.
- Te estaba buscando ______... y vi tu coche... entonces acá me tienes.
Lo mire con recelo. Esto no era normal y algo me decía que había gato encerrado.
- Si... ¿y por qué me buscabas? –
Charlie me miro con tristeza.
- ______- dijo con cierto temblor en su voz... - Emmett hablo conmigo.
Claro. Emmett. Eso era lógico. El muy pendejo no había podido quedarse en silencio. Maldito Emmett, que no se pudiera confiar en el...
- Que fue lo que te dijo...? Pregunte- Tu sabes que Emmett tiende a exagerar...
- ______... ya lo sé todo...
Bueno, esa era suficiente para mí. Oficialmente tendría que matar a Emmett.
- No... no es lo que... - comencé a balbucear, pero Charlie me detuvo antes.
- Hija, escúchame. Todo esto no es más que culpa de nosotros, tus padres. René se equivoco y lo sabe. Yo también me equivoque, al pensar que dejándote hacer lo que quisieras sería mejor padre. No me involucraba por dejarte tu espacio, y creo que fue peor. Debí ser mejor padre, más preocupado... No solo dejarles la casa y el dinero... eso no hace la felicidad ______ y yo me di cuenta muy tarde... Cuanto lamento que hayas tenido que pasar por todo esto... que te hayan hecho daño...
Las lágrimas se agolparon en seguida en mis ojos. Nunca imagine que escucharía decir algo así a Charlie...
El me abrazo de golpe y me apretó con fuerza. Sentí que mi corazón se llenaba de muchas emociones, pero estaban tan mezcladas que no supe identificar ninguna.
- Quiero que sepas algo- dijo Charlie - He comenzado acciones legales contra del bastardo ese... casi gruño-
- Pero Charlie... René...- trate de decir.
- No. Es tu madre la que inicio todos los trámites. Yo solo he ayudado con los abogados y el dinero. No descansare hasta ve a ese maldito tras las rejas.
Me volvió a abrazar y sentí que el alma me volvía al cuerpo. ¿Mama... había hecho eso por mí... y acá estaba papa...? Casi no me faltaba nada para ser feliz...
- Hey, vamos a casa. No quiero que te enfermes o algo, ya se está haciendo tarde.
Suspire y me limpié la cara, mojada por las lagrimas. Charlie subió a su coche y yo al mío y nos dirigimos a casa.
Cuando llegamos, Charlie se apresuro a abrirme la puerta.
- ¿Quien es James, ______?- pregunto Charlie, a boca de jarro.
Me sobresalte al oír su nombre.
- ¿Quién? – pregunte.
- Vamos, me escuchaste muy bien... ¿es tu novio? Emmett me ha hablado mucho de él...
- No- dije rápida- es un amigo... yo le tengo mucho cariño.
- Ah... ¿y no será el chico que está en la puerta...?
Mi corazón se acelero de solo oír eso. Todavía me dolía el corazón, pero me emocione de saber que me buscaba. ¿Sería posible?
Mire hacia la puerta y casi me da algo.
- James – masculle, acercándome.
Mientras camine, mi corazón salto en el pecho. No sé porque me imagine que estaría con Tanya o con Ángela, pero no. Estaba allí. En mi puerta. Esperándome.
- Hola ____ – me dijo sonriendo.
- Hey James- salude, tratando de no tartamudear.
- Hey chico... ¿eres James? – pregunto Charlie, acercándose.
- Lo soy. ¿Y Ud....?
- Soy Charlie, Charlie Swan. Soy el padre de ______ –
Vi que James esbozaba una hermosa sonrisa, mientras tendía la mano a Charlie.
- Mucho gusto.
- ¿Hey chicos, porque no pasan...?- dijo Charlie, sonriendo.
Ambos entramos y yo mire ceñuda a Charlie. Esto era extraño, ¿por qué tanta amabilidad repentina? Charlie nunca había sido muy amable con ningún chico.
Mientras nos sentábamos en la sala, comenzó a vibrar el mi teléfono. Lo saque y vi que era Emmett. Me apresure a contestar.
- ____- decía el- Hey que tal... ¿supongo que no estás sola verdad?
Emmett maldito. Lógicamente él tenía que ver en todo esto.
- ¿Emmett, que pretendes? – le pregunte.
- ______, no podre volver a casa. Rose tiene una urgencia... y debo estar con ella. Por eso James está allá. El te hará compañía...
- ¿Qué? – le pregunte sin creérmelo- ¿de qué estás hablando...?
Escuche como el celular de Charlie también comenzaba a sonar. Lo vi contestar y hacer algunos gestos de molestia.
- Emmett, Charlie está en casa... - le dije.
- Lo sé... dale saludos de mi parte ¿ok?
- ¿Cuando vuelves...? –pregunte.
- Mmm... yo creo que estaré por acá una semana o dos... no te preocupes, estarás bien acompañada.
- No pretenderás que James se quede conmigo... todo ese tiempo... - dije susurrando, para que Charlie no me oyera.
- Oye que no te importe... ¿para eso son amigos no?
Y colgó. Maldito, quería volverme loca. Pero en que estaba pensando...
- ______, tengo que irme- murmuro Charlie, algo molesto- ha surgido una urgencia en unos de los locales de Seattle que requiere mi presencia... me perdonaras... debo dejarte sola.
Lo mire ceñuda. SI pensaban que me iba a tragar que todos de pronto tenían que irse y dejarme sola con James, estaban mal de la cabeza. Pero dude que Charlie se prestara para algo así, por lo quela urgencia debía ser real.
- ¿Pero volverás? – le pregunte con anhelo. Deseaba hablar con él, ahora que estábamos comunicándonos.
- Claro que sí. Lo antes posible. Estaremos en contacto... Hey, James podrías cuidar a ____ por mí... Emmett confía mucho en ti y creo que ______ también...
Vi como James sonrió ampliamente. Se lo estaba pasando de lujo con todo esto.
- Claro que si- dijo el- yo cuidare a ____- no hay problema.
- No le quites ojo de encima, a veces puede ser un dolor de cabeza – me advirtió Charlie.
- No se preocupe, no lo hare.
Charlie se marcho tan rápido como había llegado... No entendía nada. ¿De qué forma habían llegado las cosas a este punto? Primero estaba triste y sin rumbo, luego estaba en mi casa, con un sonriente James y más aun, con la recomendación de Charlie de que me cuidara...
- Supongo que no pretenderás quedarte acá- le dije- ya puedes dejarte de estupideces e irte a casa. Yo estaré bien.
James siguió sonriendo mientras se quitaba el saco que traía encima.
- No- dijo con firmeza- Tu me escuchas a mi ahora. Emmett no estará en casa y tu padre se acaba de ir... así es que por recomendación de tu padre y de tu hermano, yo me quedare contigo. Y más vale que te comportes, pues soy muy estricto.
Lo vi sonreír calmadamente. ¿Qué le pasaba a James?
- Mira... no se qué tramen, pero puedo cuidarme sola... yo no necesito a nadie...
James me tomo por los hombros y me miro a los ojos. Me quede muda, mientras las piernas comenzaban a flaquearme y a temblar. El maldito no dejaba de sonreír.
- Cierra tu boca. No aceptare ninguno de tus remilgos. Yo me quedo aquí y punto. Así que sube tu lindo trasero arriba y ve a darte un baño... yo subo en seguida.
- ¿Perdón?- masculle intentando comprender