Capítulo 16 "Errores"

1K 58 3
                                    

James POV


Tuve que salir huyendo, porque yo mismo no me creía el tipo muy ruin y canalla que había sido. Primero, no tenía nada que ir a hacer a la casa de ____ a las tres de la madrugada. Segundo, antes de tomar hay que preguntar... y tercero, quien me manda a pensar con los jodidos pantalones. Había pasado de ser un chico normal y corriente, que amaba las matemáticas a unobseso- compulsivo psicosexual. Andaba pensando en sexo todo el puto día, pero no en cualquier sexo: sexo con ella.

Pero como mierda se le ocurre a ella salir en esas pintas a verme... No es que me lo hubiese hecho fácil tampoco...y yo quien me creo tomándola con esa furia...

Mi mente traicionera no podía sino pensar en sus piernas, sus labios, sus ojos... Algo había cambiado, estaba seguro de que en otras circunstancias ____ me hubiese prácticamente violado... y ahora... me había llevado un buen golpe.

¿Pero que le pasaba? Mis manos se crisparon sobre el volante. Seguro es que yo le causo repulsión. Cualquier otro podría tomarla, pero yo no. El estúpido James se tiene que conformar con besar el suelo que ella pisa...

Maldije internamente. ¿Ella no quería a un tipo que la mereciera? ¿Ella no quería a un tipo que la tomara y le hiciese el amor como loco? ¿No era eso...? ¿Y porque podía ser cualquiera menos yo? Maldita ____.

Estaba viendo rojo de nuevo y frene con brusquedad cuando vi un bar abierto. Entre a él sin pensarlo mucho, y pedí un trago

- Whisky por favor, sin hielo-

Luego de repetir esa frase unas siete veces, ya no estaba con mi cabeza muy bien puesta sobre los hombros. Sentía que el mundo estaba un poco más en orden y que el pecho me dolía menos. Si podía ahogar lo que sentía en alcohol lo haría gustoso hasta que me diera cirrosis. Pero me temía que la solución no era tan sencilla. Además existían los trasplantes de hígado de todos modos.

Estaba en mi octavo vaso cuando una voz sedosa que yo recordaba bien me llamo la atención.

- ¡Pero si no es el lindo de James Maslow ! – ronroneo.

Tanya. Claro. Esto solo para rematar.

- Tanya – escupí el nombre – No es hora de gárgolas. A esta hora debieras estar convertida en piedra o volando en una puta escoba... bruja.

- ¡Qué amable! ¡Yo también me alegro de verte...! – rio.

- No estoy de humor- advertí- preferiría estar solo-

- ¿____ verdad? – pregunto mirándome fijo.

Parece que además de imbécil era un puto evidente. Se me notaba a leguas que ____ me traía arrastrando de los pelos. Condenadas brujas.

- Vete Tanya – musite.

- Sabes cariño... no creo que debieras perder el tiempo sufriendo por ella... es mi amiga, pero te aseguro que no es mujer para ti. Ella solo quería entretenerse contigo y seguro lo consiguió...

- ¡Mira quién habla...!- le dije, molesto – el diablo vendiendo cruces...

- Reconozco que yo también caí en su juego... pero vamos, yo también he sido una víctima...

- No te veías sufriendo cuando los encontré... le gruñí al recordar la escena- Así que por favor no te hagas la inocente en frente de mi. Es totalmente innecesario.

Ella hizo un puchero fingido y bebió de mi copa. Se estremeció.

- Creo que tú deberías tratar de olvidarla de alguna forma... dijo, acercándose insinuante- ¿Por qué no te vas conmigo y retomamos en donde nos quedamos esa vez en casa de ____?

Me reí ante la osadía de esta mujer. ¿Es que todas eran iguales?

- No gracias – le dije bebiendo otro poco del mi vaso – No tengo intenciones de terminar convertido en un maldito sapo.

- Oh vamos... la estábamos pasando tan bien... yo creo que deberías probar otras opciones... si no te gusta, siempre puedes intentar volver con ella...

Esta mujer era el demonio. O más bien otro demonio. Con razón eran amigas. Me reí como estúpido y respire hondo.

- No estoy bien Tanya... le dije molesto- solo deseo ir a dormir... así que si no te importa...

- Te acompañare con un trago mas y me iré... ¿vale? De todas maneras yo también pensaba irme pronto...

Alcé los hombros desinteresado. Me daba lo mismo si se quedaba allí toda la noche o se iba a su casa. Yo terminaría mi copa y me iría por sonde vine... si es que encontraba el camino... todo se estaba moviendo mucho...

Por supuesto, ella no se fue. No estoy seguro en qué momento estaba ayudando a cargarme hasta mi coche, mientras yo balbuceaba incoherencias.

No conduje a casa. En realidad con suerte me podía tener de pie. Ella me llevo y mientras descendíamos del coche y me hacia entrar a casa, yo recordaba a ____... de hecho, la miraba y no veía a Tanya, la veía a ella... a mi ____...

- ____- decía con un hilo de voz.

- Shhhh James, vas a despertar a todo el mundo – me respondía la voz sedosa.

- No me importa, yo te amo... te amo y yo... no me importa que no me quieras... yo no puedo vivir sin ti... - lloriqueaba.

- Yo sé eso James. Todos lo saben – me decía la voz.

- ____... no te vayas, quédate conmigo... te necesito – murmuraba, inconexo- No me dejes, por favor...- casi lloraba.

- No me iré...

- ¿____? – pregunté dudoso.

- Seré quien tú quieras amor....-

Luego, todo fue negro.  


Pervirtiendo a James Where stories live. Discover now