Como Un Balde De Agua Fría ll

724 35 5
                                    

  - Emmett- susurre yo- ella esta....

- Esta mejor pendejo, pero no gracias a ti- me dijo, abrazando a Rose.

- Mierda – dije yo entre dientes, alborotándome el cabello.

- ¿Podemos ir a verla?-pregunto Liam-

Cabrón. Ahora hasta Liam estaba a favor de ____, luego que todos estaban en contra. Así yo quedaba como el único malo ultra pendejo de la historia. Genial. De todas formas me lo merecía.

- No por ahora... esta en observación... pero mañana ya estará disponible.

En observación. Mierda, eso no podía ser bueno. Y al parecer lo último que ella quería era verme a mí. Y estaba en todo su derecho. Yo la había tratado como mierda y ahora... la mierda era yo. Muy bien James, eres tan inteligente...

- ¿Ella no quiere verme, verdad?- dije, con un atisbo mínimo de esperanza.

- ¿Tú qué crees James?- pregunto Emmett, burlón.

- Claro- musite.

Mi mente quedo dando vueltas y quería azotarme la cabeza o algo por ser tan pendejo. Luego de lo que le había dicho, las probabilidades de que me perdonara eran igual a cero. No sabía qué hacer, ya que ir y colarme al hospital no era una opción válida. Ella estaba en observación y podía solo empeorar las cosas. Y yo quería que ella se sanara, que riera otra vez... que hiciera sus bromas tontas y me besara aunque fuese una última vez...

- Emmett- dije con fuerzas que no sé de donde saque- Se que no me lo merezco, pero podrías hacerme un favor... yo, necesito saber de ella, como esta... tú podrías decirme como va avanzando... si necesita algo, lo que sea, no dudes en decírmelo...

Emmett me miro con dureza, pero pronto sus ojos se aguaron y vi la tristeza que lo llenaba. ____ debía estar peor de lo que yo pensaba. Quería morirme.

- No sé si debería ayudarte... tú no has sido bueno con ella... tu no la viste como yo cuando te fuiste del hospital, ella es ta muy mal James, Después de que te fuiste le dio un ataque y casi muere James. No quiero que vuelva a pasar.

- Yo hare lo que sea para que ella esté bien... no importa que no quiera verme, lo entiendo... pero por favor, necesito noticias de ella... solo dime como avanza...

- Con una condición- dijo Emmett.

- Lo que sea – dije sin pensarlo

- Aléjate de ella. Por favor, permite que te olvide. Ella no debe tener preocupaciones o problemas... eso no le hace bien. Así que si la amas, la dejaras en paz...

Sentí que el alma se mi iba del cuerpo. Como podía prometer algo así... Si ella era mi vida y mi razón de ser... Es cierto que yo me había equivocado mucho, pero había estado enceguecido por los celos... Pero no tenía alternativa. Era eso o nada. Prefería lo primero.

- Está bien- dije sin fuerzas- Yo te prometo que ella no sabrá mas de mi... pero mantenme informado...

- Perfecto- dijo Emmett, serio – así será... pero cumple tu palabra... o en realidad me veras enojado...

Nadie en su sano juicio querría a ver enojado a Emmett. Y yo no pensaba incumplir mi palabra... al menos eso creía.

Mi promesa quedo reducida a cenizas en cuanto estuve solo un momento. Como un vulgar ladrón hui de mi casa, a pie, para que nadie se diese cuenta. Corrí como un loco hasta el hospital y a mitad de camino me agarro la lluvia con furia, como si hasta el clima estuviese enfadado conmigo. Corrí y no me importo calarme hasta los huesos, con tal de cumplir mi objetivo. Verla... Verla aunque fuese un segundo y a lo lejos... saber que estaba bien...

Para mi mala suerte, me toco encontrarme con Charlie en toda la entrada del Hospital. Su mirada me decía que no era de sus favoritos. Aun así me atreví a hablarle.

- Charlie... ¿____?

- Que cara tienes de aparecerte aquí ¿no niño? – preguntó Charlie, mirando mis pintas.

Yo parecía un perro mojado, estilando y con la camisa abierta en mi loca carrera. Trate de componerme un poco, mis temblorosos dedos cerraron algunos botones, y me pase la mano por el cabello, quitando el exceso de agua.

- Yo lo sé, Charlie... solo quiero verla... nada más...-

- Ni eso te mereces James – escupió mi nombre.

Yo solo asentí, dándome la vuelta, dispuesto a irme como un perro apaleado. Pero repentinamente Charlie me detuvo.

- No ha hecho más que murmurar tu nombre en sueños – me dijo – Supongo que aunque lo niegue, ella también te quiere.

Mi corazón dio un salto al escuchar esas palabras. Charlie me tomo por el brazo y me llevo dentro del hospital, silenciosamente. No había mucha gente, así que mis pisadas sonaban con ruido sobre el piso limpio. Charlie frunció el ceño.

- Te buscare una toalla o algo... no puedes estar así en un hospital... -me dijo-¿Ves esas puertas de vidrio...? al otro lado hay una ventanilla... por allí puedes verla. No puedes entrar, está prohibido- hizo énfasis en el no, y yo asentí, nervioso.

Y dicho esto, se alejo de mí, murmurando algo entre dientes que no comprendí. Me acerque a la ventanilla, cauteloso. No era el mismo sitio en donde había estado antes, viéndola. Este sitio parecía más para gente delicada. Y entonces, luego de entrar acerque mi rostro al frio vidrio.

Ella estaba allí. Llena de cables y conectada a maquinas. No se veía bien. El monitor más grande mostraba el rítmico baile de su corazón, mientras que algunas cosas que no reconocí estaban en su cuerpo, ayudando o monitoreando. Sentí como una lágrima humedecía mí ya bastante húmedo rostro. Había sido un ruin y un canalla. ¿Qué es lo que ella tendría?

Me apoye en la ventanilla, deseando que no me estuviera prohibido el paso... ella se veía tan frágil, tan hermosa... como fui capaz de desconfiar así de ella... si ella me había dicho que me amaba y me había entregado su corazón... ¿cómo fui tan torpe de hacerle daño a un ángel?  

Pervirtiendo a James Where stories live. Discover now