Capítulo 9

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  Vi como James se puso tenso y algo tembloroso. Me encantaba ponerlo nervioso, era putamente tierno.

- Claro – me dijo, tratando de componerse.

Reí y acelere. Quería llegar pronto. Cuando llegue a casa Alice ya estaba allí.

Entre y deje pasar a James, que quedo boquiabierto. La casa era linda en realidad, pero tenía todo el mal gusto de la decoración de René y me recordaba a ella... por lo que no la miraba mucho realmente.

- Tu casa es wow- dijo James.

- Es linda – musite "mejor que tu, nada cariño" pensé, sin querer.

Emmett hizo su aparición para mi desgracia. Maldito. Porque no se encerraba en su dormitorio a jugar PlayStation o algo.

- Hermana... no me presentaras a tu "amigo" – dijo el mirando a James.

Suspire y lo acepte. Mejor ahora y así pasaba pronto el trago amargo.

- Si Emmett, este es James... James Maslow-

- Mucho gusto – dijo Emmett, tendiéndole una mano a James. Se dieron un fuerte apretón de manos.

- ¿Hey tu eres novio de ____ o algo? – pregunto el siempre tan atinado.

Rodé los ojos y me fui de allí. NO quise escuchar lo que contestaría James. Busque a Alice en el dormitorio, seguro James se las arreglaría solo por un momento.

Cuando subí Alice estaba vestida de fiesta y maquillada y buscaba música en las cajas de CD.

- Alice – dije aliviada – ¿vendrán el resto de las arrastradas o qué?

- Viene en camino – dijo sin mirarme.

- Oye y tu porque tan arreglada... ¿tienes algún tipo para tirarte por ahí...? Le pregunte curiosa.

- No, imbécil – casi me chillo – por culpa de ti y tu muñequito me quede sin pan ni pedazo la noche anterior... tu pudiste hablar con Jacob, pero Paul no me devolvió mas las llamadas...maldito perro – musito Alice.

- Relájate – ya encontraras algo mejor, seguro... oye, el se lo pierde –

- Supongo – dijo Alice.

- Ya vamos a tomarnos algo para liberar tensiones.

- Si vamos, yo bajo la música.

Bajamos y vi a Emmett conversar animadamente con James. Mejor que ni se encariñara mucho con él. Mientras no le metiera veneno en mí contra, todo bien.James me vio y sonrió. Todo bien hasta el momento.

Llamaron a la puerta y me apresure a Abrir. Ya habían llegado las pérfidas de mis supuestas amigas y traían más cosas para beber. Alcohólicas de mierda.

- Hola querida, estamos aquí... ¿podemos usar la piscina?- chillaba Jess, entrando casi sin permiso.

- Sí, pero no tengo un traje de baño que te quede... todos los míos son talla S – le dije riendo.

- Jaja – dijo Jesica seria- ¿quién lo necesita...? ¡Me bañare desnuda!- chillo.

- Por Dios, lo que faltaba – suspire y las deje entrar.

- Escuchen malditas acá esta James y también es Emmett. Si Emmett les da algo de atención pueden hacer lo que quieran con él, pero ojo, después no se quejen conmigo. Y segundo esta James. Si pillo alguien mirándolo más de la cuenta, le saco los ojos ¿estamos?

Todas asintieron de mala gana. Más les valía si querían salir vivas de acá.

Alice puso música y le hice un vodka naranja bien cargado para que olvidara las penas. Pobre, era una perra, pero me caía bien. Era la más decente entre todo ese grupo de perdedoras.

Pronto todas estaban chillando alrededor de la piscina y bebiendo vodka. Me reí ante las bromas de mal gusto de Victoria, siempre dando el tono alto. Estúpida colorina. Me bebí un par de tragos un poco rápido, pues me encontraba inusualmente nerviosa. Vi como Emmett llamaba por teléfono y le sonreía a James. Decidí que era momento de llevármelo un rato a conocer la casa.

- Vamos cariño, quiero que conozcas la casa... te va a encantar...-

Lo sentí algo tenso, pero no le di mucha importancia. Estaba serio. Quizás podría hacerlo reír o algo.

- ¿Quieres ver mi habitación? – le pregunte, una vez en el segundo piso.

El asintió levemente y lo tome como un sí. Cuando llegue a mi habitación, había alguien que no recordé haber invitado.

- ¡Tanya! – chille algo emocionada. No la veía hace meses.

- ¡____! – grito ella, corriendo a mí y dándome un abrazo.

Tanya era una chica muy especial, ella tenía algo que la diferenciaba del resto: era bisexual. Yo encontraba eso excitante y siempre me gustaron sus historias candentes. Ella era tan maldita como yo, si no más. Por eso me caía bien y la quería mucho.

- ¿Qué haces acá? – le pegunte, aun emocionada.

- Llegue hace unos minutos... Emmett me dejo pasar, quería verte... termine el semestre y bueno, ¿por qué no ver a mi amiga?

Sonreí feliz de verla de nuevo. La de historias que teníamos juntas...

Entonces se me ocurrió una idea brillante. Era tentadora. Hice pasar a james y cerré la habitación con seguro.

- James – le dije melosa – quiero presentarte a Tanya, mi mejor amiga- le dije.

El la saludo, siempre correcto y yo le cerré un ojo a Tanya. Ella ya no le quitaba la vista de encima a James. Esto sería fácil.

- James, tu sabes de nuestro trato- le dije mirándolo.

El me miro serio y asintió de nuevo. Parecía que le habían comido la lengua los ratones.

- Bueno pues... hay una lección que deberás aprender – le dije, acercándome y dándole un beso en los labios.

Me miro extrañado y se lo hice fácil. Me acerque a Tanya, la apreté por la cintura y la bese dulcemente.

A James se le cayó la cara al mismo suelo.

Pero no lo deje pensarlo mucho. De un solo empujón lo tenía sobre mi cama, mientras Tanya le acariciaba una pierna y yo su cabello.

- Relájate cariño – le dije.

Y lo volví a besar. Esta vez, me respondió el beso  


Pervirtiendo a James Where stories live. Discover now