"Ayuda Inesperada" Parte III

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- Su padre tenía algunas cosas que hacer... su hermano vendrá en unas horas más. No se preocupe, ellos están al corriente de todo lo que sucede, pero al parecer les surgió algo... yo creo que en cuanto resuelvan ya estarán por aquí...

Asentí, algo intranquila. Eso era extraño, ¿qué problema podía requerir de la presencia de Emmett y de Charlie a la vez?... No podía imaginarme lo que sucedía. Solo esperaba que no tuviese ninguna relación con James.

Trate de descansar, ya que el asunto de la quimioterapia me dejaba agotada. Había pasado ya la mayor parte del día y no tenía noticia alguna de Charlie o Emmett. Esto me estaba comenzando a inquietar.

A eso de las seis de la tarde volvió a aparecer Emmett. Estaba pálido y se veía que no había dormido nada. En realidad parecía que el enfermo era él y no yo.

- Emmett... ¿qué ha pasado...? – pregunte en cuanto lo vi.

- Hey ____- dijo él, sentándose en la silla más próxima.

- ¿Me dirás que es lo que pasa? Y no me vengas con eso que no sucede nada, ya sabes- casi le gruñí.

- ¿Perceptiva?- dijo Emmett, sonriendo sin ganas- No sucede nada ____, tendrás que confiar en mí sobre esto. Solo algunos problemas con los negocios de papa, que necesitaban de nuestra presencia... yo le ayude, él no podía con todo el problema...

Puse mala cara. ¿Cómo era que los negocios de Charlie eran más importantes que yo?

- Pues debe de ser algo muy importante para que no haya aparecido en todo el día, mientras yo me estoy muriendo acá...

- No estás muriendo ___... por favor, no exageres- dijo Emmett, algo molesto

- Está bien... lo siento, pero no puedo ver el punto de que sus negocios sean más importantes que yo...

- ____, no los son. Solo escucha esto: lo que sea que estemos haciendo, es muy importante y ha requerido de nuestro tiempo. No es que seas secundaria, al contrario, todo gira en torno a ti. Pero por ahora, debes confiar y mantenerte serena.

Asentí, sin muchas ganas. Ya veía que a Emmett no le sacaría nada, pero quizás a Charlie podría manejarlo algo mejor.

- ¿No has visto a nadie... el día de hoy? – pregunto Emmett, mirándome con ojo crítico. No entendí su pregunta.

- ¿A quién podría haber visto...? además de médicos y enfermeras...

- Bueno no lo sé... quizás algún amigo...

Mire a Emmett y enseguida sospeche algo. Él sabía.

- ¿Alguien estuvo aquí mientras yo estuve dormida? – pregunte con aire inocente

Emmett carraspeó y se revolvió incomodo... Eso fue todo lo que necesite.

- James estuvo aquí verdad- no era una pregunta.

- ____, no creo que sea conveniente que tu....

- ¡Emmett...!

- Está bien. Sí. El muy pendejo estuvo acá, pero si vuelvo a verlo cerca de ti, le volare los dientes de su puta cara linda... ¿está claro?

- Pues yo lo pedí que no nos viéramos más... no sé qué podría haber estado haciendo por acá... - trate de explicarme, con un extraño sentimiento en el corazón.

- Pues yo tampoco. Le pedí que no viniera y él me lo prometió. Es bastante notorio que el muy pendejo no es capaz de cumplir su palabra...

- ¿Cuándo hablaste con él? – pregunte, interesada

Emmett se volvió a revolver. No quería hablar de esto.

- Ayer... tuvimos una pequeña charla... - dijo, tronándose los dedos.

Abrí mis ojos con espanto.

- Emmett. Por favor, no me digas que golpeaste a James- dije, algo molesta

- No hice nada que no se mereciera de todas formas... - dijo él, sin mirarme.

Me eche hacia atrás en la cama. Odiaba cuando Emmett se metía en mi vida de esa forma.

- Pues eres un pendejo Emmett... - bufe.

- Pues no me arrepiento de haberle dado un buen golpe... se lo merecía por imbécil- gruño.

En el fondo, yo también lo creía. Pero no me cuadraba por qué había decidido aparecerse por el hospital.

- Quiero saber qué fue lo que hablaron- le dije a Emmett- y no me mientas o será peor.

Emmett me miro. Lanzo un par de maldiciones y luego comenzó.

- Mira no creo que haga bien esto de estar pensando tanto en el... Maslow ese... yo ayer fui hasta allá... hasta su casa... y bueno... yo no estaba muy feliz, había estada tratando de comunicarme con el luego de que lo vi irse ese día... y no me contestaba... el problema es que tu empeoraste y yo... lo culpe a él... -dijo, balbuceando cada frase.

- Emmett, tu sabes que él no tiene la culpa de mi estado de salud- dije, poco convencida. Quizás no tenía la culpa de la leucemia, pero del dolor de mi corazón... eso era otro asunto.

- Lo sé, pero estaba encabronado... tenía que desahogarme con alguien y el andaba con esas pendejadas de que estabas embarazada...

- ¿Qué? – casi me ahogue.

Emmett se dio cuenta de que metió la pata, pero ya era tarde. Ahora no lo soltaría hasta que me dijese todo lo que había pasado...

- Bueno... él creía que tú estabas embarazada aparentemente... me dijo – pero se encontró con el imbécil de Jacob... y él le dijo que el hijo era suyo...

Creo que palidecí de golpe. ¿Pero cómo el malnacido de Jacob...?

- Oh – fue lo único que pude decir-

Ahora comprendía varias cosas. Maldito Jacob y su venganza asquerosa. El me lo advirtió, pero no creí que sería capaz de hacer nada. El muy idiota tiene que haberle dicho que el hijo era de él, causando el desastre en James... aunque eso no lo hace mejor, James no debió creerle y debió esperar a mi opinión sobre el asunto antes de asumir que yo me había acostado con Jacob. Pendejo.

- ¿Y porque exactamente se supone que él te prometió no venir?- pregunte finalmente.

- Bueno... el me pidió un favor. Que yo lo informara de tu estado de salud y como avanzaba todo... y el a cambio no entorpecería más tu vida. Lo prometió, pero ese mismo día lo encontré en el hospital...

- Vaya- dije yo – no me di cuenta que estuvo acá...

- Estuvo con Charlie – me dijo.

Charlie. No sabía hasta qué punto era bueno que Charlie y James pasaran tiempo a solas. Charlie era impredecible. No me imaginaba lo que podrían haber hablado...

Entonces me sentí muy mal. Me vino un mareo horrible y antes de que me pudiera dar cuenta la sábana estaba impregnada en rojo. Estaba sangrando mucho por la nariz.

- Emmett- alcance a decir antes de desvanecerme.  

Pervirtiendo a James Donde viven las historias. Descúbrelo ahora