Explicación Accidentada Parte ll

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  La lleve a la ducha y yo mismo le quite la poca ropa que llevaba. No pude evitar excitarme, y ella lo noto, pero no dijo nada. La vi sonreír varias veces, mientras yo tenía problemas evitando romper el pantalón. Malditas hormonas vueltas locas.

Me quite el pantalón finalmente y me metí a la ducha con ella. Eso no fue buena idea para mi autocontrol. La ayude a bañarse y a quitarse las hojas y un millón de ramitas que había en su cabello. Me sonreí al recordar la maravillosa noche. Comencé a acariciarla con la espuma que se produjo y la sensación de su piel bajo la suavidad de las burbujas era enloquecedora. Se le escapo un gemido, que no hizo más que empeorar la situación. La tome por la espalda y mis manos subieron a sus pechos húmedos. La sensación era genial.

- James- la escuche decirme, mientras yo comenzaba a tocarla y bajaba mis manos.

- ____- murmure en su oído, jugando con el agua tibia que caía entre sus senos.

Entonces, ella hizo algo totalmente inesperado. Repentinamente se agacho y me dejo expuesto todo su trasero, al alcance de mi mano. Era una invitación a ser tomada. Creo que casi tengo un orgasmo ahí mismo.

La sentí lanzar una leve risita triunfante.

Entonces, no lo iba a dejar así. Puse mis manos sobre sus caderas y mientras el agua tibia escurría por mis hombros, dirigí mi muy endurecido miembro a su entrada....Pensé en hacerlo lento y disfrutarlo, pero al momento de entrar y sentirme apretado por ese estrecho canal ardiente, mi autocontrol se fue quien sabe dónde, porque la embestí casi con furia, lanzando gemidos sin control. Estaba perdido de nuevo y me deje llevar.

Comencé a embestir, entrando y saliendo, con una rapidez increíble, dejándome llevar por las sensaciones. ____ arremetía hacia atrás cada vez que yo entraba en ella, haciendo las estocadas aun más furiosas. Era increíble. Ella gemía despacio, mientras yo parecía una bestia en celo. No podía evitarlo, la sensación era arrebatadora.

Hundí mis manos más en sus caderas, ganándome un gemido aun más alto. Le gustaba mi dominio sobre ella, pude notarlo. Eso me encendió aun mas y con un de mis piernas abrí mas las suyas, dándome más espacio. Acaricie sus nalgas y las apreté, me volvían loco, y la vista de lo que estaba haciendo solo me dejaba cada vez más al borde. A este ritmo no iba a resistir nada. Yo quería que al menos ella tuviese su orgasmo primero, antes de poder liberarme. Pero me lo estaba poniendo endemoniadamente difícil.

Entonces le di una nalgada y la escuche gemir con fuerza. No lo hubiese imaginado. Volví a darle otra y otra y la sentí apretarse alrededor de mi miembro. Mierda, esto se iba a escapar de control.

Apreté los dientes y embestí con furia, esperando que al menos llegáramos juntos. No fue necesario. En solo un par de estocadas mas, sentí a ____ apretar mi miembro con sus músculos, aferrándome, atrapándome en su sexo y de paso, enviándome al cielo....

Sentí como mi vientre se contraía, y mis piernas comenzaban a temblar. ____ lanzo un gemido ronco y eso me termino de aniquilar. Ni siquiera pude lanzar un gemido o algo. Estaba perdido entre un millón de sensaciones y casi me olvido hasta de respirar. Me aferre con demasiada fuerza a la cortina de baño, y las argollas que la sujetaban cedieron, y me vine al suelo con estrépito, enredado en la cortina y lanzando un millón de maldiciones. El golpe fue fuerte y me dolió el trasero como nunca. Bien merecido James, por pervertido. Me queje en el suelo, pero era incapaz de ver a ____, solo oía su risa, que lejos de enfadarme, se me hizo contagiosa y comencé a reír también.

- Vamos por favor, esto no es para reírse- me queje, tratando de salir de la cortina asesina que me tenía en el piso.

- Si te vieras – me dijo, riendo todavía.

Volví a reír y ya me estaba doliendo todo el cuerpo. La noche intensa mas esta última sesión y el golpetazo me estaban pasando factura. Al fin y al cabo, era humano, no un maldito superhéroe.

Cuando al fin pude salir, sin ayuda de ____ debo decirlo, ella estaba sentada al borde de la tina de baño, enfundada en una algodonosa toalla blanca. Me estaba esperando con otra. Le sonreí avergonzado. Solo a mi me pasaban estas cosas.

- Casi me mato y tú te ríes- me queje, mirándome al espejo. Mi pelo era un desastre.

- Lo siento- me dijo- ¿pero al menos lo pasaste bien no?

La mire extasiado."Mas que bien, infinitamente bien, espectacularmente bien.... No existía nada mejor..." pensé en decirle.

- No estuvo mal- termine diciendo, solo para molestarla un poco. Me gustaba su cara de enfado.

- Ah, claro... dijo ella- olvide tu vasta experiencia...

Me reí. Ella tenía razón nuevamente. Mi petulancia no tenía asidero. Pro me sentía tan bien con ella que hasta me salía el orgullo. Ella era increíble.

- Me duele el trasero- me queje.

- Pobre bebe- me murmuro, acariciándomelo por sobre la toalla-

- Mmmmmm- murmure, mientras la tenía cerca.

- No James, ahora si vas a dormir... ¡no has dormido nada desde ayer!- se quejo.

- Es tu culpa- le gruñí riendo- Si no me hubieses hecho todas esas cosas yo todavía seria casto y puro...

- ¿Te estás quejando?- me dijo, alzando una ceja.

- No – le dije- pero tendrás que hacerte la idea que esto solo está empezando...

La vi chillar mientras corría hacia su habitación, riendo. Verla así era como la presa que huye y yo el cazador. Se me olvido hasta el dolor de trasero. La seguí despacio, acechando. Y cuando la tuve cerca de mis brazos, la atrape una vez más, mientras caíamos en su cama...  

Pervirtiendo a James Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt