"Ayuda inesperada" Parte V

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 Atine solo a sonreír. El me devolvió otra sonrisa deslumbrante y yo me sonroje furiosamente. Demonios, si lo estaba haciendo. Esto no era algo para lo que estuviese preparado.

No dije nada y el doctor se retiró. Suspire con alivio.

Mis ojos volvieron a volar hasta las rosas que estaban en mi mesa. No fue hasta que las volví a mirar que repare en una nota que había allí, cuidadosamente doblada. Mi corazón dio un respingo. Acerque mi mano temblorosa hasta la nota y me tome varios segundos en decidirme a desdoblarla. En cuanto lo hice, mis ojos volaron por la cuidadosa caligrafía característica de James.

"Sé que probablemente esta nota no llegue a tus manos, pero de todas formas lo intentare. Solo quería que supieras que no ha habido un solo segundo que no haya estado pensando en ti. Me muero si algo te sucediera, ¿lo sabes? No vale de mucho, pero lamento en el alma la forma en que te trate. No te lo mereces, y fui un completo idiota... pero espera... ¿qué persona enamorada no lo es? Es una justificación muy pobre, pero no tengo nada más entre mis manos. Ahora, sé que estoy pidiendo mucho, pero... ¿podrías considerar al menos la posibilidad de perdonarme? No pido nada más, solo eso. Francamente, no sé cómo podría vivir sin ti. Me he equivocado mil veces y sigo haciéndolo... pero Te Amo y eso jamás cambiara... siempre estaré contigo, pase lo que pase...

PD: ¿te dije que soy un imbécil sin remedio...? bueno, creo que eso ya lo sabes...

Completamente tuyo, James.

Una lagrima silenciosa rodo por mi mejilla cuando termine de leer la nota. Por su tono ya sabía que él estaba enterado de la enfermedad. No quise ni imaginar cómo lo habría averiguado. Pero una nota no era suficiente para arreglar un corazón roto. Sin embargo, no podía negar que me gustaba este detalle. Muy James, eso de las notas y las flores. Pendejo idiota.

Suspire y guarde la nota. No tenía nada de claro lo que haría con James a partir de ahora, pero volver con él sería un completo error. La confianza rota no podía ser reparada y yo no quería cosas a medias, lo quería todo. Eso no podía dármelo James. El corazón se me apretó en el pecho.

Cerca de una hora más tarde, aparecieron el doctor guapo, Charlie y Emmett. No traían muy buena cara, supe que algo malo sucedía.

No pregunte nada, pero ellos me contaron.

- ____- dijo mi Charlie, algo triste- Ya nos hemos hecho los exámenes de compatibilidad y tenemos los resultados.

Les sonreí para darles ánimo. Una operación de ese tipo tenía que ser algo complejo.

- Bueno y con cuál de los dos tendré que congeniar dentro de mí cuerpo todo el resto de mi vida- dije a modo de broma.

El silencio inundó la sala. Deje de sonreír instantáneamente.

- Lo siento ____... yo... no soy compatible- murmuro Charlie, dolido.

- Yo tampoco – murmuro Emmett.

Mire al doctor, consciente de que era el único que podría darme todas las respuestas.

- Lo siento ________, pero ellos no son compatibles y si hacemos el trasplante tu cuerpo lo rechazara y eso solo empeorara las cosas.

Sentí que me hundía en un agujero negro y eterno.

Nadie decía nada.

- ________ - hablo de pronto Charlie- James también se hizo la prueba de compatibilidad...

Vi como Emmett le daba un fuerte codazo a Charlie. Susurraron algo, ambos enojados, pero Charlie continuo.

- Claro que le advertí que las posibilidades de que él fuera compatible eran muy bajas... pero es demasiado testarudo...

El doctor guapo lanzo una risita nerviosa, muy inesperada. No era el momento y todos lo miramos extrañados. Incomodo, dio una disculpa y salió de la habitación.

- ¿Bueno y que paso con James?- pregunte.

- Obviamente él tampoco era compatible... pero no es solo eso... él ha arrastrado a toda su familia hasta el hospital para que se hagan la prueba...

- ¡No!- casi grite, no podía imaginarme con Rosalie dentro de mi organismo – ¿pero qué cree que está haciendo?

- No lo sé ____... el solo esta como un lunático... creo que teme que te suceda algo... - dijo Charlie... ¿tratando de excusarlo?

- ¡No es más que un pendejo! – Murmuro Emmett- cree que haciendo todas esas idioteces de llamar a gente por los periódicos y todo ese escándalo ____ lo perdonara...

- Esperen... ¿de qué me están hablando? ¡Que es lo que ha hecho James...!- me queje.

- Él está en esta... especie de campaña... lo he visto llamar a medio mundo y hacer hasta un spot publicitario por la radio... esta medio desquiciado... - bufo Emmett.

- Pero Charlie... ¡detenlo!- suplique.

- ¡No puedo! – me dijo, con un dejo de desesperación.

- Yo podría hacer algo – decía Emmett, mientras se sobaba los nudillos.

- Emmett esa no es la solución- gruñí-

Me sentía perturbada. James estaba actuando como lunático y yo aquí sin poder hacer nada.

De pronto el médico guapo entro hecho una tromba, sin preguntar nada... lo quedamos mirando, seguros de que se le había soltado algún tornillo...

- ¡¡Lo encontramos, lo hemos encontrado...!!

Yo seguí sin comprender, aunque Charlie y Emmett de pronto parecían tan alegres como el...

El médico guapo se acercó a mí, y me tomo una de las manos, emocionado.

- ¡Encontramos un donante!- me dijo, con los ojos brillantes.

Yo me senté en la cama de golpe.

- ¿Pero quién...?

- El chico loco ese... ¡logro su objetivo, él lo consiguió...! encontramos al donante. ¡La operación se llevara a cabo esta misma noche!

Me tendió un papel tembloroso, mientras mis ojos trataban de buscar el nombre del ángel que me devolvería la vida...

El papel se me escurrió entre las manos en cuanto leí el nombre. Los ojos se me inundaron en lágrimas y el sollozo escapo de golpe de mi pecho, haciéndome estremecer por completo.

No podía ser...

El papel mostraba muchísimas cosas sin sentido, pero una de ellas me llamo fuertemente la atención. Era un nombre muy conocido para mí, pero jamás pensé que estaría haciendo esto... no después de todo lo que había pasado...

Donante: Renne Dwyer

El doctor aun me seguía mirando eufórico, y yo le devolví una pequeña sonrisa. El pobre estaba tan emocionado...

Y fue entonces que lo vi. Su pelo bronce resaltaba entre todo el blanco del hospital, detrás del ventanal de mi habitación. El corazón me dio un brinco. Estaba de pie, con una sonrisa hermosa, la más hermosa que le había visto nunca... Pero no pude seguir mirándolo. Algo me obstruyo la visión y no pude actuar con rapidez. Antes de que lo hubiese siquiera pensado, los labios del doctor guapo estaban sobre los míos... 

Pervirtiendo a James Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang