"Monstruo" Parte 3

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Pero mi mente traicionera me la traía una y otra vez convertida en un monstruo. _______ golpeando, _______ maldiciéndome... _______ besando a otro... _______ partiendo mi corazón en mil pedazos.

La había visto con mis propios ojos... como aun así deseaba estar con ella... debía estar rematadamente loco. Demente.

Además, yo no podría simplemente acostarme con alguien por gusto. Yo ya lo había intentado y era imposible. Si sentía que con _______ podía hacerlo era por una razón muy simple. La amaba. Todavía y a pesar de todo. Podían pasar seis mese como seis años y no podría sacármela de la mente.

Me enfurecía de nuevo. En la casa estaban todos descansando, Ángela había sido acomodada en la habitación de huéspedes y todos ya estaban dormidos o al menos eso parecía. Yo no podía ni pensar en pegar un ojo.

Salí de la casa, frustrado y me subo al coche de Ángela, acelerando con furia. Luego de unos minutos, me di cuenta que me encontraba en la casa de _______. No sabía que mierda hacia allí. Mire la casa y vi que la habitación de ella estaba con la luz encendida. Eran las jodidas tres de la mañana.... ¿Es que ella estaría con alguien...?

Otra vez la furia. Si seguía así me iba a terminar dando algún problema de índole cardíaco. Y entonces, la vi asomarse a la ventana. Estaba triste. Lo vi en su cara. Salí del coche como un autómata y al cerrar la puerta ella se volvió hacia mí y me vio.

Mierda. Esto no estaba en los planes.

La vi desaparecer y me dio miedo de que corriera a llamar a seguridad o algo peor. Ya me estaba arrepintiendo de haber ido hasta allá y me estaba metiendo de nuevo al coche cuando la vi aparecer en la puerta de entrada.

Estaba vestida solo con un diminuto short y una camiseta que le quedaba algo grande y se le deslizaba por un hombro. Con el cabello suelto. Me miro con rostro anhelante.

Me quede detenido. Toda mi vida se puso en pausa y me la quede viendo como si viera una aparición celestial. Sus piernas largas, su cintura y sus suaves curvas... llamándome.

Sentí que se me escapaba un gruñido y me acerque a ella. La vi nerviosa y casi al borde de la hiperventilación. Ella me miraba. Yo la miraba.

Entonces, sucedió.

La tome con tal fuerza que la levante del suelo de un solo abrazo, dando la vuelta y poniéndola sobre el capo del auto de Ángela. Mis manos le aprisionaron el cuerpo y su calor me invadió hasta la medula espinal. Sublime. Luego vi sus labios entreabiertos y todo se fue por el caño. Mis labios se estamparon con furia sobre los suyos, desesperados y ella perdió sus manos en mi cabello, tan desesperada como yo.

Mis manos levantaron su camiseta y acariciaron su suave piel. Se me escapo un gemido extasiado al sentir su suavidad y apreté mi agarre. Sus manos no se quedaron atrás y se perdieron bajo mi camisa, acariciando mi pecho y mi abdomen, haciéndome gemir audiblemente, mientras mis manos se aferraban a sus senos, libres debajo de su escasa indumentaria. _______ lanzo un gemido ahogado, mientras se separaba de mis labios solo para pegarlos a mi cuello, haciendo que la electricidad avanzara por mi cuerpo, centrándose en la parte baja de mi cintura. La aferre del trasero para apegarla a mi intimidad, ganándome otro gemido desgarrado. Quería poseerla, llenarla. Mis labios enfebrecidos se apoderaron de su cuello, bajando por su piel hasta poder posar mis labios en la curva delicada del nacimiento de sus senos. Comencé a moverme sobre ella sin percatarme de que ya casi estaba sobre su cuerpo, aplastándola, pero a ella no parecía importarle. Aferre sus muñecas sobre su cabeza, para tener mejor accesos a la piel de su cuerpo. Mis manos acariciaron, mientras apretaba, demasiado extasiado en su aroma. Desee hacerle el amor de tal forma, que se pudieran borrar las huellas de todos los hombres que habían estado antes de mí. No era posible. Los pensamientos se me entremezclaban entre los recuerdos de su cuerpo y los recuerdos de ella con otro. Furia mezclada con deseo. Mala combinación.

Sin pensarlo mucho mis manos rasgaron su camiseta, dejando expuesta la suave piel se su vientre. _______ lanzo un grito asombrado, mientras la sentí tensarse bajo mi peso.

- James – escuche que me decía.

Pero yo no escuchaba. De la pasión, pase a un deseo desesperado besándola con rudeza y jalando su cabello con más fuerza de la necesaria. Mordí su hombro, con fuerza, marcándola. Mis manos aumentaron su presión de agarre, sin que yo me diese demasiada cuenta. Estaba enceguecido.

- ¿Esto es lo que te gusta, verdad?- le pregunte mientras perdía una manos dentro de su short- la volví a morder- ¡Responde!, ¿esto es lo que querías?- Casi le grite.

Mis manos de nuevo se aferraron con fuerza a ella, mientras mis caderas empujaban para buscar más roce. Sus manos se apretaban en puños y vi que su rostro palidecía levemente.

- ¡James! – volvió a decir ella, con un poco mas de fuerza en su voz.

Comencé a sentir que sus manos me daban un ligero rechazo, lo cual no hizo más que enfurecerme, y tome el borde de su pequeño pantalón, rasgándolo también.

No supe en qué momento me gane una sonora bofetada, y yo retrocedí asustado.

- No de esta manera – escuche que me dijo, con voz temblorosa.

Vi a _______ temblando, mientras trataba inútilmente de tapar su cuerpo con la ropa que yo mismo había roto. Me lleve las manos al cabello, desesperado por lo que acababa de hacer. No sabía qué demonios me había sucedido para actuar como un poseso.

- Yo... lo siento- fue lo único que pude decir, mientras _______ se encaminaba a la puerta de su casa.

Ella no respondió y yo subi al coche con rapidez, metiendo el acelerador afondo y huyendo una vez mas del lado de _______.  


Pervirtiendo a James Donde viven las historias. Descúbrelo ahora