Jonathan Good o como yo le digo siempre, "Señor Good". Es el mejor amigo de mi papá, ambos se conocen desde que eran unos niños y él me conoce a mí desde que yo nací, cuando yo tenía tres años él se fue llamado para la guerra dado que lo habían ascendido a capitán, por ello estuvo muchos años fuera, peleando en la guerra ya que ese era su deber.
Él es demasiado atractivo a pesar de tener ya 40 años; alto, de unos preciosos ojos azules con pequeñas manchas grises que los hacían ver únicos, manos grandes y ásperas por mucho trabajo hacen que se vea extrañamente sexy, su cabello es castaño con pequeñas ondulaciones al final, su cuerpo está demasiado trabajado y robusto por sus largos años de entrenamiento militar y trabajo de capitán.
Es demasiado amable y lo increíble es que está divorciado, su ex esposa Renee Young lo engañó con otro hombre mientras él estaba en la guerra peleando y cuando él volvió ella le pidió el divorcio con la excusa barata de que estaba cansada de tener que esperar tantos años para poder verlo debido a su cargo militar y un sinfín de cosas más, por ello se divorciaron.
Fue doloroso para él pues la ama demasiado, ella fue una completa estúpida al dejar a un hombre como el señor Good, si yo estuviera en su lugar jamás lo habría dejado, al contrario con más ansias y emoción hubiera esperado su regreso, pero pensándolo bien, es mejor así porque ahora que él está libre algún día pueda que él se fije en mí.
Cuando yo tenía 10 años lo volví a ver, me parecía muy lindo pero fue hasta los 13 años de edad cuando finalmente pude descifrar que era lo que sentía, él señor Good me gustaba; comencé a descubrir muchas cosas nuevas a esa edad pero hasta los 15 años fue cuando mi cuerpo se comenzó a formar bien, ya no era aquella niña de 10 años ahora era un señorita esperando a convertirse en mujer.
Soy muy selectiva, se con quién estar y con quién no. Me gusta ser deseada por los hombres y también me encanta que sean mayores que yo, mucho más porque los hombres maduros son los que tienen mucha experiencia en todo y no son estúpidos como los chicos menores que solo con comenzar a penetrarme ya están terminando en mí, es algo que detesto.
Pueden gustarme muchos hombres en esta vida, pero ninguno se compara con el señor Good, lo he estado deseando por muchos años y fue por él que experimente mi primer orgasmo, tocándome mientras su imagen estaba en mi mente. Cuando tuve relaciones por primera vez me imagine que era con él con quién estaba, deseo al señor Good con demasiada pasión, tan solo ver su anatomía me excita y me humedece, tan solo pensar en él me podría provocar tres orgasmos seguidos, es por él, siempre ha sido él el causante de mi deseo.
El señor Good siempre llega a casa los domingos para hacer el típico almuerzo con mi papá, ven televisión o películas como dos viejos amigos. Mi mamá siempre me pide que sirva la mesa y la comida, cuando él llega trato de ponerme más provocativa para que me vea y lo he logrado algunas veces pero él siempre se muestra respetuoso y serio.
No tengo novio porque pienso que el día en que yo tenga uno será porque de verdad me haya enamorado de él, lo cual es prácticamente imposible porque nunca me he enamorado y no creo hacerlo. Aunque hay veces en que pienso que lo estoy del señor Good y es que como no pensarlo si él es maravilloso, guapísimo y sensual ¡Es ardiente! Lo deseo tanto dentro de mí, haciéndome suya y gritar su nombre a los cuatro vientos mientras me retuerzo de placer debajo de él.
Ayer fue domingo y él vino a mi casa como siempre. Me puse un vestido blanco sin tirantes y muy tallado a mi cuerpo. Él solamente me observaba cuando servía los platos y la comida en la mesa, podía sentir su mirada sobre mí y eso era algo que me agradaba, trataba de poder caminar y moverme lo más sensual y provocativa posible, claro sin exagerar tanto porque papá y mamá podrían darse cuenta.
Él nunca ha mostrado ningún interés en mí hasta ayer, cuando ya estaba ebrio con mi papá y me pidió que les sirviera una taza más de cerveza. Ellos estaban sentados en una mesa redonda del jardín frente a frente, cuando le serví a mi papá su taza me incline un poco y levante mi trasero enfrente del Señor Good , luego serví la de él y me agache más para que él viera mi escote y lo conseguí, él vio mi escote disimuladamente pero aun así pude notarlo.
Hoy es el día en que lograre que el Señor Good me haga suya, hoy es el día, tiene que serlo, quiero conseguir acostarme con él antes de que vaya a una Universidad donde solo hay mujeres, es como un internado así que no podre tener sexo durante mucho tiempo y quiero lograr que el Señor Good me haga suya al menos una vez.
Mis padres no están en casa y regresaran hasta las diez de la noche, andan haciendo unas diligencias. Aproveche para darme una ducha y luego de eso me masturbe con mi consolador, me llena a la perfección pero claro que no es como uno verdadero, no se compara con uno de verdad, pero me ha hecho disfrutar y gemir durante muchas noches y hacer que explote en un delicioso orgasmo.
Cuando termine con mi consolador me puse mi bata y vi por mi ventana, el Señor Good estaba en el jardín podando el césped, agarre mi consolador, baje las cortinas de mi ventana dejando solo una parte abierta para poder verlo y me abrí la bata, metí mi consolador y comencé a masturbarme viéndolo a él e imaginando que era él quien me estaba penetrando. Con mi otra mano agarre uno de mis pechos y empecé a juguetear con él, imaginando que sus manos eran las que me tocaban.
Joder, sin duda necesito que el señor Good me haga suya de una buena vez.
𝓉𝑜 𝒷𝑒 𝒸𝑜𝓃𝓉𝒾𝓃𝓊𝑒...