Skyler
Alcancé a Chase una vez que salí de la casa.
Chase quiso detener a Jason de ir con nosotros, pero él ya estaba metido dentro del auto. Los vidrios del auto de Nate eran polarizados, así que no podía ver la expresión de sorpresa de Nate por ver a Jason.
Sé que Jason no tenía que ir con nosotros porque Nate justamente quería tener un momento para despejarse de sus pensamientos y su enamoramiento de Jason, y ahora el chico que le gustaba iba a dar el paseo con nosotros. Supongo que, en parte, era mi culpa que esto pasara y tenía que pedirle disculpas a Nate por eso. Y a Jason, porque él solo venía para asegurarse de que nada me pasara. Sé que para Jason también iba a ser incómodo este viaje, pues él era consciente de que Nate tenía sentimientos hacia él. Menos mal que Nate no sabía que Jason sabía, y qué bueno que Chase tampoco tenía idea de que Jason escuchó la conversación, o se molestaría conmigo.
—Skyler, Jason no tiene que venir con nosotros por lo que ya sabes —se molestó.
—Lo sé, lo siento, pero él se ha colado solo —me encogí de hombros, incómoda—. Perdón, no fue intencional, no te enojes conmigo.
—No es que me enoje, es que esto va a ser incómodo para todos —susurró para que los vampiros del auto no escucharan. Qué suerte que algunos autos transcurrían por la calle, porque si no nos habrían descubierto.
Chase me abrió la puerta del auto y esperó a que me subiera. Él se sentó en la parte del copiloto.
—¡Hola, Nate! —saludé a mi amigo, quien tenía las manos sobre el volante y se notaba tenso.
Miré a Jason y él rodó los ojos.
Leí en un movimiento de labios que Jason me decía que le debía una grande.
—Hola, Skyler —su tono de voz no fue de muchos ánimos.
Antes de que Nate arrancara el auto, Chase tuvo la brillante idea de hacerle una pregunta a Jason. Prácticamente, la pregunta era un indicativo de que Chase quería que Jason se largara y no se molestaba mucho en ocultarlo. Eso me recordaba mucho al Chase de antes, el que peleaba por todo con Jason.
—Brujita, ¿no tenías trabajo en el bar hoy? Estuve ahí hace un rato, y para ser temprano, había mucha gente. Creo haber visto en la lista de turnos del bar que te toca trabajar.
Jason rodó los ojos.
—No, hoy no me toca trabajar. Tengo el día libre. Zach se está encargando de todo allí. Y no me digas brujita, demonio. Gracias a ti dejé de serlo.
—Claro, Drácula —lo molestó.
—Por favor, no se peleen ahora, ¿de acuerdo? Amor y paz —intervine—. Pensé que esas cosas habían quedado en el pasado.
—Yo también, pero tu novio ha empezado.
—No somos novios —le aclaré a Jason, poniéndome nerviosa.
—¿No lo son? —se metió Nate.
—No, no lo somos —respondió Chase.
—¿Y por qué llegaste a casa feliz diciendo que Skyler y tú se besaron anoche?
Mis mejillas se colorearon de rosa.
—¿Y si mejor no dices nada, Nate? —propuso Chase.
De todas formas, fue bonito enterarme que Chase fue feliz a su casa por habernos besado. A mí también me gustó mucho.
—¿No era que no iban a besarse hasta que fueran novios? —recordó Jason.
—¿Qué tal si tú también te callas, brujita?
—Detesto que me digas así —se quejó.
—Mejor no peleemos o arruinaremos el viaje, ¿está bien? —Los detuve.
Nate arrancó el auto y yo abrí la ventanilla del auto. No tenía idea de a dónde íbamos a ir, pero sabía que esto estaría silencioso.
Chase dijo que iríamos al lago y que pasaríamos un rato allí. Los chicos llevaban algo para beber del bar.
Miré a mi mejor amigo, notándolo extraño. El viaje fue silencioso y, cuando Chase y Nate se quedaron a un lado del auto para sacar las cosas, Jason y yo nos fuimos a buscar algún sitio cómodo para quedarnos, pero fue una excusa para que él y yo hablábamos a solas del asunto.
—Tienes que actuar como si tú no supieras nada de lo que ya sabes —susurré cuando estuvimos lejos de los White.
—¿Qué crees que estoy haciendo? Lo intento.
—Pues no parece.
—No parece porque tú sabes que yo sé lo que ellos no quieren que sepa. No diré nada, no te preocupes, ni haré ningún comentario. Es lo suficientemente incómodo para mí también, por si no lo has notado, Skyler. Nate está enamorado de mí. Ni en tres millones de años pensé que eso llegaría a ocurrir. Estamos hablando de Nate White, ese molesto idiota que iba a nuestra escuela y pasaba sus días escolares haciéndome la vida imposible con su sola presencia. Jamás nos agradamos, ¿y ahora resulta que está enamorado?
—Eso fue hace mil años, Jason. Ese Nate que te odiaba ya no está, y el Jason que odiaba a Nate White tampoco existe más. Tú y él son amigos.
—Sigue siendo extraño —negó, sin creérselo—. No tiene nada de malo, pero me ha tomado desprevenido.
—Nate es un gran chico, deberías salir con él y darle una oportunidad.
—¿Estás loca? —me miró seriamente.
—¿Qué tiene? Tú no tienes problema con estas cosas. Hasta dijiste que saldrías con un chico.
—Sí, pero estamos hablando de Nate... es raro.
—Apuesto a que ustedes dos terminan juntos al final de la historia.
—Sí, definitivamente estás bien loca. Lo que te está pasando te está aflojando el único tornillo que tienes en la cabeza.
—¡No seas así!
Los chicos llegaron con nosotros poco después. Jason y yo ya estábamos sentados.
Chase tomó asiento a mi lado y Nate al lado de Jason. Los noté algo incómodos a los dos.
—Debí haber invitado a Zach también, a él le habría gustado venir con nosotros. Y a Andrew —mencionó Nate, mirando el lago.
—Sí, pero si ellos venían yo no iba a entrar en el auto con ustedes y no habría podido venir —respondió Jason, pero creo que su respuesta fue inconsciente. Claramente, Nate dijo eso porque si sus hermanos venían esto sería menos incómodo para él.
Chase pensó lo mismo que yo, pude verlo en su mirada, y supe que él arrojaría algún comentario.
—Podrías haber venido corriendo. Tus piernas funcionan —se burló.
—Sí, claro. ¡Qué lástima que no lo pensé!
—O podrías no haber venido y listo.
—Chase, compórtate —le pedí, dándole un leve codazo y sonriéndole para disimular la situación. Con mi mirada le pedí que se detuviera, que dejara de lado sus comentarios. Esto ya era lo suficientemente incómodo como para que Chase incomodara a Jason por haber venido.
—Lo siento, pero es que creo que no era necesario que Jason viniera con nosotros para asegurarse de que todo está bien entre nosotros, Skyler. Es que pensé que ya habíamos superado todo el lío y el desprecio que tus hermanos tenían por mí —me contestó, con algo extraño en sus ojos. Creo que él estaba algo dolido por lo que dijo mi hermano en casa, y me sentí mal por eso. Chase no sabía realmente por qué Jason vino conmigo hoy, y quería decirle, pero le prometí a mis hermanos que no lo haría. Sin embargo, me moría de ganas de hacerlo, porque no quería ocultarle nada a él—. O debo decir: tienen por mí.
Todos queríamos que este momento no fuera incómodo, pero lo era, y creo que ninguno estaba aportando para que esto mejorara.
—¿En serio Jason ha venido porque tus hermanos tienen miedo de que algo malo pase? Pero te dejaron ir a casa la otra noche... eso no tiene mucho sentido —se metió Nate.
No, no lo tenía.
Recién llegábamos y yo ya me quería ir a mi casa.
—Bueno, si tengo que decir algo, y no es por ofender a tu hermano, Nate, creo que los hermanos de Skyler hacen lo correcto al preocuparse por ella y hacerme venir a mí para asegurarme de que todo esté en orden. ¿O debo recordar todo lo que ha pasado antes? Chase le hizo cosas horribles a Skyler.
Chase se tensó. Pude notarlo, pude sentirlo.
Noté cómo Chase miró mal a Jason, pero también supe que él se sentía muy culpable por todo lo que me hizo en el pasado. Sin embargo, no estaba de más mencionar que Chase no estaba en sus casillas cuando pasó todo lo que pasó. Él estaba envenenado por su parte demonio.
—Chase, tranquilo —hablé bajito y acaricié su espalda para que se destensara, pero eso no funcionó. Miré a Jason y le advertí con la mirada que se quedara callado y no fuera por ese camino, pero él no me estaba viendo a mí, sino que veía a Jason—. Jason... no vayas por ahí. Mejor quédate callado, ¿de acuerdo? —ordené.
—¿Era necesario que mencionara esto, Jason? ¿No tenías algo más para mencionar? —Chase estaba conteniéndose para no insultar a mi amigo. Creo que estos dos nunca se iban a llevar muy bien en la vida. Pensé que ambos habían hecho las paces, pero, por lo visto, seguían rencorosos el uno con el otro.
—Puedo mencionar que me mordiste, me mataste y me convertiste en lo que soy, eliminando para siempre mis poderes de brujo, que, por cierto, si no lo sabías, amaba y extraño demasiado —Jason fue filoso con su respuesta y con la manera en la que desafió a Chase con la mirada.
Chase no era la misma persona de antes. El Chase descontrolado de hace algunos años habría amenazado con pegarle a Jason, o lo habría hecho sin previo aviso, pero el Chase de ahora se limitaba a mirar mal a mi amigo. De todas formas, la mirada de Chase era muy intimidante. Era una mirada asesina.
—No me mires así, Chase. Solo estoy haciendo mi deber.
Su deber... su deber era cuidarme, no decir todas estas cosas.
Jason se levantó del suelo y Chase hizo lo mismo.
—No entiendo quién te crees que eres, Jason. No intentaría dañar a Skyler jamás, y si lo hiciera, tú no podrías detenerme porque eres débil contra mí. Te noquearía en un segundo.
Nate se levantó por si acaso, no sin antes lanzarme una mirada.
—¿En serio? ¿Por qué no lo haces, Chase? ¿Por qué no me golpeas de una vez y demuestras lo fuerte que eres?
También me levanté.
—Okey, machitos. ¡Es suficiente! —intervine y me metí en medio de ellos. Jason me miró y volvió a ver a Chase. Hice que Jason retrocediera y se alejara y tomé a Chase de la mano y empecé a caminar para alejarnos de Jason.
Necesitábamos un momento para que esto se calmara.
—Parecen dos niños peleando como estúpidos. ¿Por qué tenían que arruinar este momento? —dije fuerte para que me escucharan.
Estos dos me hicieron enojar.
Chase caminó conmigo sin ánimos.
—No sé por qué le hablas así a Jason. Él solo ha venido en paz y lo atacas —recriminé.
—¿Atacarlo? ¿Yo? Él también me dijo cosas hirientes y lanzó muy bajo. No puedes ponerte de su lado, Skyler —Chase estaba indignado. Seguimos caminando, pues mi intención no era detenernos.
—Sí, pero tú fuiste quien empezó a provocarlo y él te siguió la corriente.
—¡Porque él se ha colado en un paseo al que no ha sido invitado! Te dije claramente que Nate siente algo por él y tú dejas que él venga —me reclamó, molesto.
—¡Yo no lo dejé venir! ¡Fue él quien se coló en el paseo! —me defendí, molesta con Chase. Esto definitivamente no se suponía que terminaría de esta forma.
Esto no era cuestión de bandos. Esto era cuestión de que ambos se estaban comportando como dos tontos peleando por algo que no tenía sentido. A Chase no le gustaba que Jason estuviera aquí, y a Jason no le quedó otra opción porque solo quiso ser buen amigo y cuidarme (y armó una pelea con mi casi novio), así que los dos debían calmarse de una vez y dejar de actuar como dos niños descontrolados diciéndose cosas hirientes el uno al otro.
—Podrías haberle dicho que no lo hiciera. Haces que mi hermano se sienta mal.
—¿Yo? —elevé las cejas—. Esto no es mi culpa.
—Solo dile a Jason que se largue.
—Tú pareces más molesto que Nate. ¿Acaso tienes algún problema en especial con Jason? —me crucé de brazos mientras seguíamos caminando. No sé a dónde íbamos, pero esperaba que no termináramos perdidos por ir discutiendo—. Pensé que tú y él ya se llevaban un poco mejor. No espero que lo ames, pero espero que, al menos, seas gentil y no lo eches a patadas.
—Es que mi problema no es Jason, Skyler.
—¿Entonces?
Chase se detuvo. También me detuve a verlo.
—Tu familia es mi maldito problema. Me molesta que no me defiendas, que no me apoyes. Sí, por Dios, sé que la he cagado miles de veces en el pasado y que he sido una mierda, pero las cosas entre nosotros ahora van bien, tu familia nos estaba dejando en paz, ¿y ahora te vigilan porque no quieren que vengas sola conmigo? Ni siquiera estás sola conmigo, está Nate también, quien te ha protegido todo el tiempo en el pasado y no dudaría en hacerlo otra vez si necesitas ayuda. —La mandíbula de Chase estaba tensa, al igual que sus hombros. La mirada de Chase expresaba su confusión, preocupación y decepción. Me dolía que él pensara que no lo defendía, cuando sí lo apoyaba, pero el problema verdadero aquí no era ese y no era mi familia. Él no sabía la verdad.
Se me formó un nudo en la garganta de la angustia y la impotencia.
Sé que en las relaciones es algo normal que, a veces, se tengan discusiones, pero odiaba discutir con él y odiaba que él se sintiera de esa forma. Podía ver en el brillo de los ojos de Chase que él estaba triste y le dolía mi actitud y la de mi familia. Creo que él no quería ser malo con Jason, pero la situación se le estaba yendo de las manos. Y las cosas horribles que mencionó mi mejor amigo estuvieron fuera de lugar, y sí, fueron golpes bajos, no solo para Chase, sino también para mí, porque yo estuve involucrada en eso y sufrimos muchos al respecto.
Nadie tenía nada en contra de Chase ahora. He de ser sincera, mis hermanos no tenían la mejor opinión de Chase, ni siquiera mi madre o mis tíos, incluso mi propia prima, que era su cuñada, pero ellos no se entrometían más entre él y yo y ya no me vigilaban como tóxicamente lo hacían hace años atrás. Las cosas eran muy distintas ahora porque Chase ya no era un peligro para mi existencia.
Creo que tenía que decirle la verdad. Rompería mi promesa con mis hermanos, pero, seamos sinceros, ellos me dejaron entre la espada y la pared. No decirle al chico que me gusta y con quien futuramente tendría una relación, es horrible. Chase tenía metido un cuento en la cabeza que no tenía nada de realidad, pero la mentira le afectó y por eso ahora estábamos como estábamos.
—Dime, ¿acaso esto siempre va a ser así, Skyler? ¿Siempre seré despreciado por tu familia y no podré tener una vida contigo como lo deseo? —preguntó, con la voz rota. Chase nunca fue de mostrar mucho sus sentimientos cuando estaba triste, pero creo que hoy estaba permitiendo que yo lo viera en su estado real—. No soy una buena persona, soy una mierda y lo tengo bien claro, pero si hay algo que sé, ahora que nada malo me rodea y nada malo le está afectando a mi cabeza, es que no te lastimaré. No sé de qué otra manera decírtelo para que lo entiendas, incluso no sé cómo hacer que tu familia pueda confiar en mí, pues nada de lo que les diga les hará entender lo que siento por ti. —Los ojos de Chase estaban algo brillosos, pero él se resistía a las lágrimas.
—Chase... —dije débilmente.
—No sé si podremos estar juntos y en paz así. No sé si esto sea una buena idea para nosotros.
—¿A qué te refieres? —temí preguntar.
—Me refiero a que tenemos que terminar... lo que sea que tenemos. Duele amarte y no poder estar contigo.
—Pero sí podemos estar juntos, Chase —me negué. Esta conversación empezaba a darme miedo.
El hecho de pensar en separarnos (más allá de que aún no éramos novios) no me gustaba en lo absoluto. Menos por un malentendido y una mentira. Tal vez, él se molestaba conmigo por no haberle dicho antes, pero ya no podía guardarme nada.
—¿En serio crees que podrás ser feliz conmigo? Tu familia terminará llenándote la cabeza. Ya me siento muy mal todos los días de mi vida por todo el daño que te causé, y parece que todos lo tienen presente en su mente y que esperan para recordármelo.
Verlo así, tan expuesto, tan sincero, me rompía el corazón.
Solté una lágrima, estaba angustiada. Chase no dudó ni un segundo en acercarse a mí para abrazarme.
—No vas a dejarme. No lo acepto. No es por eso que Jason ha venido, Chase. No es por ti, es por mí —confesé, aferrada a sus brazos.
—No estoy entendiendo lo que me dices, Skyler. —Chase quiso tomar distancia para verme a la cara, pero yo no permití que me soltara. Chase se rindió a la primera.
—Me está pasando algo.
—¿Algo? ¿Qué te está pasando? Sigo sin comprender.
—Hay algo malo en mí.
—¿Qué? —Ahora sí se separó de mí, a pesar de que yo no quise. Chase me miró confundido, pero su confusión creció mucho más. Sus cejas se fruncieron e hizo una mueca de disgusto.
Pensé que me diría algo malo, que estaría enojado.
—¿Qué tienes en los ojos? —Tomó mi rostro y miró mis cejas—. ¿Esas son... venas?
Oh, no...
No otra vez.
—Skyler —Oí la voz de Jason a mis espaldas. Me di la vuelta para verlo. Estaba con Nate—. Debemos ir a casa ahora —ordenó, mirando mis ojos.
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Espero que disfruten del capítulo. Los amo.