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Chase

Se suponía que este viaje era para reconectarme conmigo mismo, uno en el que refrescaría mi mente y estabilizaría mis emociones, alejándome de lo que sabía que ya no estaba aportando en mi vida. Tengo que admitirlo, el primer día fue duro conducir por la carretera con todos esos pensamientos de remordimiento y culpa, mezclados con enojo y rencor. Pero fue más duro no dar la vuelta y hacer las paces con ella.

Esa era la opción más fácil, me cuestioné por qué no podía dejar mi propio orgullo de lado y centrarme en al amor que sentía por ella, pero esto no funciona así. De hecho, nada debe funcionar así, porque el simple hecho de querer forzar algo e ignorar algo que duele, es el primer paso para demoler aún más lo que se ha roto. Sin embargo, aquí estaba otra vez, en Hasser, en un ridículo baile de graduación con exageradas decoraciones y adolescentes con las hormonas por los aires.

Nate fue quien me llamó durante todo un día, fue un pesado de mierda intentando convencerme de venir a la graduación de Skyler. Todas las veces que me llamó, le dije que no, mi orgullo no me dejaba dar el brazo a torcer. Hasta que me acosté en la noche y no pude pegar ojo. No llegué a su ceremonia de graduación, pero mi asistencia en el baile iba a ser segura, aunque sí, mi egoísmo varias veces hizo que me replanteara la idea.

Skyler y yo apenas tuvimos unas horas para pasar tiempo juntos antes de que Sam llegara y todo se fuera a la mierda. Siento que, en parte, esa noche fue una despedida para nosotros, pero una despedida a medias. Por eso también me di la oportunidad a mí mismo de regresar para verla, necesitaba una despedida como corresponde. Tal vez esta noche realmente iba a ser la última vez que la vería, porque después del baile tenía planeado no mirar atrás, no solo por lo que ocurrió con Sam, sino por lo que éramos.

Bruja y vampiro.

Ya hubo un bebé de por medio. Si seguíamos, podía pasar otra vez y no quería verla sufrir. Mucho menos traer una abominación más al mundo.

Cuando la vi bailando con Nate, dudé en acercarme a ella. Para ser sincero, me ponía nervioso volver a interactuar con Skyler, pero también me moría por tocarla y besarla. Disfrutaría cada momento de esta noche. Skyler giró a verme y, aun desde la distancia, vi el brillo en sus ojos. No me esperaba aquí.

Dios, se veía tan guapa con ese vestido.

Me acerqué a ella con el corazón acelerado, bastante triste. Fingí estar bien.

—¿Me dejas invitarte a bailar conmigo? —Tomé su mano.

Su corazón latía alocadamente, lo escuchaba a pesar de la música fuerte. No sabía dónde meterse de los nervios, me pareció algo muy tierno.

—Bien, tórtolos, mi trabajo ha concluido aquí. Me voy a buscar chicas. —Nate se fue casi a las corridas.

Era muy raro. No sabía cómo abordar la situación. Comprendía la confusión en su rostro, las preguntas que probablemente ella estaba haciéndose.

—Esta noche haremos de cuenta que no ha pasado nada malo, ni siquiera pensaremos en que eres una bruja y yo un vampiro. Hoy somos normales —pauté.

No me salía decirle en el momento que después todo seguiría igual.

—Significa mucho para mí que estés esta noche conmigo, Chase.

Lo sabía. Sus ojos brillosos lo gritaban.

Sus manos viajaron hasta mi cuello para rodearlo, mientras que mis manos tocaban ligeramente su cintura. La canción que sonaba era Careless Whisper. Esta es una de las canciones favoritas de Madeline, cuando se estrenó en los 80. Mis hermanos y yo fuimos obligados por ella a ir a un concierto de George Michael. Siempre dije que no me gustaba la canción, pero no era cierto, era una de mis favoritas, la letra era poesía. Esta noche, reafirmaba que era una de mis canciones favoritas porque la bailaba con ella.

Atracción destructiva +18Where stories live. Discover now