41 | AD2

3.8K 484 363
                                    

Skyler

Jason estaba en la pista de baile, algo borracho pero feliz. Muchas personas lo miraban moverse, sobre todo las chicas, pero él no se daba cuenta de eso y continuaba moviéndose solo, en total descoordinación con la música. Se lo veía tan feliz que lo envidiaba, de la buena manera, por supuesto. Me hizo una seña para que me levantara de mi asiento, pero negué con la cabeza, pues quería descansar un poco, tanto baile me había dejado agotada.

Cuando cruzamos la ciudad, lo primero que hizo Jason fue encontrar un hotel donde pasar la noche y averiguar sobre alguna fiesta. Él y yo nos colamos en una fiesta, en un casamiento, haciéndonos pasar por los primos del recién casado. Para nuestra suerte, nos dejaron pasar y ya llevábamos más de tres horas disfrutando de la buena música y robando la comida de la mesa dulce. Claro que la primera opción que tuve en mente fue salir a una discoteca, pero Jason prefirió que nos coláramos en una fiesta privada por la calidad de la comida. Cruzar las puertas del salón tuvo algo de adrenalina para ambos.

—¡Ven a bailar! —exclamó Jason, sonriendo emocionado.

—Gasto energías por dos, ¿recuerdas? —sonreí, acariciando mi panza. Esta era como la décima vez en el día que me enganchaba tocándome el vientre, como si fuera que, inconscientemente, quisiese darle cariño al bebé.

Bailar durante tanto tiempo realmente me hizo olvidar todo, esta noche me había reído como hacía mucho tiempo no hacía, pues Jason estaba borracho y a veces se caía al suelo y eso me causaba un poco de gracia. También, conocí a un par de chicas muy divertidas, de casi mi edad, tal vez un poco mayores que yo, con las que compartí un par de risas durante un rato, mientras Jason iba al baño a vomitar.

—¿Quieres agua? Puede buscarte agua si quieres —acarició mi espalda.

—Jas, he tomado agua toda la noche, tú eres el que necesita agua, estás borracho. Ni siquiera sé cómo es que tienes tanta energía si has vomitado todo lo que ingeriste.

—Soy vampiro, ¿recuerdas? —su tono de voz fue alto. Una chica oyó lo que él dijo y lo observó de forma rara—. Es una broma —se apresuró a aclararle.

La muchacha lo observó un segundo más y se alejó de nosotros.

—Cree que estoy loco.

—O se ha espantado por tu olor a vómito —bromeé con una sonrisa, viendo cómo él entrecerraba los ojos.

Le dije a Jas que pronto volvería a la pista de baile, que necesitaba descansar un poco más. Observé a mi amigo moverse torpemente otra vez, hasta que se me dio por tomar mi teléfono y revisar si había algo importe.

Tenía tres llamadas perdidas de Sam.

Fruncí mis cejas inmediatamente y entré a la aplicación de mensajes para llamarlo por teléfono. Él estaba enojado conmigo, era un chico muy orgulloso, así que si me llamaba, por algo importante debía ser. Tal vez ocurrió algo con Chase.

Lo llamé, pero no él no respondió a la primera llamada. Probé en la segunda.

—Skyler —su voz me sobresaltó un poco, hasta me generó un escalofrío. Su tono era serio.

—Sam —respondí. No sabía qué tono usar con él.

—Quiero hablar contigo.

—No estoy en Hasser.

—Lo sé, estás en la ciudad —respondió. ¿Y él cómo sabía eso?—. Tu madre me lo dijo cuando fui a tu casa.

—¿Te encontró en mi habitación? —agrandé los ojos.

Atracción destructiva +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora