Skyler
Marie Landon era más interesante de lo que pensábamos. O más loca.
Cuando oí su nombre, supe que lo había escuchado de alguna parte, o que lo había leído alguna vez, pero no recordé de dónde hasta que Loren mencionó que era una bruja. Allí recordé que leí su nombre en uno de mis grimorios más viejos. Claro que si Loren no mencionaba que Marie era esa mujer loca que amarraba a los hombres a ella para que estuviesen perdidamente enamorados, esa que, luego, cuando se aburría, los asesinaba cruelmente para tener un alma que ofrecerle a un demonio para que le permitieran seguir siendo joven y bella eternamente, yo no iba a darme cuenta. Porque estoy segura de que existen muchas mujeres con el mismo nombre y apellido en el mundo.
Marie era una leyenda de cientos y cientos de años. Su nombre yacía en muchos grimorios de brujería y era muy temida por las brujas, según mi madre mencionaba. Cuando le conté acerca de ella, que la conocí, que, incluso, hablé con ella, se quedó helada.
—¿En serio viste a Marie Landon? —preguntó Luke, sin creerme, sentándose en el sofá con un recipiente lleno de palomitas de maíz.
—Lo juro. Está con Chase, es su novia. Bueno, más bien... Chase es una mascota para ella.
—Creo que el universo intenta matar a Chase una y otra vez porque lo detesta. Si no, ¿cómo explican que le pasen tantas cosas horribles? —Jason se sentó a un lado de Luke y le robó un montón de palomitas.
—Yo creo que cada vez que Skyler ve a Chase, recibe una señal del universo diciéndole que corra hacia el otro lado y no se involucre con él ni en sus asuntos —se metió Ryan.
—Tú cállate —le advertí.
—Marie Landon es peligrosa, Skyler —mamá se notó preocupada—. Todavía no puedo creer que la hayas visto. ¿Y qué le vio a Chase? —rodó los ojos.
—Los músculos, la altura, la mirada de chico malo, su cabello perfecto, sus ojos azules, su sonrisa... ¡Ah, no! ¡Su sonrisa no! Él no sabe sonreír —Jason bromeó.
Negué.
—Jas, no es chistoso.
—Él me convirtió en vampiro, tengo derecho a burlarme de su situación siempre que yo quiera —se defendió.
Luke y Ryan lo apoyaron.
—¿Y por qué me cuentas que la has visto? ¿Qué tienes planeado hacer, Skyler? —mi madre me echó una mirada de sospecha.
—Sam quiere matar a Marie —contesté.
Ryan soltó una risotada.
—¡Deséale suerte de mi parte, fue un gusto conocerlo!
—¡Ryan, cierra la boca! —rodé los ojos. Ryan se encogió de hombros y también le robó palomitas a su gemelo.
—¿Sam quiere matar a Marie? —Mamá me miró seriamente—. Necesitará mucho poder para matarla, la leyenda dice que Marie les da ofrendas a demonios para poder seguir viva y joven. Es magia muy fuerte. Simplemente golpeándola o apuñalándola no logrará nada, solo enfurecerá a los demonios con los que ella hace pactos. No es buena idea que Sam se meta con ella. Necesita mucho poder —repitió.
—Sí, bueno, tiene a Loren, ella dijo que vendrá a ayudarlo, es una bruja fuerte. Y sus hermanos ayudarán a matarla. Y Blake, Mason también... —enumeré con mis dedos.
—¿Y tú también? —se cruzó de brazos.
—Sí... también yo.
Mamá cerró sus ojos, molesta, incluso apretó sus puños, como si estuviera conteniendo la ira, pero se quedó callada, abrió sus ojos y volvió a mirarme. Esperé que me gritara o algo, pero no lo hizo. Sin embargo, no dejó de hacerme saber su clara postura en el asunto.
—Skyler, no estoy de acuerdo con esto.
—Nosotros tampoco estamos de acuerdo con esto —dijeron Luke y Ryan a la par.
—Yo tampoco estoy de acuerdo con esto... pero Sam es mi amigo, así que tengo que ayudarlo —explicó Jason—. No puedo dejarlos solos, menos si corren riesgo de morir. Mientras más ayuda, mejor. No quiero a Chase, pero sé que, si tuviera un hermano y le pasara lo mismo que a él, yo querría que me ayudaran.
—Sí —concordé con las palabras de Jason. Miré a mi madre—. Y necesitan otra bruja, con Loren canalizaremos el poder de todos los vampiros y de Mason, que es un hombre lobo y es muy fuerte, así tendremos mucho poder, mamá... Podemos hacerlo. —Mi instinto de bruja realmente me decía que podíamos hacerlo. Podíamos ayudar a Chase—. Podemos preguntarle al Tarot si las cosas saldrán a nuestro favor si intentamos ayudar a Chase.
—El tarot no predice el futuro, Skyler, el futuro siempre puede cambiar, ya te lo he dicho —respondió.
—Ya sé, pero podemos ver cuál es la probabilidad más grande en la situación, mamá. Además, Sara puede ayudarnos, así tenemos más poder... No te asustes, podemos hacerlo.
—¿No te asustes? Skyler, eres mi hija, me preocupo por ti. ¡Mucho más si me dices que quieres intentar matar a Marie Landon! —En el pasado, mi madre ya estaría más que furiosa conmigo, hasta podría decir que pondría un hechizo en la casa para que yo no pudiese salir, pero con el paso del tiempo hemos ido reconstruyendo un poco nuestra relación de madre e hija y le fui haciendo entender que, aunque me importara su opinión, las cosas quedaban a mi decisión.
—¿Por qué no nos has pedido ayuda a nosotros también? —preguntó Ryan, con la boca llena de palomitas.
—Porque tú y Luke odian a Chase y siempre es lo mismo... Nunca quieren ayudar a Chase.
—Pero siempre terminamos haciéndolo igual —acotó Luke.
Cierto.
—No tengo ganas de rogarles a ustedes dos, chicos.
—Te ayudaremos —respondió Ryan.
A mamá casi le daba un infarto al darse cuenta de que sus tres hijos iban a intentar matar a una bruja tan peligrosa como Marie Landon. Se notó el completo desacuerdo en sus ojos, también el miedo, y me daba pena, tengo que admitirlo, pero teníamos que ayudar a Chase otra vez. Siendo sincera, cuando me apunté para ayudar a mi ex, incluso en este momento, me preguntaba qué tan sano era para mí vivir ayudando a los demás. Pero sentía que una parte de mí, le seguía debiendo la vida a Chase por haber dado su alma con tal de que yo siguiese viva.
Tener a mis hermanos de nuestra parte era absolutamente genial. No esperé contar con su ayuda y terminé sorprendiéndome con lo voluntarios que fueron para el asunto. Supongo que esto también era para vigilarme, para que no metiera la pata y pudiesen protegerme. De cualquier forma, estaba bien, me daba más confianza de que lograríamos matar a Marie Landon.
Matar a Marie Landon.
Era fuerte incluso solo con pensar que ayudaría a matar a alguien el día de la fiesta de inauguración de la casa de Sam. Si había algo que me hacía dudar del plan, era eso. No quería ser una asesina, incluso si era por una buena razón.
Los días pasaron rápidamente. En la universidad todo iba de maravilla, incluso ya había hecho algunos amigos muy interesantes con los que comportaría varias clases y con quienes me llevaba demasiado bien. No hablé mucho con los White durante la semana, pues Sam no volvió a aparecer en el bar, Nate y Zach estaban bastante ocupados encargando mercadería cara (al bar le estaba yendo más que excelente y ya me había ganado un par de propinas extras por mi dedicación) y Andrew pasaba mucho tiempo con Sara. ¿Chase y Marie? Con Jason los vigilábamos disimuladamente en el bar, pues en la tarde siempre estaban sentados en una de las mesas y bebían un montón entre los dos.
La bruja Loren dijo que era mejor que matáramos a Marie la noche del viernes (hoy), pues iba a haber luna llena y eso incrementaría la fuerza de nuestros poderes para canalizar a los vampiros y a Mason y poder tener más fuerza para romper el amarre de Chase y asesinar a Marie. La casa de Sam estaba cerca del bosque, pero no estaba tan alejada del pueblo, y allí tenía vecinos, por lo que haríamos un hechizo previo para silenciar el sonido después de la fiesta. La fiesta tendría que durar menos de lo planeado, tal vez hasta las tres de la mañana, como dijo Sam que sería, aunque Blake no estuvo muy de acuerdo con ello, él quería disfrutar más tiempo.
Loren me envió varias líneas de brujería pesada para que me estudiara de memoria. Estaban en latín, y según la traducción de Google, sus palabras no eran muy amigables que digamos. Me costó aprendérmelas, pero tuve ayuda de mis hermanos y Sara para la pronunciación.
—¿Crees que me llegará el Karma por querer asesinar a Marie? —Me acosté encima de la barra del bar. No había nadie más que Jason y yo.
—No, estás haciendo un bien por alguien. Es injusto lo que le ha hecho a Chase, más allá de mierda que él sea. Y creo que el mundo estaría mejor sin ella, la naturaleza debe odiarla. Supongo que nosotros somos su karma.
—¿Es metafórico lo que has dicho de la naturaleza?
Jason guardó los vasos en su lugar mientras movía sus labios, cantando en silencio la canción que sonaba.
—No. La naturaleza, si eres una persona desmedida como Marie, o incluso Chase... hace un equilibrio por su cuenta. Me refiero a que, tú haces algo mal, y la naturaleza te lo devuelve de la misma o de diferente forma. Ese es el karma. ¿Por qué crees que a Chase le han pasado tantas cosas horribles desde que es un vampiro? Porque siempre fue una persona desmedida, un asesino... Créeme que el karma llega tarde o temprano, Sky. Por eso hay que ser buena persona.
Pasó un trapo limpio sobre los bordes de la barra.
—Pero matar a una persona, incluso si es mala, es algo incorrecto. El karma va a venir a mí también, ¿no?
—A todos nosotros —afirmó. Eso me asustó un poco.
—¿Qué crees que nos pase después de matarla?
—No sé, no tienes que pensar en eso tampoco. No significa que te morirás de la misma forma que ella hará, Skyler —aclaró, sonriéndome—. Relájate.
—¿Cómo es que tú no te preocupas de que el karma te llegue?
—Lo que haremos es por un bien mayor, supongo. No lo hago pensando en que tengo que ayudar a Chase, lo hago pensando que hay muchos chicos inocentes que Marie matará en un futuro y que ofrecerá las almas de sus víctimas a demonios para tener una vida larga y ser joven y bella siempre. Chase no es ningún santo, pero sé que hubo otros chicos que no hicieron nada malo en su vida y se toparon con Marie y ella les jodió la existencia y los envió al infierno como ofrenda. Es horrible. Y lo sé por los grimorios que he leído, hay cientos de historias de ella... Y no son lindas.
Me quedé pensativa.
—¿Crees que realmente ese sea el plan con Chase?
—¿Tú piensas que Chase tiene algo especial?
Sí.
—No, Skyler, Chase es como todos los demás hombres con los que ella estuvo y ha amarrado. ¿En serio lo dudas? ¿No escuchaste lo que te conté?
—No lo dudo, solo preguntaba —hice una mueca, mirando cómo mi pecho subía y bajaba en tranquilidad.
No podía creer que dentro de unas horas enfrentaría a Marie Landon. Jamás imaginé tener que hacer algo así. Creo que tampoco me creía la historia de que ella existía. Pensé que, tal vez, Marie era un cuento que alguien inventó para asustarnos.
—¿Crees que estemos locos por hacer lo que haremos?
—Sí —respondió sin dudar.
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