Derín
Al salir del centro comercial y llegar cargadas de bolsas por parte de las chicas que quisieron comprarme un vestido para que usara en la boda de Becca.
Llegamos a casa, Axel se encontraba en casa cuando estábamos en el centro comercial, Tyler menciono que él quería hablar algo conmigo, pero debido a la duración que tuvimos en aquel lugar no pudo decirme lo que me quería decir.
—Derín vamos a ver a zanahoria —la niña toma mi mano provocando que me ponga de pie del sofá donde me encuentro meciendo al bebé.
—Pequeña ya es muy noche para hacerlo y tú tienes que irte a dormir ya —menciono a ella cuando se sienta a mi lado.
Jena me pide que le entregue a su bebé para también llevarlo a dormir, se lo entrego y tomo a la pequeña rubia en brazos y la llevo hasta su habitación.
—Derín sigues molesta porque te llame mamá —pregunta cuando la dejo en su cama.
—¿Por qué la pregunta cariño? —me siento a su lado.
—No hablaste, ni jugaste conmigo durante el día —responde subiendo a mi regazo.
La pequeña queda frente a mí.
—¡Oh pequeña! —rodeo su cuerpo con mis brazos—. El día fue una completa locura que me he olvidado de ti, pero te juro que mañana no pasara eso —respondo dejando un beso en su frente—. Vamos a quitarte esa ropa y ponerte el pijama.
La devuelvo a la cama y ella se comienza a quitar su ropa mientras yo busco su pijama en la maleta.
—Buenas noches...mamá —menciona cuando la estoy por arropar.
El pecho se me comprime al escuchar cómo ha vuelto a llamarme, no le digo nada solo la miro fijamente y la sonrisa que tenía al momento de decirme madre ahora se ha borrado. Tapo su cuerpo con la cobija y me agacho para estar a su altura.
—Dafne, angelito ya te he dicho que no es correcto que me llames de esa forma —quito un mechón rubio de su frente.
—Le dirás a mi papi —pregunta con preocupación.
—Sera un secreto entre nosotras dos, pero no le digas a nadie que yo te permito que me digas asi —respondo dejando otro beso en su frente—. Sueña con los angelitos.
Asiente y deposita un beso en mi mejilla sacándome una sonrisa. Apago las luces de su habitación antes de salir.
Regreso a la sala donde se encuentra Mara con el televisor encendido con alguna película de comedia. Me siento a su lado y tomo un puñado de palomitas de maíz que ella me ofrece.
—Ya se durmió Dafne —pregunta.
Respondo a su pregunta y me concentro en la película. Se acaba y Mara se despide para irse a dormir. Yo me quedo sola en la sala pensando que he hecho al permitirle a Dafne que me llame mamá, no se merece que crea ideas erróneas, pero tampoco merece que viva una vida como la mía, que a pesar de tener a mi padre conmigo durante un par de años no he dejado de pensar y preguntarme que será tener los brazos de tu madre envolviéndote cuando tengas miedo, cuando te rompan el corazón, cuando no puedas más y ella este ahí contigo apoyándote y pidiéndote que no te rindas que te apegues a lo que más quieres y que no lo abandones.
Yo también crecí con las constantes preguntas de cómo sería mi madre si estuviera conmigo, sería una madre amorosa o sería una estricta que quiere lo mejor para su hija, son cosas que con los años me sigo preguntando.
Cuando era niña nunca pude preguntarle a mi padre por ella, porque a pesar de que yo la quisiera conocer o saber algo de ella no podía permitir que él se enojara conmigo y ya no tuviera a mi lado a la única persona que me quería, después el murió y desde entonces fue un secreto que se llevó a la tumba. Intente preguntarle a mi tía Grettel pero ella también formaba de mi equipo ya que desconocía a quien podría ser mi madre.
Mi móvil vibra en el bolsillo trasero de mi pantalón y lo saco para responder la llamada cuando veo de quien se trata.
—Puedes venir por mí —menciona directo al responder.
«Ni si quiera un, buenas noches»
—¿De qué hablas Axel? —pregunto al no tener idea de que quiere.
—Estoy algo tomado y no puedo manejar obviamente ¿Puedes venir por mí? — contesta y yo me levanto del sofá.
—Dame la dirección y en unos minutos pasamos por ti —no tengo idea de que voy hacer, pero lo mejor será que le diga a Tyler que vaya por él a donde sea que se encuentre ebrio.
Me acerco a las habitaciones y toco la puerta donde sé que la pareja ya debe de estar dormida. Suelto un par de golpecitos y en segundos me abre el hermano de Axel.
—No quiero molestar, pero tu hermano acaba de llamarme pidiendo que vayan por él —menciono y el castaño tapa su boca ocultando el bostezo.
—¿Sabes dónde se encuentra? —pregunta y asiento.
—Quedo en mandarme la dirección —respondo.
—Me pongo los zapatos y salgo —responde cerrando la puerta de la habitación y yo regreso a la habitación de Dafne para ver que siga durmiendo.
—Vamos Derín —me llama Tyler entrando a la habitación.
Me giro hacia el pidiéndole que guarde silencio, salimos de la habitación.
—¿Quieres que te acompañe? Yo pensaba que fueras tú solo.
—No puedo, tienes que acompañarme o quien traerá su auto —responde llegando a la puerta.
Nunca pensé en su coche. Lo alcanzo en la puerta y ambos subimos a la camioneta con la que Mara llego al hospital. Le doy la dirección al castaño y al llegar al establecimiento lo vemos sentado en una banca de madera con una pelirroja a su lado.
Ambos bajamos de la camioneta y nos acercamos a él.
—¡Derín! —se levanta del asiento y trata de correr hacia mi lugar cuando me ve, pero al estar ebrio su cuerpo no coordina provocando que su peso caiga casi por completo encima de mí agradeciendo a Tyler que me sujeta antes de caer al suelo.
Lo tomo como puedo y su hermano es de bastante ayuda, lo dejamos en el banco y Tyler le pregunta que hacía en el lugar, el responde que tenía una cena de celebración con la pelirroja que la acompaña.
Entre ambos lo sujetamos y lo ayudamos a subir a su coche. Tyler lo acomoda en el asiento del copiloto, cierra la puerta y se gira a la pelirroja.
—¿Tienes en que irte a casa? —pregunta a la chica.
—No, él me trajo hasta aquí —se sincera.
—Muy bien, Derín tú te vas con Axel y yo acompaño a la señorita a su casa —menciona el castaño pidiéndole a la pelirroja que se acerque a la camioneta.
No digo nada solo subo al piloto del coche. Busco las llaves en el coche, pero no hay rastro de ellas, recuerdo a ver visto a Tyler buscarlas en su pantalón para abrir el coche, pero estas no se encuentran en ninguna parte. Creo que ahora yo tendré que buscarlas en su pantalón ya que ahora el señor ya está dormido.
Desabrocho el cinturón que ya había abrochado y estiro mi cuerpo para buscar entre su pantalón, meto la mano al primer bolsillo, pero nada se encuentra en este, meto la mano en el segundo y tampoco hay nada. No me agrada el movimiento que voy hacer, pero es la única forma de encontrar las llaves.
Me levanto del sofá y me dejo caer en el regazo de Axel. Con mis manos voy palpando sus bolsillos traseros, es casi imposible que case las llaves de ese lugar si se encuentran ahí. Axel siente como mis manos recorren su cuerpo y se comienza a mover sin abrir los ojos, me agacho un poco para que pueda meter mi mano en el primer bolsillo.
Yo tan concentrada en sacar las llaves del bolsillo que no me doy cuenta que él se mueve provocando que levante mi rostro y en efímeros segundos nuestras bocas conectan, quiero apartarme de él, pero Axel sigue moviendo sus labios sobre los míos. Me olvido de las llaves por unos segundos y mis manos suben a su pecho donde lo toco, aparta sus labios de los míos cambiando a mi cuello donde sin querer suelto un pequeño jadeo muy cerca de su oído.
Mis manos siguen subiendo dejándose llevar por el momento de lujuria y suben hasta su cuello donde lo quiero tomar para llevarlo nuevamente a mis labios que lo ansían con ganas, pero me resisto al ver los pequeños moretones en su cuello, parecen mordidas.
Reacciono enseguida y regreso al asiento del piloto donde bajo el vidrio y tapo mi rostro con mis manos.
«¿Que estabas a punto de hacer Derín?». De seguro si hubiera seguido, en este momento mis manos estarían dentro de su pantalón, no es correcto hacer lo que hice estado el ebrio.
Bajo del vehículo y cierro la puerta del coche recargándome en él.
Ahora como lo voy a la cara después de las cochinadas que pensaba hacer con él, como voy a ver a Dafne sin que recuerde lo que estaba por hacer con su padre.
Cinco minutos afuera donde el aire golpea mi rostro regreso al coche.
—¿Que hacías afuera Derín? —pregunta Axel asustándome.
—Tomaba un poco de aire —respondo abrochando el cinturón—. Necesito las llaves del auto —menciono mirando al frente.
No quiero verlo en este momento, me siento un poco incomoda de cómo me comporte minutos atrás.
Me entrega las llaves y yo enciendo el coche para manejar.
***
Estaciono frente a la casona, me desabrocho el cinturón y salgo del auto. Abro la puerta del copiloto donde me acerco a él y lo muevo un poco mientras lo llamo.
Abre los ojos y le digo que tenemos que bajar del auto. Asiente y toma mi mano para que lo ayude. Entramos a la casona y me pide que lo lleve al baño.
No alcanzamos a llegar al lugar ya que una arcada lo flexiona provocando que suelte el vómito en el pasillo que lleva a las habitaciones. Deja de vomitar por unos segundos y me pide con señas que lo lleve al baño.
Hago lo que me pide y lo dejo adentro donde otra arcada lo toma. Yo salgo a buscar los materiales de limpieza para limpiar el desastre del baño.
Limpio todo en cuestión de minutos y mientras yo limpio, Axel sigue encerrado en el baño vomitando todo lo que bebió. Toco la puerta del baño y este me abre enseguida.
—¿Cómo te sientes ahora? —pregunto desde el umbral.
—Creo que necesito un baño —responde poniéndose de pie.
Lo ayudo cuando pierde el equilibrio y salgo del baño cuando comienza a quitarse la ropa para entrar a la ducha. Me voy a la cocina para preparar alguna bebida que le ayude a bajar la borrachera.
Cuando esta lista, me voy al baño para entregarle la taza con el contenido y la ropa que me pidió que buscara en su maleta cuando sale del cuarto de baño.
Sale con una toalla cubriendo sus caderas, camina en dirección a la habitación donde me quedo y cierra la puerta cuando entro detrás de él. Tomo el pijama de mi maleta y me giro para salir de la habitación.
Axel se quita la toalla que lo cubre justo en el momento que yo me giro para salir, al ver el movimiento soy rápida tapando mis ojos con las manos provocando que la prendas se caigan de mis manos.
El olor de Axel llega a mis fosas nasales y siento como quitan mis manos de mi rostro. Axel acapara toda mi vista, solo viste unos pantalones de chándal negros.
—Ten —me entrega las prendas que cayeron al piso. Las tomo con fuerza y salgo de la habitación sintiéndome abochornada por el episodio.
Ingreso al baño y me quito los jeans y la blusa para cambiarlos por el short y la blusa de tirantes.
Me voy a la habitación para descansar de este día de locos. Abro la puerta y cierro enseguida, encuentro a Axel arriba de la cama con el rostro tapado por sus manos.
No sé qué hace arriba de la cama, pero si piensa dormir ahí lo mejor será que me vaya a otra habitación. Me giro a tomar la perilla de la puerta cuando me impiden hacerlo.
—¿A dónde vas? —pregunta Axel desde la cama.
—A dormir en otro lugar, no pienso dormir en la misma cama contigo —respondo girándome a él.
—No creo que encuentres una habitación disponible, todas están ocupadas por la familia —responde sentándose en la cama.
—Entonces si no hay una habitación disponible, puedo dormir en alguno de los sofás en la sala.
—Porque te encargas de contradecir todo lo que te pido que hagas, —se pone de pie— solo vamos a dormir en la cama, nada malo va a pasar —llega a mi lado y me sujeta de la mano.
Jala mi cuerpo llevándome a la cama.
—Solo por esta noche —respondo levantando las cobijas.
***
Siento una presión en mi entrepierna, no quiero abrir los ojos aún, me siento un poco cansada, vuelvo a sentir como se hace más presión en mi entrepierna, muevo un poco mi cuerpo, pero la pequeña fricción provoca que quiera seguirme moviendo para llegar a un punto deseado.
Unas manos suben por el castado de mis costillas subiendo hasta mi espalda, al sentir las manos recorrer mi cuerpo me levanto rápidamente de la cama abriendo los ojos en el proceso.
—¡¿Qué hace aquí?! —le grito al sujeto que no deja de verme.
—No recuerdas que dormimos juntos —responde sin despegar la vista de mis pechos.
Agacho la mirada para tapar mi cuerpo, pero al ver que me encuentro desnuda jalo la cobija ocasionando que lo deje a Axel como dios lo trajo al mundo.
—¡¿Por qué estas desnudo?! —grito con histeria tomando mi ropa del suelo.
—Bueno, pues yo te hago la misma pregunta. —responde levantándose de la cama.
Me giro cuando veo a su amiguito muy feliz, y cómo no, si me le restregué por varios minutos. Me visto a espaldas de él, aunque él también lo hace.
—No me robes la pregunta —contesto colocándome el short.
—Tenia calor a media noche —responde mientras me pongo la blusa de tirantes—. ¿y tú que excusa tienes? —pregunta cuando me giro.
—No es ninguna excusa. A mí no me gusta dormir con la ropa puesta y me desperté a media noche quitándome la ropa sin recordar que dormías a mi lado, de haberlo recordado no lo habría hecho.