Dolce amore

By AngieRosas058

1.5M 95.3K 19.3K

Saga Flores en la Mafia #4 Se dice que siempre llega alguien a nuestras vidas para salvarnos de nuestra oscur... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Medusa
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Epílogo
Agradecimientos
La nueva era

Capítulo 33

26.2K 1.6K 327
By AngieRosas058

Karla

Le doy un trago a mi taza de café, mientras observo a Via, comerse su cuarto plato de panqueques con miel y tocino. Marissa, en cambio solamente se encarga de pedirle un cubo de basura para colocarlo a un lado de nuestra amiga embarazada.

Hace como una semana que habíamos vuelto a Sicilia, un par de días después Olivia y Marissa, sacaron la idea del desayuno pendiente más ahora que Via, tiene dudas con su embarazo, aprovecha para acribillar a Ferrara con preguntas.

-No necesito el cubo- espeta- estoy bien, de hecho; creo que podría comerme un plato más-

-No dirás eso en diez minutos, Caruso- responde Issa- es mejor estar preparadas-

-¿Leandro te dio muchos problemas?- pregunto con curiosidad.

Los ojos verdes de mi amiga-por que sí, ya la considero una buena amiga- me miran con cierta diversión. Se ríe, negando divertida.

-Demasiados- suspira- tuve que renovarle el armario de zapatos a Dante, como cinco veces-

Me río.

-Es lindo, como el idiota de tu hermano cuida, Leandro-

Una pequeña sonrisa, surge en sus labios.

-Dante, puede parecer estúpido la mayor parte del tiempo. Pero, es un buen hermano; el mejor diría- bebe un trago de café- fue mi soporte, en casi en todo el embarazo. Estaba emocionado al saber que iba a tener un sobrino a quien enseñarle sus estupideces-

El sonido de arcadas, nos saca de nuestra charla. Vemos la cabeza de Via, enterrada en el cubo de basura que Marissa, le había pedido.

-Bueno, tuviste razón- digo- creo que el monstruito, le dará varios problemas-

Ella asiente, mientras se ríe. Veo que un camarero pasa por un lado de nosotros, antes de que se vaya lo detengo; le pregunto si tiene galletas de jengibre. Cuando me responde que sí, le pido una orden para Via.

-Leí una vez, que las galletas de jengibre, ayudan con las náuseas-

Vemos a Via, perderse un buen rato. Pasan alrededor de unos diez minutos, cuando logra recomponerse, le entrego una servilleta para que limpie el sudor de su frente.

-Comienzo a odiar al monstruito- espeta- dios, ya no me gusta estar embarazada-

Marissa y yo, simplemente nos reímos.

-Pero no te quejabas en la playa nudista, Caruso- replica ella- ahora, ahí está tu premio-

El camarero trae la orden de galletas, la nariz de Olivia; se frunce ante las galletas. Le hago una señal con la cabeza, comiendo un bocado de mi pastel de chocolate.

-Te harán bien, créeme-

-No lo sé...- responde- creo que podría vomitar, todo el día-

-Se irán en un par de meses- digo

-Habla por ti, Bianchi- refuta Ferrara, en tono jocoso- hasta los seis meses, se me quitaron a mí-

-¿Qué hay de ti, Karla?-

-Via...- intenta Marissa intervenir.

Le doy una pequeña sonrisa, para tranquilizarla. Días antes de irnos a Rusia, había hablado con Olivia, acerca de lo que había sucedido, lloró como unas dos horas completas. Marissa y yo, ya no sabíamos qué hacer, hasta que llamamos a Guido, que con la sola mención del sexo, el llanto se quitó para irse con su marido.

-No, está bien...- hago memoria- realmente, no me dieron síntomas, ¿creo?- me encojo en hombros- no recuerdo haber tenido nauseas, vómitos o todos los síntomas de un embarazo. Solo noté que no me llegaba el periodo-

Miro a Marissa, que se mantiene callada simplemente mirando a la nada, mientras le da un trago a su café.

-Tienes que dejar de culparte, Marissa-

Hace una mueca antes de responder.

-Es complicado- refuta- no es fácil quitar el pensamiento y la culpa, de que eres un monstruo. Cuando quitaste la vida de un ser indefenso, de paso arruinaste la vida de una madre-

Se ríe secamente

-Y sobre todo, que tu eres madre- recalca- eso lo disminuye, pero solo un poco. No desaparece-

Tomo su mano en la mía, para darle un reconfortante apretón, ella trata de sonreír pero lo consigue.

Marissa, es alguien frágil y sensible, por más fachada dura que quiera mostrar. Sé que se culpa por todo lo que ha hecho, estoy segura que su mente la atormenta todas las noches, preguntándose qué hubiera pasado; si pudiera cambiar las cosas.

-Oye- la miro- todo está bien, ¿sí? Han pasado diez años y ese capítulo, ha comenzado a sanar-

-Vamos, Ferrara- anima Via- la jefa te ha perdonado, desde hace tiempo. Bien, podría meterte una bala-

Eso logra sacarle una sonrisa, Olivia se levanta para abrazarla; ciertamente ellas suelen ser muy unidas y ahora, que me incluyen en su pequeño espacio. Se siente bien.

-Olivia, bájate. Pesas, gorda- gruñe Marisa, me río.

-¿Me estas llamando gorda?- exclama con falsa indignación.

La ojiverde rueda los ojos y bufa, ante su dramatismo.

-Claro, ¿a quién más?-

Entonces, los ojos de nuestra amiga se cristalizan de pronto. Golpea a Marissa, en el brazo.

-A mis hormonas ya no les agradas, perra-

Las tres nos reímos de buena gana. Seguimos conversando animadamente, entre risas, mientras ellas me preguntan acerca del viaje a Rusia.

-Por cierto, Bianchi- señala mi cuello- un mosquito te chupó la sangre-

Sonrío, llevándome la taza a mis labios, mientras paso mi dedo por la marca del cuello.

-Y yo se la chupé la mosquito- se ríen- tenía que sacarle provecho a mi visita en Rusia-

-Hablas de ese club, ¿no?- pregunta Via, asiento- ¿No hay uno en Roma?-

-¿Para qué quieres ir a un club del sexo, Via?- pregunta Marissa- más embarazada no puedes quedar-

-Bueno, curiosidad, amiga mía- sonríe- quiero expandir mis posiciones del kamasutra con Guido, aparte estoy segura que le gustará también. Como ya lo dije: a mi esposo, le gusta lo sumiso-

Marissa y yo, nos partimos de la risa ante el argumento de Via. Entonces, miro la mujer a mi lado.

-¿Qué hay de ti?- pregunto

Sus ojos verdes, me miran con intriga sin dejar de beber el café. Sonrío, antes de lanzarme.

-¿Hace cuánto no tienes sexo?-

Ferrara, escupe el café de la mesa ligeramente antes comenzar a toser, golpeo su espalda suavemente mientras que Olivia, se parte de la risa. Le paso una servilleta para que se limpie los rastros de café, niega antes de mirarme.

-¿Qué?-

-Eso, ¿hace cuánto no tienes sexo?- pregunto de nuevo-

Veo como su rostro se pone rojo, se rasca el costado de su cabeza soltando una risa baja.

-Eh, bueno...-

-Vamos, mujer. Estamos en confidencialidad- animo- no puede ser tan malo-

-Hace unos diez u once...-

-¿Días? ¿Semanas? ¿Meses?-

Marissa, suspira finalmente. Negando.

-Años-

Olivia y yo, nos quedamos con la boca abierta ante tu respuesta. Incluso, se nos cae la galleta al plato.

-Este...- busco las palabras- ¿Es chiste?-

Niega nuevamente

-Creo que, desde me divorcié de Dave, más el embarazo de Leandro...- se encoje en hombros- no he tenido sexo, simplemente estaba enfocada en cuidar a mi hijo-

-Pero...-

Una sonrisa con cierta vergüenza, sale de sus labios; su rostro se pone más rojo.

-Y bueno...- suspira- mi relación con los hombres durante la última década, no han sido las mejores-

Entonces, comprendo lo que pasa con ella.

-¿Es por él, no?-

Sus ojos evitan los míos, pero alcanzo a ver un pequeño brillo cristalizado.

-Yo, bueno...- resopla- es que...-

-Ay, Marissa- digo con cierta empatía.

-No puedo evitarlo- admite por fin- cada vez que intento salir con un hombre, los recuerdos de lo que pasó con Dave, me invaden y...- se encoje en hombros- simplemente, se me va el interés-

-Tienes miedo- afirmo

-¿Miedo? Per favore...-

La obligo a que me mire, sus ojos están más brillosos que antes y sé que está luchando contra las lágrimas.

-Marissa-

Una risa seca sale de sus labios mientras se limpia una lágrima con brusquedad, que baja por su mejilla.

-No quería creer que él había afectado mi vida- quería creer, que podía continuar con mi vida, sin él. Pero al final...- baja sus hombros- creo que sí, me rompió un poco-

-Es normal, ¿sabes?- hablo- Marissa, no dejes que eso manche la posibilidad de que seas feliz-

-Tengo un pavor enorme...- traga saliva- un miedo, a que la historia que se repita y termine más lastimada de lo que ya estoy. He tenido citas, pero no llegan a ningún lado por qué, su sombra sigue ahí-

-La sombra de tus ilusiones rotas-

Ella asiente con pesar, al igual que cualquier mujer enamorada. Te haces ilusiones de una vida entera a un lado de una persona a la que amabas y que se te vengan abajo de un momento a otro.

No es un golpe del que pueda recuperarse una, de un momento a otro.

-Pero es tarde, no se pueden tener ilusiones a los treinta y seis- espeta secamente- es mejor, quedarme sola haciéndole compañía a la sanguijuela de mi hermano-

-No digas eso...- dice Via- amiga, eres hermosa y con una gran personalidad, que una mierda como Dave, intentó opacar- toma su mano- es tu momento de brillar-

-Nadie dijo que sería fácil- continuo- lo hay que creer- sonrío- y cuando menos lo esperes, llegará el indicado-

-¿Aunque tenga cincuenta?- inquiere divertida.

-Oye, nunca es tarde para tener un sugar- le guiño un ojo- ya hubiera querido yo, conseguir uno. Pero no, llegaron Las Vegas, en todo su esplendor y con un esposo de regalo-

Eso logra sacarle una sonrisa. Asiente, como si mis palabras tuvieran un efecto en ella.

-Entonces, mi mejor opción es irme a Las Vegas- refuta en burla.

-Oye- golpeo su brazo- esa es mi idea improvisada, así que no me la quites-

El ambiente se relaja entre nosotros, nuevamente con el monstruito en su interior. Olivia, vuelve a pedir para desayunar.

-El monstruito, será glotón como el padre- digo.

-¿Qué hay de ustedes?- me pregunta Via- ¿No han pensado en los bambinos? No puedes dejar que mi hijo, crezca siendo un niño sin amigos y antisocial-

Me apunta con su dedo, lleno de chocolate por el pastel que pidió.

-Tus hijos, tienen que ser amigos del mío- culmina.

-¿Y qué hay de Leandro?- inquiere Marissa- no hagas a un lado a mi liendre, perra-

-Tu liendre, va a cumplir once. Les doblará la edad, estará más concentrado en buscar donde meter su pene para perder la virginidad antes de pensar, si le gustan los muñecos de acción-

-¡Olivia!- exclamamos

-¿Qué? Necesito, niños pequeños que sean amigos de mi monstruito. No puedo permitir que termine como Guido-

-¿Cómo?-

-Con dos amigos más estúpidos que él-

Tomo una rodaja de pan y se lo lanzo, mientras me río.

-Oye, con mi esposo no. Solo yo, puedo decirle que es estúpido y que lo admita abiertamente-

-Bueno, no voy a defender a mi hermano de la verdad-

-Hablando de hermanos...- inquiero con curiosidad- ¿Tu hermano no ha pensado en sentar cabeza?-

La sonora carcajada de Marissa, es mi respuesta. Se ríe un buen tiempo, hasta que las lágrimas salen de sus ojos.

-Bueno, ese idiota- se ríe un poco bajo- a Dante, le encanta su penelibertad- niega- la única vez que lo vi así de estúpido por una mujer, fue hace cinco o siete años, creo. No recuerdo, pero las cosas salieron mal-

-Eso lo explica...- agrega Olivia- espera, ¿hablas de esa chica que entraba y salía de la mansión la mayoría de los días?- asiente- eso fue, como alrededor de un año-

-Si- asiente- esa misma, no sé qué pasó, pero un día Dante; llegó y me dijo que habían terminado. Desde entonces, no ha vuelto a salir con nadie formalmente-

-Soltero para toda la vida- ruedo los ojos con diversión- conozco a alguien igual-

El sonido de mi teléfono, nos saca de nuestra charla. Lo tomo para ver qué se trata de una llamada de Rea, respondo con una sonrisa.

-Hola, perra que no extraño en mi vida-

Se ríe al otro lado

-Hola, a la mujer más insoportable del mundo y que para mi fortuna, se encuentra muy lejos-

-Me amas, perra. Me amas más que a tu esposo, admítelo- digo con diversión- en el fondo, me extrañas-

-No afirmaré, ni negaré nada-

-Eso suena bien- me recargo en mi silla- ¿A qué debo el placer de tu llamada?-

-Me vas odiar- responde- y tú marido también-

-Eso no sería novedad- ruedo los ojos- ¿Ahora qué hiciste? No voy a salvarte el culo, para que Sevastien; no te azote-

-Asómate por el balcón del restaurante-

Frunzo el ceño, ante sus palabras. Me pongo de pie, lentamente para caminar hasta el balcón, cuando veo lo que me espera abajo, una carcajada sale de mi garganta.

-¡Maldita!-

Exclamo al ver a mi mejor amiga, recargada en la camioneta, sonríe levantando su mano mientras sus ojos se ocultan detrás de los lentes de sol.

Le hago una señal de que suba y termino la llamada, realmente no sé si debería preocuparme de que Rea, esté aquí. Más con Marissa, espero que las cosas no terminen mal.

Recibo con un abrazo a mi amiga, que no duda en devolvérmelo. Cuando se quita los lentes de sol, veo la respuesta a mi pregunta. Suspiro.

-Ya lo sabes, ¿no?-

Sonríe ligeramente

-¿Tu qué crees?- indaga- fue sencillo saberlo, Karla-

-Lo sé, lo sé- ruedo los ojos- pero, las cosas están bien- entrecierro mis ojos en su dirección- no hagas nada idiota, ni sanguinario-

-Tranquila, mujer- bufa- ¿Por quién me tomas?- sonríe inocentemente.

-Por que te conozco de toda la vida, sé como piensas- me río.

Se encoje en hombros, simplemente.

-Solo quiero conocerla y ver si no es una perra-

-Que poca fe, amiga. Gracias- digo irónica- aparte, ¿de qué te preocupas? Convivo con perras la mayoría de los días-

Me río, cuando recibo un golpe en mi brazo.

-Maldita-

Le lanzo un beso

-Me amas y a mi corazón de pollito-

-Siempre de corazón de pollo, loca- sonríe- por eso, siempre me preocupo-

Entrelazo mi brazo con el suyo, comenzando a caminar hacia nuestra mesa.

-Lo sé, Rea- admito- pero, estoy bien, ¿sí? Las cosas están bien, entre Marissa y yo-

-No puedo evitarlo, lo sabes-

-Lo sé- ladeo mi cabeza- por eso, eres mi hermana y te amo-

-Tú amas a todo mundo-

-Corrección, amo a mi familia, a mi esposo y a su increíble pene-

Ella nada más se ríe, cuando nos acercamos a la mesa. Marissa y Olivia, interrumpen su charla para mirarnos, les doy un asentimiento.

Veo como la ojiverde, traga saliva ligeramente cuando posa sus ojos en ella. Parece reconocerla, por que habla.

-Via, ve preparando mi funeral- dice- ya llegó mi hora-

Aprieto mis labios para no echarme a reír, ciertamente; la presencia de Rea, genera cierto revuelo. Retomo mi lugar a lado de Marissa, mientras que mi mejor amiga se sienta a mi otro lado.

-Les presento a Rea Stirling, mi achichincle de toda la vida-

Señalo a Olivia, que no deja de comer.

Otra vez

-Ella es Olivia Caruso, esposa del líder de la 'Ndrangheta-

Mi amiga tragona, extiende su mano con su habitual sonrisa.

-Mucho gusto, Via-

Rea, sonríe, estrechándola también.

-El placer es mío- responde

Le doy un asentimiento a Marissa, que no deja ver a mi amiga.

-A ella, ya la conoces- digo- pero como quiera, las presento. Marissa Ferrara, hermana del líder de la Camorra-

-Un gusto, Marissa- habla mi mejor amiga.

Con cierto nerviosismo, Ferrara, extiende su mano para estrecharla.

-El placer es mío, creo- admite- oiga, si va a matarme, por lo que pasó hace una década...-

Ladea su cabeza, suspirando.

-Hágalo en un lugar oscuro, por favor. Ah, y no me descuartice, me gustaría que mi hijo me viera en el ataúd, si no le molesta-

Rea, arquea sus cejas ante la respuesta de Marissa, la mira un par de segundos antes de mirarme a mí. Me encojo en hombros, sonriendo.

-Te lo dije, te preocupas por nada-

-Ya veo...- responde- no le haré nada, señora Ferrara-

-Marissa, por favor- replica- el señora, me suena a que estoy casada con el idiota de mi hermano-

-Habla mucho- afirma Rea.

-Son los nervios- se ríe-muchos escenarios de mi muerte, aparecen por mi cabeza, no me culpe-

Golpeo el brazo de mi mejor amiga, que me mira con sorpresa.

-Babosa, la asustas con tu aura de perra malvada de toda Rusia-

Por fin, Rea, se ríe negando con la cabeza.

-Lo siento, no era mi intención- dice- simplemente, me gusta ser precavida-

Marissa, asiente.

-Está bien, es comprensible. No todos los días, está enfrente de la mujer que le desgració la vida a su mejor amiga-

La curiosidad, brilla en los ojos grises de mi amiga. Suspiro, creo que a Marissa, le costará entender que ella, no es un monstruo.

Es una mujer herida

-Interesante, ¿te culpas?-

-Todos los días, durante la última década- afirma- si no he caído al abismo, es por mi hijo-

Rea, la escucha con atención cada palabra. En cambio, Via y yo, nos mantenemos en silencio, mirando entre ambas.

-¿Qué edad tiene tu hijo?-

-Diez, va cumplir once muy pronto-

-Igual que mi hijo mayor- sonríe- ¿Dolores de cabeza?-

-Uff- bufa- ni te imaginas, tomando en cuenta que su única figura paterna es un hombre de casi treinta y siete años, con la mentalidad de un niño de cinco-

Por el momento, se mantienen en silencio, hasta que mi amiga toma por sorpresa a Marissa y todas nosotras.

-No es tu culpa, ¿lo sabes? Nada esto lo fue, todo es culpa de la mierda de coladera, que para mi desgracia ya está muerta- asiente- tú también sufriste, Ferrara y eso es válido-

Marissa, se queda muda sin saber que decir realmente. Está bien, admito que también me imaginaba todos los escenarios posibles, acerca de cómo terminaría esta charla.

Veo como Ferrara, traga saliva ligeramente y sus ojos se cristalizan nuevamente. Entonces, sucede lo que menos esperamos.

Se echa a llorar

Esconde su cara entre sus manos, como si las emociones por fin la hubieran sobrepasado. Un sollozo sale de su garganta, mientras envuelvo mi brazo alrededor de su hombro, colocando su cabeza en el mío.

Dejando que saque lo último de hace diez años y espero, que esto sirva, para que comience a ver las cosas de forma distinta. Es horrible, pensar y creer que eres un monstruo, por cosas que se salieron de nuestro control.

No pudieron evitarse

Escucho un segundo sollozo del otro lado de la mesa, Rea y yo, nos giramos para ver a Vía, llorando también; quien se limpia las lágrimas.

-Es que...- solloza- lo siento, es muy bonito. El monstruito, tiene la culpa-

-¿Monstruito?- pregunta mi amiga.

Asiento

-Está embarazada, las hormonas la tienen muy mal-

-Ah- responde, la mira- suerte, que lo fácil acaba de comenzar-

-¿Algún consejo?- pregunta Vía- usted, tiene más hijos-

-Solo dos, pero de algo de aprende de ambas- se ríe- aprovecha todo lo que puedas, las hormonas le dan un toque especial a la manipulación marital-

Me carcajeo, sin dejar de abrazar a Marissa.

-Yo abalo eso, aún recuerdo lo de la miel- niego- hazle caso, a la achichincle. Sus consejos, suelen ser útiles-

-¿Qué hay del sexo?-

-Ah, de eso jamás se quejarán- continua Rea- saben que cumplir tanto capricho, tiene su recompensa-

Olivia se limpia las lágrimas, mientras sonríe.

-Lo tomaré en cuenta, gracias-

Rea, asiente con la cabeza.

-No hay de qué- sonríe, mira a Marissa- ¿Estará bien?-

Asiento

-Es normal, lograste que se rompiera esa burbuja de que es un monstruo y que la culpa, es su karma-

-Bueno, es su karma-

Ruedo los ojos, pero siento como Marissa, se suelta de mi agarre limpiándose las mejillas. Mira a Rea, con los ojos rojos del llanto.

-Es cierto, es mi karma- responde- pero, es más llevadero, ahora. Gracias, creo que eso era lo que me hacía falta escuchar, para comenzar a estar tranquila-

-Solo el detalle, amiga- dice Via- el sexo, necesitas quitarte esas telarañas vaginales-

-Otra sin filtro- exclama Rea, asiento. Me mira- curioso grupo, que tienes-

Arqueo una ceja divertida.

-¿Tú crees?- me río- pero son buena compañía, un poco más tranquilo-

-Eso veo, me alegra por ti, Bianchi-

Sonrío enormemente.

-Vaya- silbo impresionada- ya lo aceptaste-

Rueda los ojos, pero asiente.

-Admito, que te hace bien, estar enamorada de un hombre como Enzo- arqueo mis cejas- por favor, no me vas decir que no son obvios, por que lo son-

-Concuerdo con ella- dice Marissa

-Yo también- le sigue Via- tienen la misma cara estúpida y enamoradiza, que nos ponemos Guido y yo-

Rea mira a Olivia, con un brillo curioso y divertido.

-Ella definitivamente, me agrada-

-Gracias, es parte de mi encanto- le guiña un ojo- si no, pregúntale a mi esposo-

Me río, fingiendo una tos.

-Me recuerda a alguien...-

Sus ojos grises me fulminan con la mirada, pero no quita la sonrisa. Golpea mi brazo, con más fuerza; me quejo.

-Perra, sigues golpeando duro- espeto- pero admítelo, se parece a ti-

-Mejor cállate, Bianchi-

-¿Viniste hasta Italia, solo por esto?- asiente- dios, eres peor que Vivianne-

Rea, coloca una mano en su pecho con falsa ofensa.

-Eso duele, te recuerdo que es mi hermana-

-Y te recuerdo que es mi cuñada, por lo tanto yo gano- niego con diversión- ¿Viniste sola?-

-Claro que no- refuta- Sevastien, los niños y la garrapata estúpida, vienen conmigo-

-Por qué no me sorprende- bufo- ya me imagino el coraje que está haciendo Enzo, a la invasión de nuestra casa-

-Sevastien y yo, estamos cerca de nuestro décimo aniversario. Nos tomamos unas pequeñas vacaciones aprovechando que los niños, también las tienen-

-¿Y donde entra la garrapata?-

-Será la niñera, cuando nosotros estemos a solas-

Las cuatro nos reímos ante la planeación de mi amiga.

-No vayas a las playas nudistas- agrega Olivia- si no, un monstruito migrará a tu útero-

-Lo tomaré en cuenta, gracias por el consejo-

Poco a poco, Marissa y Olivia, entran en confianza con Rea; sacando más charla y platica durante un buen rato. Las veo sonreír, reírse de cualquier tontería.

Le doy un trago a mi taza de café, sin dejar de verlas. Siento como el capítulo oscuro de hace diez años, comienza a cerrarse poco a poco.

Al final

Las cosas salieron bien









¡Feliz miércoles a todas!

Lo que muchas tenían curiosidad por leer aquí está

Rea conoció a Marissa

Yo sé que algunas de ustedes, no soportan ni quieren a Marissa, por lo que pasó con nuestra dama.

Se aguantan, por que nuestra Karla, la quiere en su vida y su corazón de pollo lo acepta jaja  

Lo admito, pensaba hacer este encuentro más tenso y fuerte, pero me di cuenta que Marissa, ya sufre suficiente con las culpas que carga y que la atormentan cada noche.

Así que, sangre no habrá. 

Sé que muchas pensaron, que Rea le haría daño, pero nuestra muñeca es comprensiva con ciertas cosas.

Recuerden, ella también ha sufrido lo que es un engaño y que tus ilusiones acerca de esa persona se rompen.

Bien, dejando de lado mi discurso.

Se dieron cuenta, que Olivia y Rea, ¿se parecen en ciertas cosas?

Sus personalidades, son parecidas jajaja 

Algo que podría ser peligroso, si no maneja con cuidado jajaja

Espero que les haya gustado el capítulo

Sin más que decir...

¡Nos vemos el lunes!

Atte. Su escritora 💜✨

Continue Reading

You'll Also Like

79.1K 11.6K 46
[Por Ti #2] Al irte, dejaste un vacío enorme en mi... Tu recuerdo llega a mi mente y solo ruego por volverte a ver. Siempre fué por ti, todo ha sido...
548K 41.5K 80
La Vegas, el inicio de una serie de malas tomas de decisiones, Sam no era diferente a esas miles de personas que tras un larga noche de borrachera, d...
73.6K 7.7K 31
Jungkook y taehyung, amigos de infancia pero crecen y se distancian y son obligados a contraer matrimonio por el bien de la mafia francesa, aunque a...
256K 22.5K 44
**ALERTA SPOILER, NO LEER ESTA SINOPSIS SINO NO HA LEÍDO EL LIBRO 2** Leo Lombardi, si el mismísimo Leonardo Lombardi estaba acostumbrado a la buena...