Dolce amore

Door AngieRosas058

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Saga Flores en la Mafia #4 Se dice que siempre llega alguien a nuestras vidas para salvarnos de nuestra oscur... Meer

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Medusa
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Epílogo
Agradecimientos
La nueva era

Capítulo 28

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Door AngieRosas058

Enzo

Me remuevo en la cama, arropándome más con la manta de la cama buscando calor, mi esposa me proporciona del suyo con su cuerpo desnudo pegado al mío, pero aún así tengo frío.

-Maldito frío- murmuro entre sueños- dea, enciende la calefacción-

-Ve y hazlo tu mismo, no es muy difícil- me espeta- no seas llorón, que tu quisiste quedarte a congelarte el culo-

Me río, abriendo los ojos para encontrarme con el techo de su apartamento, los tallo para quitarme el resto de sueño. Veo a mi lado, como mi esposa duerme plácidamente boca abajo solamente la manta la cubre de la cintura para abajo, dejándome ver su espalda desnuda.

-¿Cómo es que no tienes frío?-

-Este es un día cálido, comparado con el verdadero invierno- gruñe- ahora, cállate y déjame dormir-

-Otro recordatorio para no pasar las fechas navideñas aquí- murmuro.

Miro la ventana, está un poco nublado pero los tenues rayos del sol logran colarse entre las nubes. Un escalofrío me recorre cuando mis pies tocan el piso frío.

-Definitivamente, yo no soy de clima frío-

El apartamento de mi esposa tiene calefacción, pero en Rusia las noches suelen ser como un congelador, por lo tanto el lugar es como el polo norte. Suspiro, poniéndome de pie para ir acomodar la calefacción y no congelarme en el proceso.

Bajo las escaleras hasta donde se encuentra el termostato, lo abro y comienzo a maquinar con los botones.

-Calor, calor...-murmuro- ven a mí y caliéntame-

Termino de acomodar la calefacción y sentir la diferencia en el piso, suspiro de alivio. Estoy a punto de subir de nuevo las escaleras para hacerle compañía a mi esposa, cuando escucho el timbre de la puerta. Frunzo el ceño, mirando la hora.

Es temprano

-¿Quién será?- susurro- si mejor hago que no he escuchado, dejarán de molestar-

Subo el primer escalón, entonces el sonido del timbre vuelve a escucharse. Suspiro en resignación.

-No queda de otra-

El sonido vuelve a resonar por el lugar, gruño.

-¡Voy!- grito

Camino hasta la puerta y la abro de golpe. Mis cejas se arquean al ver a la víbora detrás de la madera, me mira de arriba abajo. Entonces, una de sus cejas se arquea.

-No sabía que te iba lo exhibicionista-

Me maldigo internamente, al recordar que estoy completamente desnudo. Rea, se ríe ante mi reacción.

-Para que lo sepas, así duermo- espeto mientras sonrío- y a tu amiga, le gusta que duerma así para darme unos buenos días-

Su sonrisa se borra, arruga su nariz.

-No quería saber eso, asqueroso-

Una carcajada sale de mis labios, me hago a un lado para dejarla pasar. Entra pasando por mi lado, me golpea ligeramente en el abdomen. Sonrío, cerrando la puerta detrás de mí.

-¿A qué debo tu hermosa y cordial visita cuñadita?- digo con sarcasmo, rueda los ojos- me iba a dormir-

-Necesito...- me mira- ¿Puedes al menos vestirte?-

-¿Desde cuándo tanto pudor?- arqueo una ceja- como si no vieras a tu marido desnudo todos los días-

-Pero veo algo decente cada mañana, idiota- baja sus ojos- aunque admito, que tienes un buen par de pelotas ahora entiendo, por que a mi amiga le gusta hacerte mamadas-

Mi sonrisa se borra de mi rostro, en cambio la suya se hace más grande. La maldita víbora, siempre encuentra una forma de callarme.

-¿Qué ocurre cuñadito?- dice en burla.

Gruño

-Víbora usurpadora-

-Idiota pulgoso- responde- pero anda, sé buen chico y busca a tu dueña, que necesito hablar con ella-

Dejo de lado, nuestras provocaciones para mirarla fijamente.

-¿Cómo estás?-

Se encoje en hombros mientras suspira.

-Me cuesta procesarlo aún, creo- admite- solo...-traga- necesito hablar con ella, quiero que sepa que no importa lo que haya pasado, siempre será mi hermana y amiga-

Asiento, lo admito. Tenía siento recelo que estuviera aquí, puede ser su hermana y su amiga de toda la vida, pero aún así no me gusta que mi esposa llore. La protegeré así sea de mi mismo.

-Bien- respondo- iré por ella, en un momento volvemos-

Rea asiente, tomando asiento en uno de los sofás. Subo de nuevo las escaleras, para entrar a nuestra habitación, veo a mi esposa durmiendo en la misma posición, me acerco para despertarla.

-Dea...- hablo- amore-

Se remueve cuando acaricio su mejilla, gruñe suavemente.

-¿Qué ocurre?- pregunta con sueño.

-Rea está aquí, dea-

Eso hace que sus ojos se abran de golpe, se incorpora de golpe en la cama mirándome con sorpresa.

-¿Qué dijiste?-

-Rea está aquí, amore- repito con una pequeña sonrisa- quiere hablar contigo-

Su mirada se ilumina con un destello de esperanza. Me duele ligeramente que haya creído que las cosas entre ella y la víbora, hayan terminado.

-¿De verdad?- asiento- eso...- se toma un momento- no lo esperaba, es una grata sorpresa-

-Será mejor que vayas, ella tampoco se ve bien, dea-

-Sí, si voy enseguida-

Se pone de pie, colocándose rápidamente un poco de ropa. Cuando está a punto de salir del cuarto, me mira de arriba abajo.

-¿Abriste así?-

Me río

-Sí, oye- niego divertido- ¿Yo que iba a saber la víbora vendría hoy?-

Se ríe, sale de la habitación para encontrarse con su amiga. Pero no pasan ni dos segundos, cuando vuelve a entrar me mira con sus ojos azules en una pequeña petición.

-¿Puedes venir conmigo?- sonríe- ¿Por favor?-

-Claro, dea- no dudo en responder- voy en seguida-

Ella asiente, sonrío mientras una emoción me llena el pecho al saber que le importa que yo esté ahí. Karla se ha convertido en mi soporte y yo me he convertido en el suyo.

Eso me gusta

Me coloco solamente unos pantalones de pijama, para bajar nuevamente las escaleras hacia la sala donde se encuentran las dos mujeres. Tomo asiento a un lado de mi esposa, quien sonríe al tenerme cerca.

Rea y Karla, se miran fijamente unos segundos sin saber realmente que decir. Entonces, la víbora decide hablar primero.

-Lo siento- comienza- sé que mi reacción, no fue la mejor...-

-No es necesario- mi esposa la interrumpe- también debería pedirte perdón, sé que debí haberte dicho lo que sucedió- traga- pero era difícil, me costaba asimilar el hecho de que había perdido a mi bebé- niega suavemente- cuando estuviste con la amenaza de aborto, tenía miedo por ti y Patrick, no quería que sufrieras lo mismo de que yo-

-Lo sé, Karla- sonríe ligeramente- te conozco, pero aunque las cosas no están bien entre nosotras, siempre voy a estar para ti, no lo olvides-

Veo como los ojos de mi esposa se cristalizan, eso es lo que quería escuchar. El saber que a pesar de las circunstancias, su amiga de toda la vida va estar para apoyarla con los ojos cerrados.

-Me duele, Karla. Voy a ser franca, me duele que saber que no me tuviste la confianza suficiente para decirme- suspira- pensé que había hecho algo malo, para no darme cuenta de lo que estaba sucediendo- la mira- pero lo comprendo, hay cosas que simplemente no podemos decir-

-Yo...-

Rea, simplemente sonríe para ponerse de pie y acercarse a su amiga, se sienta a su otro lado tomándola en un fuerte abrazo que ella no duda en responder. Veo como una lagrima baja por la mejilla de la víbora, me mira y le doy una sonrisa tranquilizadora.

-Siempre te he admirado, ¿lo sabes?- continúa con voz ligeramente ahogada- admiro la manera tan brillante de ver las cosas, el cómo sonríes aunque la situación sea una completa mierda-

Ambas se miran, con lágrimas en sus ojos.

-Y esta no es la excepción, loca- sonríe- admiro, la manera en que lograste salir adelante aun con todo el dolor de tu alma, el cómo lograste sonreír aunque estuvieras sufriendo por dentro-

Las lágrimas de mi esposa no se hacen esperar, comienzan a bajar por sus mejillas. Tomo su mano, acariciando sus nudillos con el pulgar.

-Yo solo, no quería arruinarte la felicidad- confiesa- vi como eras por fin feliz, que no quería manchar ese momento con mi aborto-

-Jamás, pero jamás pienses eso, ¿me entendiste?- asiente- Karla, has estado conmigo cada paso en mi vida, en mis mierdas y en cada momento tanto de felicidad como de tristeza. Eres mi hermana, ¿lo recuerdas? No importa si estoy al otro lado del mundo, estoy contigo y siempre lo estaré-

-Lo siento-

-Ven aquí, tonta-

Vuelven a fundirse en un abrazo, veo como la tensión de ambas salen de sus cuerpos. Cuando se separan, me llevo la sorpresa de que la víbora me abraza, me quedo un momento sin saber qué hacer.

-Gracias- me dice- gracias, por hacerla feliz y ser el soporte que yo no pude ser en su momento-

Aun con la sorpresa en mi cuerpo, logro envolverla con mis brazos ligeramente también. Sonrío un poco.

-Ella es mi vida- respondo.

Pasan unos segundos hasta que el momento de sentimentalismo, pasa. Se separa de mí, con una sonrisa en su rostro limpiándose las lágrimas restantes.

-Agradece que estoy chillona, que se me olvida que le diste dinero a mis hijos-

-No es mi culpa- me excuso- esos mocosos, son buenos manipulando- me río- la buena noticia, es que ya superé a Vladimir como el tío favorito-

Arquea una de sus cejas, en cambio mi esposa aprieta sus labios para no echarse a reír.

-¿De qué hablas?- cuestiona- Vladimir dejó de ser tu tío favorito, desde que les negó regalarles un segundo perro- aclara- su tío favorito es y será siempre, el cabron de Serguei-

-¿Qué?- pregunto incrédulo

Ambas mujeres se parten de la risa ante mi reacción, suspiro con molestia.

-Renacuajos embaucadores, espera a que los vea-

-Serguei, les cumple cada capricho que quieren, más de una vez Sevastien lo ha regañado por hacerlo, pero...-

-Serguei es Serguei- ruedo los ojos- se pasa por el trasero, todo lo que diga el ruso ya sé-

-¿Puedes creer que él idiota les dio un teléfono para que lo llamen cuando estén aburridos en la escuela?-

Mi esposa y yo, arqueamos nuestras cejas en sorpresa.

-¿Realmente?- pregunta ella.

La víbora, asiente.

-Más de una vez nos la aplicaron a mí, Sevastien y Viktor- niega divertida- si pensaban, que Viktor, los consiente demasiado. Serguei, es peor-

-A veces me pregunto, si este idiota no tiene un hijo regado por algún lado- digo irónico- con lo promiscuo que es, no me sorprendería-

-Hasta eso, el idiota suele ser cuidadoso cuando se trata de niños- aclara mi esposa- le gustan los niños ajenos, pero no se ve siendo padre-

-En eso te concedo el punto, siempre ha sido claro en ese tema de los niños- admite la víbora.

Mi esposa, asiente.

-¿Sabían que tiene la vasectomía?-

Rea y yo, la miramos con curiosidad mezclada con sorpresa.

-¿Cómo lo sabes?-

-Me lo dijo la vez que nos acostamos en tu boda, estábamos ebrios pero después del sexo hablamos- se encoje en hombros- poco después de eso, seguimos hablando-

Arqueo una ceja en su dirección con cierta curiosidad.

-¿Tu y Serguei?- pregunto, asiente- ¿Soy el único que lo ve raro?-

-No lo eres- aclara la víbora- hasta a nosotros, se nos hizo raro-

-¿Por qué?- indaga mi esposa- solo fue sexo y ya-

-Sin ofender, dea- digo- tu y Serguei, como que no...-

Hago ademán con mis dedos simulando conectarlos.

-No conectan en el ámbito sentimental, son muy parecidos- digo finalmente- por eso, a la mayoría se nos hace raro-

-¡Ni que fuéramos gemelos!-

-Son de los perdidos- se ríe Rea- ustedes tienen muchas similitudes, como dice tu esposo- niega divertida- no van juntos-

-Eso...- mi esposa baja sus hombros, nos mira entrecerrando sus ojos- los odio a ustedes dos-

La víbora y yo, chocamos los cinco por lo bajo sin dejar de reírnos. Antes de que alguno responda, la puerta del apartamento se abre abruptamente, miro con sorpresa para ver que se trata de Sevastien, nos ignora mirando fijamente a su esposa.

-Muñeca-

Rea, simplemente sonríe con inocencia mirando a su esposo.

-¿Sí muñeco ruso?-

Miro de nuevo a Sevastien, su cabello alborotado, la ropa con ciertas arrugas pero lo que más llama mi atención.

-¿Eso es...?-

Tomo su brazo, para verlo mejor.

-¿Una esposa?- digo mirando el metal alrededor de su muñeca, miro a la víbora- ¿Qué le hiciste?-

-¡Me ató a la cama eso hizo!- gruñe el ruso, sin dejar de ver a su esposa- me las cobraré, muñeca griega-

Rea, simplemente rueda los ojos mientras bufa. Me abstengo las ganas de echarme a reír pero no lo consigo, suelto una sonora carcajada. Sevastien me fulmina con la mirada, pero hace que mi risa aumente.

-¿Por qué?- pregunta mi esposa

-Quería venir conmigo, como todo cotilla que es-

-Eso no es cierto- me mira- deja de reírte, cabron-

-Oh, dio- exclamo- espera a que le cuente a los demás, es más-

Tomo mi teléfono para sacarle una foto.

-Sonríe- miro a la víbora- señora, ¿si le da permiso al sumiso de su esposo para que sonríe?-

-Jodete, cabron-

Me carcajeo tomando varias fotos. Escojo las mejores y las mando al grupo que tenemos nada más nosotros los hombres, para las partidas de póker.

Cabrones insoportables

Pongo un pequeño pie en la foto.

-El sumiso ruso fue castigado por cotilla-

Sus respuestas no tardan en llegar, la primera es de Vladimir.

-Espero que su señora le haya azotado el culo- V

La siguiente es de Dominick

-Ahora, entiendo por qué cojeaba la semana pasada- D

-Así, como lo hacías la ayer animal- B

-Cállate, Koch- D

-¡YA LLEGUE!- S

-¿De qué me perdí?- S

-No mucho, en realidad- C

-Parece que ayer hubo mucho rodeo para Becker- C

-¡Jodete De Luca!- D

-De seguro su jinete lo montó muy duro- V

-Genial, siempre contra uno- D

Respondo, riéndome ante sus idioteces.

-Le diré a Katherine, que a la próxima lleve una cuerda. No te vayas a descarriar-

-Buena esa, Bianchi- S

-Oye, Vladimir- D

-¿Qué quieres, Becker?- V

-¿Aceptas billetes de veinte dólares en tu tanga de bombero?- D

-Digo, por si alguna vez podría requerir tus servicios de stripper privado- D

-Solo por curiosidad, Kozlo- B

-¿Se puede manosear o solamente ver? Prometo no ser muy rudo contigo, bombón ;) - B

-¿Puedes cotizarme? La necesito para una despedido de solteros gay, soy el padrino de uno- S

-Prometo que te darán buenas propinas, de cien para arriba- S

-Así que haz más espacio en esa tanga, guapo ;)- S

Eso es suficiente para que todos explotemos de la risa en el grupo, incluso Sevastien se carcajea. Mi esposa se acerca una poco para ver y le muestro el último mensaje.

-¿Ustedes tienen grupo?-

-Obvio- 

Respondemos el ruso y yo, al mismo tiempo, chocamos los cinco.

-Si no, ¿cómo nos organizamos para la partida de póker?- dice con diversión Sevastien- como si ustedes, no tuvieran uno muñeca-

-Y luego se quejan por qué, les decimos cotillas- refuta mi esposa- ustedes son peores-

-¿Cómo se enteraron de la tanga de bombero?- cuestiona Rea

Mi cuñado y yo, nos miramos con sorpresa para después mirar a nuestras esposas.

-Espera...- comienza.

-¿Es verdad lo de la tanga?- pregunto, aguantándome las ganas de reírme.

Las chicas, se miran como si acabaran de darse cuenta de lo que acaban de decir. El ruso se carcajea, hasta que le salen lágrimas de sus ojos.

-¡Joder esto es fantástico!- exclama Sevastien- podré cobrarme cada una de sus idioteces-

Choco los puños con él, asintiendo.

-Concuerdo contigo, me debe unas cuantas-

-Alto ahí, cotillas - nos señala la víbora- no se enteraron por nosotras, si dicen algo...-

-Te quedarás sin sexo seis meses, Eros-

Mi sonrisa muere de manera definitiva, en cambio el ruso me mira con burla. Entonces, mira a su esposa que lo observa con una ceja alzada y su sonrisa muere también.

-Y tú te quedarás un año completo, muñeco ruso-

-Sin contar que dormiré con el perro- rueda los ojos- si, si ya me lo sé-

-Bien- cambio de tema- ¿Estamos todos bien?-

Rea y Karla, se miran sonriendo. Eso me basta para saber que las cosas entre ellas van a estar bien.

-¿Se quedan a desayunar?-

-Eso sería bueno-

La víbora mira a su esposa con cierta curiosidad.

-Oye, muñeco ruso-

Sevastien, arquea una de sus cejas en su dirección.

-¿Qué ocurre muñeca?-

-¿Sabías que Serguei tiene la vasectomía?-

El ruso no duda en responder.

-Claro, yo mismo lo acompañé a que se la hiciera- se encoje en hombros- se la hizo a los veinte, con el primer pago que le dio mi padre cuando comenzó a trabajar- responde- Serguei, nunca ha querido ser padre, siempre lo ha tenido marcado desde muy joven-

-¿Por qué?- digo curioso- hasta eso, reconozco el hombre sería uno bueno-

Sevastien, suspira por lo bajo negando.

-Digamos que el pasado familiar de Serguei, no es muy bueno- admite- le dejó muy marcado al tal punto que no nunca ha querido formar un familia, ni tener un compromiso y está bien para él, ciertamente-

-¿Cómo lo sabes?- inquiere su esposa

-Muñeca, lo conozco desde hace más de treinta y cinco años- responde- prácticamente, crecimos juntos- niega- Serguei, puede aparentar ser un tipo muy carismático y feliz de la vida, pero tiene sus mierdas muy marcadas que hasta la fecha lo atormentan, aunque no lo diga-

Todos nos quedamos en silencio un momento, ante las palabras de Sevastien.

-Bien, ¿ordenamos el desayuno?- nos interrumpe- me dio hambre, perseguir a una muñeca griega da trabajo-

Nos reímos un poco, aligerando el ambiente.

Ordenamos desayuno a domicilio, no hemos hecho las compras con todo lo que ha pasado, no hemos tenido tiempo. Mi esposa nos duchamos rápidamente y nos cambiamos de ropa para estar más decentes, abajo escuchamos una riña entre los Stirling.

-¡Quítame esto, Sevastien!-

-No, te aguantas- gruñe- debiste haberlo pensado antes de esposarme a la cama-

-¿Cómo te soltaste? Me traje las llaves-

-Tan sencillo- responde- necesitamos una cabecera nueva en la habitación-

-¡Sevastien!- chilla

Vemos que el ruso de alguna forma, logró tomar las llaves de las esposas para quitársela, pero en vez de soltarse esposo a la víbora con él. Ahora, están más pegados.

-Y luego nosotros somos los raros- me susurra mi esposa en mi oído- ellos nos superan-

Me río por lo bajo, asintiendo.

-Ni que lo digas, dea-

Poco después llega el desayuno, mientras nosotros colocamos seguimos como el matrimonio ruso discute aún por el tema de la cabecera. Desayunamos entre risas y anécdotas, a pesar de que no estamos todos aquí, todavía se siente el ambiente familiar.

-Dea, ¿a dónde me llevas?-

Le pregunto a mi esposa, por enésima vez en el trayecto. Solamente me dijo que me vistiera con ropa formal porque saldríamos esta noche y que era una sorpresa.

-Ya mero llegamos, no seas impaciente- me mira un momento, sin perder de vista la carretera- tengo unos asuntos que atender aquí en Moscú, antes de volver a casa-

-Bueno, si esos asuntos implican asesinarme y quedarte con mi fortuna...- se ríe- espero tener un sexo antes de morir, así entraré al infierno muy feliz-

-Mi fortuna es estar contigo- sonrío- y quedarme así, toda la vida-

Tomo su mano en la mía, depositando un beso en su dorso.

-Ti amo, Karla-

Sonríe, mirándome un momento.

-Ti amo, Enzo-

Después de unos veinte minutos más en la carretera, llegamos a un estacionamiento subterráneo, mi esposa se acomoda en lo que parece su lugar habitual. Estoy a punto de bajar, cuando me detiene.

-Espera, necesitamos algo antes de entrar al lugar-

Saca una pequeña bolsa de terciopelo, para hurgar en ella mostrándome dos antifaces. Mis cejas se arquean en sorpresa pero sonrío.

-Bien, esto comienza a gustarme-

Me ayuda a colocarme el mío, mientras yo le coloco el suyo que es de encaje plateado con tonos rojos. Ambos bajamos del auto, entrando a un ascensor, su mano toma la mía entrelazando nuestros dedos.

-¿A dónde me trajiste?- pregunto- dea, me vas a matar de la intriga-

Se ríe, negando divertida.

-Ya verás, falta poco- me mira- solo, tienes que mantener una mente muy abierta-

-Soy muy abierto-

Cuando las puertas del ascensor se abren, me quedo sorprendido ante el escenario frente a mí, mirando alrededor mientras el aroma a sexo, inunda el lugar.

-Dea, dime que no me trajiste a donde estoy pensando- murmuro.

Ella sonríe, jalando mi mano sacándome del ascensor. Me quedo fascinado ante tantas cosas que ocurren en vivo.

Mi esposa me mira con deseo y un brillo de lujuria en sus ojos azules.

-Bienvenido al Seven Sins









¡Feliz lunes!

Preparense que el siguiente capítulo se viene con mucho fuego 🔥

Como vieron, las cosas entre Rea y Karla, se arreglaron.

La verdad no pueden pasar mucho tiempo sin estar peleadas.

Fue un capítulo divertido, más con la conversación en el grupo JAJAJAJ

Son más chismosas que una y saben los chismes más jugosos JAJAJA 

Otro asunto...

Serguei

Sé que todas tenían dudas acerca de que si la garrapata, tendría algún hijo regado, ahí tienen su respuesta.

Siempre he dejado en claro, que Serguei...

NUNCA Y JAMÁS

Será padre, no va serlo ahora, no va a serlo después y honestamente, es el único personaje al que no lo veo como un padre.

Junto a Dante Ferrara

Siempre serán los tíos consentidores y protectores de sus sobrinos, nada más.

Tengo planes a futuro para Serguei, siempre fui abierta a esa posibilidad. 

Si, tengo planes para sacar su historia, pero no ahora tal vez más adelante.

En caso de que se haga la historia, será independiente de las demás y será en un lapso de tiempo muy distinto.

Su línea del tiempo estará  a la par de la edad de Sevastien, si no es que más.

 Bien

Una vez aclarada esta información...

¡Nos vemos el miércoles!

Atte. Su escritora 💜✨

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