16 de diciembre de 2005
La fémina se levantó y volteó hacia arriba, viendo al mayor, quien aun dormía plácidamente, aunque cuándo la chica se volvió a acomodar despertó de su sueño ligero, mientras sonreía adormilado a la chica.
-Buenos días linda. -Su voz era más ronca.
-Buenos días Hanii. -Sonrío de vuelta.
-¿Cómo dormiste? -Jugaba con las trenzas de la menor.
-Uhm, bien. -Pausó. -Gracias por estar conmigo ayer. -Agradeció mientras escondía su cabeza en el pecho del mayor.
-No es nada nena.
La fémina no recordaba que ese día se iba a Shibuya con sus primos, por lo que estaba tranquila, hasta que sonó una alarma en el celular de Nahoya, quien se despertó rápidamente a apagarla.
-Nisha, recuerda que hoy nos vamos dentro de unas horas a Shibuya, debes hacer tu maleta. -Estaba recordándole a su prima.
-Oh dios, es cierto, no lo recordaba. -Se paró rápidamente de la cama, sacando una maleta mediana.
-¿Cómo? ¿Se van hoy? -El mayor se confundió, el no sabía nada de eso, si bien sabía que podía ir a visitarla, no espero que se irían tan rápido a Shibuya.
-Si, nos vamos hoy, pero yo no lo recordaba. -Estaba apurada, pensando en que se llevaría.
-Por ello no te dije antes, lo siento. -Sonrió con culpabilidad.
El mayor asintió, sonriendo.
La fémina se volteó a seguir con la maleta, ya tenía más o menos pensado que echaría en ella.
Agarró faldas, jeans, una gabardina negra, blusas de diferentes tipos, ropa interior y por supuesto medias para las faldas, además de unos cuantos pares de zapatos.
-Nahoya ¿a que hora nos iremos? -Preguntó, adentrándose al baño.
-Como en una hora y media. -Sonreía.
-Uh, bien, me alcanza perfecto. -Salió del baño y agarró ropa interior, un jean, una blusa de manga larga blanca.
Entro al baño y cerró la puerta tras de sí, comenzó a quitarse la ropa y después se adentró a la ducha.
Comenzó a bañarse, el champú, el cuerpo y el acondicionador.
Salió y comenzó a secarse el cuerpo y después el cabello, para después ponerse la ropa interior, la blusa y el jean, mientras pensaba en los zapatos que se pondría para salir.
Puso la ropa sucia en el cesto del baño y salió de este, una vez fuera agarró la maleta y comenzó a echar unos shorts de licra, además de unas dos sudaderas.
-Deberíamos bajar a desayunar -Hablo mirando como todos estaban ya levantados.
-Vayamos, solo falta una hora. -Souta.
Una vez todos bajaron las escaleras, había bastantes platos en la mesa, mi madre estaba feliz, parecía que ella si recordaba que se iban a Tokio, por lo que estaba feliz de que su hija se llevase bien con sus primos.
-Buenos días mamá. -La abrazo.
-Buenos días mi niña. -Correspondía el abrazo.
Se separaron y todos se sentaron en la mesa, cada quien comenzó a servirse de todo lo que había en la mesa y todos comenzaron a comer entre platica y platica.
Una vez todos terminaron de comer, la castaña comenzó a levantar los platos de todos, poniéndolos en el lavavajillas, mientras Ran le llegó con los vasos.
Estaban en la cocina, viéndose el uno al otro.
-¿Me dejarías darte un beso? -Preguntó el mayor, apegando el cuerpo de la fémina al de él.
-Mjm. -Asintió, mientras pasaba sus brazos por el cuello del mayor y se ponía de puntitas.
Así fue como conectaron sus labios, en un beso lento, cargado de diferentes sentimientos y por supuesto cariño.
No se verían por algunos días, o al menos eso pensaba la menor, no tenía idea de las cosas que pasarían en Shibuya.
Se separaron y sonrieron entre sí, mientras la fémina abrazaba al contrario, siendo correspondida, mientras aspiraba el olor que desprendía el mayor.
Siempre olía bien, ¿cómo hacía para lograr eso?
Restándole importancia a sus pensamientos, se separó del mayor y fue hacia arriba para lavarse los dientes, agarrar su celular y poner su cargador en la bolsa de la delgada sudadera de cierre que usaría.
Una vez lista, bajo las escaleras y vio a Nahoya, Souta, Rindō y Ran despidiéndose de su madre.
Ya completamente en el piso de abajo también se despidió de su madre, quien le dio dinero para que se fuera de compras es Shibuya o se comprase lo que quisiese.
-Adiós mamá. -Le abrazo.
-Adiós mi niña, nos veremos en unos días ¿si? -Dijo en su oído. -Cuídate mucho.
Se separaron y se sonrieron entre sí, mientras iban a la puerta y la fémina se ponía sus botas negras, salió de la casa y se despidió de Rindo y Ran.
-Nos vemos en unos días. -Despidió.
-Así será. -El mayor sonrío a su novia.
Se abrazaron y los hermanos Haitani se fueron caminando.
Los gemelos subieron las maletas a una moto donde iba Souta, amarrándolas con una cuerda a la moto.
La fémina se subió a la moto con Nahoya y se puso un casco, Nahoya subió después y la castaña se agarró de la cintura del pelo naranja.
En ese entonces arrancaron las motos con la madre de su prima en la puerta, despidiéndose.
Una vez ya todo listo, agarraron camino hacia donde vivían los gemelos, agarrando asi carretera, en silencio.
Una vez llegaron a Shibuya, pararon en una gasolinera, así la fémina se quitó el casco mientras ellos cargaban gasolina y quedaba arriba de la moto, esperando.
En eso llegó una llamada al teléfono de Nahoya, el cual estaba cuidando la castaña, por lo que le habló.
-¡Nahoya, te están llamando! -El peli naranja llegó corriendo a su lado.
-Gracias Nini. -Agradeció, mientras agarraba el teléfono y contestaba.
La chica no pudo evitar escuchar las respuestas del gemelo mayor a la llamada.
-Hola. -Saludó. -Sí, acabamos de llegar. -Asentía. -No. -Pauso. -¿¡Como!? -Se exaltó. -¡¿En una hora?! -Preguntó aun gritando al celular.
-¿Podemos llevarla? -Preguntó más tranquilo.
-Bien, nos vemos ahí. -Corto.
La fémina esperó a que su primo le dijera algo de ir a algún lugar.
-Nini, nada más iremos a casa a dejar las cosas, Souta y yo nos cambiaremos y luego nos iremos ¿si? -Asintió, mientras Nahoya iba a decirle a Souta las cosas.
Una vez pagaron la gasolina, volvieron a arrancar, en dirección a la casa de los gemelos.
En unos minutos, habían llegado y abrieron la puerta.
Cargaron las maletas y las pusieron en los cuartos designados, Nisha dormiría en el cuarto de las visitas, así que hasta ahí se dirigió, poniendo la maleta en el armario, para después salir del cuarto, yendo a la sala, mientras esperaba a sus primos.
Quienes por supuesto, bajaron dentro de unos minutos.
Traían unos uniformes.
Eran unos pantalones bombachos negros, con un cinturón y unas botas blancas, además de que la parte de arriba era una camiseta negra con bordados en dorado.
Le gustaba, el uniforme era bonito, pero decidió no hacer preguntas, a veces hacia muchas.
Sus primos se dirigieron a la puerta, siendo seguidos por ella, quien los miraba expectante.
Cerraron la casa y se subieron a las motos, esta vez la fémina yendo con Souta.
Iba admirando la ciudad, cuando de repente pararon en un restaurante de ramen.
-Uhh ¿comeremos ramen? -Preguntó la fémina, emocionada, le gustaba mucho.
-Si, pero solo tenemos 1 hora. -Nahoya sonreía.
-Bien, me alcanza para comer. -Contestó feliz.
Bajaron de las motos y se adentraron al lugar, se sentaron en una mesa, quedando la castaña en medio.
Miraba el menu atentamente, hasta que se decidió por un Kioto ramen.
Pidieron la comida y después de unos minutos la trajeron, así todos comenzaron a comer entre pláticas de diferentes cosas.
Una vez todos terminaron los gemelos pagaron y salieron, siendo ya las 6 de la tarde.
Subieron a las motos, yendo la fémina con Souta, mientras veía el paisaje, oscureciendo de poco a poco.
Después de unos 45 minutos, apagaron las motocicletas.
Parecía que habían llegado a un templo.
jaja, si, re tarde publiqué esto.
salí de la ciudad, y la verdad no tenía internet [cry]
ah, pero adivinen quien llegó a su casa con una gata bebé (la cual va a bañar mañana ya que tiene bastantes pulgas) a la que le puso de nombre Nisha.
por que sí, es un nombre que le gusta mucho y es uno de los mejores personajes que salió de su cabeza.
exacto, la escritora ^^
aquí fotos \/
Es simplemente preciosa.
Gracias por leer, se les quiere.
disculpen errores ortográficos.
<33