Lɪɴᴅᴀs ᴛᴀʀᴅᴇs ᴅᴇ ʟʟᴜᴠɪᴀ 「 Rᴀɴ...

Por Saurus-17

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↳ ☆*☆*☆*☆*☆ 𝗡𝗼 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗳𝘂𝗲𝗿�... Más

۪۫❁ཻུ۪۪
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𝔼𝕡𝕚𝕝𝕠𝕘𝕠

𝟙𝟜

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Por Saurus-17

14 de diciembre de 2005

La fémina despertó, viendo a todos lados se percató de que la tormenta seguía y no parecía querer detenerse, además de que todos seguían dormidos.

Intento levantarse sin despertar al mayor, cosa que lamentablemente no logró, este la veía, adormilado, mientras ella sonreía con su típico eyesmile que lo tenía loco.

-Disculpa Hanii, te desperté pero no quería hacerlo. -Se disculpó tímidamente con el mayor.
-No te preocupes, corazón. -La voz del mayor era más ronca de lo normal, acababa de levantarse.

La voz de el más alto provocó un paro en el corazón de la fémina, realmente su voz al despertar se notaba más ronca.
Se sonrojó, confundiendo al chico.

-¿Por que te sonrojas? -Le pregunto, parecía confundido.
-E-eh, por nada. -La chica hizo su mejor intento de no tartamudear.

Hasta el momento ninguno se había percatado de la posición en la que estaban, la menor, por querer levantarse debía pasar por encima del mayor ya que este estaba en la orilla, pero al ver que despertó se relajó.

Si, en efecto, la chica estaba sentada en el regazo del mayor y ninguno se había dado cuenta de ello.

Después de todo, acababan de levantarse y seguían adormilados ¿no?

De repente Ran comenzó a acercarse a la chica, y juntaron sus labios en un beso, mientras esta posicionaba sus manos alrededor del cuello del más alto y este posicionaba sus manos en la cintura de la chica.

Parecían no querer llegar a más, y realmente así era, solo era un beso, un dulce beso que después de unos segundos se rompió.

Pero ninguno quiso que el otro se alejara, por lo que el mayor atrajo a la menor y terminaron el un abrazo.

La fémina en el pecho de este, mientras aspiraba el olor que desprendía, para ella, él olía como el sol *.

Y para el, ella tenía un olor embriagante a vainilla.

Parecía que nada podía arruinar ese momento, pero como todo tiene que terminar alguna vez, se escuchó que alguien abrió la puerta del cuarto.

Su madre había interrumpido aquel momento, pero Ran no iba a dejar que la menor se separase de él, así que afirmó su agarre, mientras sonreía a su suegra.

-Ouh, parece que interrumpo algo, lo siento. -Sonrió al chico y volvió a cerrar la puerta.

Por su lado, este soltó una leve risa, parecía que le había causado gracia.

Terminaron separándose completamente una vez se pararon.

-Uhm, deberíamos ir a comer. -La fémina parecía nerviosa.
-Deberíamos. -Siguió.

Terminaron saliendo de la habitación, bajaron las escaleras y la madre de la chica estaba sentada en el comedor, estaba comiendo ramen y cuando se percató de la presencia de los chicos se levantó.

-¿Quieren que les sirva? -Se dirigía a la cocina.
-Por favor, mamá. -Pidió la menor.
-Por favor y gracias. -Agradeció el chico.

Una vez la señora llegó con dos platos de ramen los puso en la mesa junto con dos juegos de palillos.

-Siéntense. -Sonreía la mujer.
-Gracias mamá. -Le devolvió la sonrisa.
-No hay de que, mi niña. -Se acercó, le revolvió el pelo y después fue a sentarse a su lugar.

Todos comenzaron a comer.

En algún momento la madre de Nisha comenzó a contar anécdotas.

-Hubo una vez en la que, deje a Nisha y su primo Seishu en mi cama, ellos iban a ver la tele y yo haría la comida. -Pausó. -Ellos tenían 4 años. Pero había mucho silencio, y eso normalmente es una mala señal, por lo que subí y encontré a los dos con nuevo corte de pelo, tenían unas tijeras de punta redonda y mi hija tenía nuevo copete, mientras que Seishu un nuevo corte de pelo. -Comenzó a reír, siendo seguida de los dos chicos. -Esperen, aquí va otra.

-Cuando ella tenía alrededor de tres años íbamos a ir a recoger a mi esposo al trabajo, y paramos en el oxxo que está cerca de la oficina de su padre, bajé solo un momento, dejándola en la sillita un momento, pero cuando regrese ella no estaba en la sillita, busqué hasta los terceros asientos, pero no la encontré, y por más que le hablaba no respondía, me bajé del carro y observé hacia los lados, pero aun nada, para este punto yo estaba realmente desesperada y a nada de marcarle mi esposo, cuando de repente saltó de la cajuela y me gritó "Aquí ta bebé" -Rió. -Santo susto que me pegó ese día, hasta se me bajo la presión, yo pensé que se la habían robado o algo así. -Pasó una mano por su frente.
-¿Ella en serio hacía esas cosas? -El mayor estaba sorprendido. -Siempre es tan callada y seria que no creí que alguna vez hubiera sido traviesa. -La madre de la fémina rió.
-No la conociste cuando era pequeña, por eso piensas eso. -Explicó la mayor.

Después de aquella amena plática todos siguieron comiendo, cuando de repnte llegaron Souta, Rindō y Nahoya.

-Tía, tengo hambre. -Dijo Nahoya mientras se sentaba en la mesa.
-Ahora te sirvo Hoya. -Se paro de la mesa. -¿Ustedes también quieren? -Se dirigía a Souta y Rindō.
-Por favor. -Contestaron los dos.
-Enseguida mis niños. -Sonrió y fue hacia la cocina.

Después de un tiempo en el que la fémina y el mayor terminaron su ramen, fueron a ayudar a traer los platos a su madre.

Ya una vez en la cocina pusieron los platos en el lavavajillas y ayudaron a la madre de la chica a llevar los platos a la mesa.

-Aquí están, siéntense donde gusten. -La señora llego con un plato y los otros dos los tenían la pareja.

Dieron sus platos a las personas de la mesa y la pareja fue hacia el sillón.

-Mamá ¿ya regresó la luz? -Pregunto Nisha.
-Creo que no, pero mejor revisa. -Contestó.

La fémina intentó prender las luces, pero estas no funcionaban, significaba que debían estar otra noche usando la velas.

-¿tenemos velas suficientes?
-Creo que si, pero igual compre unas cuantas hace rato. -Su madre era adivina.
-¡Gracias! -Respondió felizmente.

La tormenta seguía, en serio, parecía no querer parar y menos cuando estaba granizando.

Realimente la casa estaría helando si no fuera gracias a la chimenea, esta seguía y la casa no estaría tan calentita si no fuera por ella.

-Espera, iré por mi teléfono. -Dijo rápidamente la chica subiendo a su habitación, tenía dudas.

Una vez en la habitación agarró su teléfono y bajo al sillón, se sentó junto al mayor y prendió el teléfono.

Aun tenía datos y agradecía eso, reviso la página de la escuela para ver si había novedad alguna, se encontró con que habían pospuesto las clases hasta nuevo aviso, lo que significaba que ya había salido de vacaciones, ya que esta era su última semana de clases para entrar en vacaciones de invierno.

-Rindō, acabamos de salir de vacaciones. -Comentó la chica, adiós levantarse temprano.
-¿Enserio? -El chico se sorprendió.
-Si, en el sitio de la escuela dice que las clases se suspenden hasta nuevo aviso. -Sonreía.
-Eso es bueno, ya no tendremos que levantarnos temprano. -Había sonreído.

Ahora que recordaba, iba a subir de una vez las velas, estaba oscureciendo y las velas de arriba ya se habían acabado.

Se paró del sillón y fue hacia la cocina, agarró las velas y subió a su habitación, las cambio y se adentró al baño, aprovecharía para bañarse.

Prendió la vela del baño y salió a escoger su ropa.

Agarró ropa interior, un shorts y una sudadera holgada calentita.

Se adentró de nuevo al baño, cerró la puerta y comenzó a quitarse la ropa.

Entro a la ducha y abrió el agua caliente, relajándose al instante.

Se lavó el cabello, el cuerpo y se puso acondicionador en el pelo.

Salió de la ducha, se secó y se puso su ropa, mientras ponía la sucia en el cesto.

Abrió la puerta del baño, dejando salir el vapor, mientras se lavaba la cara.

Una vez con la cara limpia salió del baño y se encontró a los chicos en este.

-Si quieren meterse a bañar, pueden hacerlo. -Pauso. -Les traeré ropa de mi padre para lavar lo que traen puesto. -Sonrió hacia los Haitani mientras iba a la habitación que su madre compartía con su padre y rebuscó entre la ropa, buscando algo cómodo.

Cuando lo encontró regresó a su habitación, dejó la ropa en el escritorio y se sentó en su cama.

El primero en meterse a bañar fue Rindō, seguido de Souta y después Ran, el último fue Nahoya.

-Nena ¿me haces las trenzas? -Pregunto el mayor, dentándose en la cama, a lo que la chica asintió y se hincó detrás de él, comenzando a hacer aquellas trenzas.

Una vez listas se sentó y el de trenzas se ofreció a hacerle trenzas a ella.

-¿Te puedo hacer trenzas? -Preguntó.
-Adelante Hanii. -Se sentó en el suelo, frente al mayor.

El mayor comenzó a hacer las trenzas, y una vez listas la chica se levantó.

Debía comenzar a prender las velas y así lo hizo, ante la atenta mirada de su novio.

Después de bañarse y comer le había entrado sueño.

-Tengo sueño... -La chica se acostó en la cama.
-Puedes dormir. -El más alto de sonrió a la chica.

Antes de siquiera pensar en dormir puso lo que quedaba de la película de acción, no quería que los chicos quedaran aburridos.

Una vez la puso, se acostó con la cabeza en el regazo del mayor, mientras intentaba dormir.


























¿?
¿?
¿?
¿?
¿?
¿?
¿?

Glosario:

"Hueles como el sol" u "Olor a sol" se refiere a que transmite calidez, agrado, etc.

jaja, si, las anécdotas que puse arriba son mías pero en lugar de Seishu es con mi hermano,,

Ay perdón si esta cortito, es casi casi relleno [cry]
prometo escribir mejor
Gracias por el apoyo,
se les ama
gracias por leer
perdonen errores ortográficos [cry]

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