Skyler
Jason estaba en la pista de baile, algo borracho pero feliz. Muchas personas lo miraban moverse, sobre todo las chicas, pero él no se daba cuenta de eso y continuaba moviéndose solo, en total descoordinación con la música. Se lo veía tan feliz que lo envidiaba, de la buena manera, por supuesto. Me hizo una seña para que me levantara de mi asiento, pero negué con la cabeza, pues quería descansar un poco, tanto baile me había dejado agotada.
Cuando cruzamos la ciudad, lo primero que hizo Jason fue encontrar un hotel donde pasar la noche y averiguar sobre alguna fiesta. Él y yo nos colamos en una fiesta, en un casamiento, haciéndonos pasar por los primos del recién casado. Para nuestra suerte, nos dejaron pasar y ya llevábamos más de tres horas disfrutando de la buena música y robando la comida de la mesa dulce. Claro que la primera opción que tuve en mente fue salir a una discoteca, pero Jason prefirió que nos coláramos en una fiesta privada por la calidad de la comida. Cruzar las puertas del salón tuvo algo de adrenalina para ambos.
—¡Ven a bailar! —exclamó Jason, sonriendo emocionado.
—Gasto energías por dos, ¿recuerdas? —sonreí, acariciando mi panza. Esta era como la décima vez en el día que me enganchaba tocándome el vientre, como si fuera que, inconscientemente, quisiese darle cariño al bebé.
Bailar durante tanto tiempo realmente me hizo olvidar todo, esta noche me había reído como hacía mucho tiempo no hacía, pues Jason estaba borracho y a veces se caía al suelo y eso me causaba un poco de gracia. También, conocí a un par de chicas muy divertidas, de casi mi edad, tal vez un poco mayores que yo, con las que compartí un par de risas durante un rato, mientras Jason iba al baño a vomitar.
—¿Quieres agua? Puede buscarte agua si quieres —acarició mi espalda.
—Jas, he tomado agua toda la noche, tú eres el que necesita agua, estás borracho. Ni siquiera sé cómo es que tienes tanta energía si has vomitado todo lo que ingeriste.
—Soy vampiro, ¿recuerdas? —su tono de voz fue alto. Una chica oyó lo que él dijo y lo observó de forma rara—. Es una broma —se apresuró a aclararle.
La muchacha lo observó un segundo más y se alejó de nosotros.
—Cree que estoy loco.
—O se ha espantado por tu olor a vómito —bromeé con una sonrisa, viendo cómo él entrecerraba los ojos.
Le dije a Jas que pronto volvería a la pista de baile, que necesitaba descansar un poco más. Observé a mi amigo moverse torpemente otra vez, hasta que se me dio por tomar mi teléfono y revisar si había algo importe.
Tenía tres llamadas perdidas de Sam.
Fruncí mis cejas inmediatamente y entré a la aplicación de mensajes para llamarlo por teléfono. Él estaba enojado conmigo, era un chico muy orgulloso, así que si me llamaba, por algo importante debía ser. Tal vez ocurrió algo con Chase.
Lo llamé, pero no él no respondió a la primera llamada. Probé en la segunda.
—Skyler —su voz me sobresaltó un poco, hasta me generó un escalofrío. Su tono era serio.
—Sam —respondí. No sabía qué tono usar con él.
—Quiero hablar contigo.
—No estoy en Hasser.
—Lo sé, estás en la ciudad —respondió. ¿Y él cómo sabía eso?—. Tu madre me lo dijo cuando fui a tu casa.
—¿Te encontró en mi habitación? —agrandé los ojos.
—No, toqué la puerta.
—¿Tocaste la puerta? —Él solo se metía en mi habitación sin preguntar, no era propio de Sam tocar la puerta para verme. Supuse que después de nuestra pelea él ya no sentía esa confianza conmigo como para entrar en casa como de costumbre.
—Ya no me siento cómodo entrando por tu ventana.
Nunca me gustó que se metiera por la ventana sin mi permiso, pues en algún momento podía llegar a pasar que él me viese salir de la ducha sin toalla o que apareciera en el momento justo en que estaba bañándome, pero la forma en la que dijo que ya no se sentía cómodo, dolió un poco. Las cosas seguían tensas entre nosotros, pero a pesar de todo, era bueno oír su voz después de una semana sin hablar.
—Ah.
—Estoy en la ciudad. Vine a verte. ¿Dónde estás? —preguntó, algo extrañado—. Hay mucho ruido.
¿Hablar? ¿No pudo esperar a que llegara a mi casa para eso?
—Estoy en un casamiento. Nos hemos colado con Jason. Sam, no tenías que haber venido. Se suponía que hoy sería un día tranquilo, no quiero pensar en ningún asunto que me genere estrés. Pudiste esperar a que volviera a Hasser.
—Tengo que hablar contigo, no quería esperar a que volvieras. Estoy volviéndome completamente loco.
Yo también estaba como él, pero, repito, hoy se suponía que debía ser un día tranquilo, y él decidía aparecer justo en este momento, después de una semana sin habernos visto ni cruzado una sola palabra. Miré a Jason, quien seguía bailando. Las personas lo aplaudían, alentándolo, aunque en realidad bailaba cada vez peor.
—Dame la dirección de esa boda.
—Tú no puedes simplemente venir e interrumpir mi día tranquilo, Sam.
—Hablamos y me voy.
Suspiré. De todas formas, iba a aceptar.
Le envié la dirección de la boda. Sam no tardó mucho en enviarme un mensaje diciéndome que estaba afuera, esperándome. Le hice una seña a Jason de que saldría un momento, y caminé hasta la salida, pasando por los guardias de seguridad. Crucé el largo camino, alejándome de la vista de todos y acercándome a la silueta que le pertenecía a ese chico que me causaba mariposas en el estómago.
Cuando di mis últimos pasos para llegar a él, me di cuenta que esto había sido una mala idea, pues era muy difícil poder sostenerle la mirada a Sam, quien me observaba con esa frialdad y decepción en los ojos.
—Ha sido mala idea venir a verte. Creí que sería fácil volver a tenerte cerca —confesó de manera inesperada, después de unos largos segundos sin hablar.
Sus ojos me recorrieron entera y se detuvieron en mi vientre, seguramente preguntándose cómo iba ese tema, pues literalmente pasé una semana sin poder hablar con nadie al respecto y eso me volvió loca hasta que se lo pude decir a Jason. Me di cuenta, también, de lo difícil que debía ser para Sam saber que yo estaba esperando un hijo de su hermano. Eso debía de dolerle mucho, probablemente lo destrozó la noticia cuando el doctor le dio los resultados de los análisis, pero aun así él me abrazó y se encargó de consolarme, hasta de llevarme a comer. ¿Qué habrá sido lo que él pensó en el momento en que lo supo? Tal vez quiso gritarme, desquitarse conmigo, o desquitarse con cualquier otra persona, pero se mantuvo conmigo, entendió la situación y me tomó de la mano durante ese día tan impactante para mí.
Cada día me daba cuenta de que estos últimos meses, él tomó un lugar en mi vida que no muchas personas llegaban a tener y que jamás pensé que él tendría. Nuestro beso de la semana pasada me hizo comprender muchas cosas, y una de ellas es que sí sentía algo por Sam, pero me repetía que Chase estaba allí, todavía presente en mi corazón y todo se volvía un bucle, una maraña de sentimientos mezclados por dos chicos. Me asustaba mucho esto que sentía por Sam, puesto me daba miedo llegar a amarlo, y me daba aún más miedo pensar que, tal vez, yo ya lo amaba, pero no lo quería aceptar. Si eso pasaba, no sabría cómo desenredar esa maraña de sentimientos.
Chase y Sam eran tan iguales; parte de mí creía que lo que me sucedía con Sam, es que veía a Chase en él, pues ambos eran hermanos, aunque no lo fueran de sangre. Ambos eran serios, reservados, fríos, distantes, pero, en el fondo, cuando lograbas ver más allá y compartir más tiempo a su lado, veías su lado sensible, su lado tierno y compañero. Pero la otra parte creía que eso era solo un punto, y que también quería a Sam porque valoraba lo que él era conmigo, lo que hacía por mí, y porque de verdad había una chispa (o varias) entre nosotros dos. Recordaba nuestras miradas y veía calor en ellas, fuego; recordaba nuestros toques, y sentía cosquillas en el estómago; recordaba su cercanía, y el corazón se me disparataba. Es feo comparar a Chase y Sam, no quería hacerlo, pero últimamente me costaba demasiado, pues no sabía exactamente qué hacer, qué me pasaba.
Sara me aconsejó tomar una decisión tranquila, pensando a mi tiempo, a un ritmo lento, y no a los apurones como yo solía hacer muchas veces. Dijo que tarde o temprano, la balanza caería para alguno de los dos, o que simplemente no caería y esa también sería una respuesta: era escoger a uno o no escoger a ninguno. Dios, ¿en qué momento fue que empecé a pensar en ello?
—No quiero pelear contigo —mi mirada era suplicante.
—Lamento haberte arruinado la noche —se disculpó, pero esa disculpa no parecía ser del todo... una disculpa: su voz contuvo algo de verdad, pero a la vez, también algo de rencor. No le respondí. Él observó nuevamente mi vientre—. ¿Cómo lo llevas?
Me encogí de hombros y acomodé mi vestido hacia abajo.
—Se lo he contado a Jason —le conté—. Lo ha entendido y me apoyará en lo que decida hacer —qué emoción sentí por dentro al decir aquello.
Sam asintió, apoyándose contra la pared.
—Te ha perdonado —afirmó.
—Así es... me ha perdonado. Es algo menos en qué pensar —sonreí, pero esta se desvaneció—. Estoy aturdida por todo, pero estoy bien... El bebé me ha dado problemas esta semana, he tenido muchos mareos.
Noté el dolor en los ojos de Sam. Eso me hizo sentir verdaderamente mal, pero no quería pensar que esto era mi culpa, porque sintiendo o no lo que sentía por Sam, no era mi culpa que él se sintiese así. No me embaracé para intentar hacerle daño a él.
—Te ves hermosa con ese vestido.
Bien. A él le encantaba hacer las cosas más complicadas.
Sonreí levemente.
—¿A qué has venido, Sam? —suspiré.
—No dejo de pensar en ti —contestó rápidamente—. No sé qué hacer para dejar de hacerlo, me está matando por dentro.
—Yo tampoco he dejado de pensar en ti... en nosotros —confesé, viendo en cámara lenta cómo se le iluminaban los ojitos a Sam—. En los tres —agregué.
—Chase siempre está en el medio. Siempre lo ha estado... ¿Sabes algo, Skyler? Estoy celoso de él —su tono era duro. Dijo que no quería pelear, pero sabía que sería justo lo que haríamos.
—¿Por qué? No hay razón para estarlo.
—Lo prefieres a él en vez de a mí... Yo amo a mi hermano, pero a él no le importó meterse contigo cuando sabía que me gustabas. Ni siquiera preguntó. Solo se metió contigo —su entrecejo fruncido hacía de esta situación seria algo superserio—. ¿Por qué tiene que importarme a mí el querer estar contigo después de que él estuvo contigo?
—Sam, ¿escuchas lo que dices? Tú no estás solo en esto, no eres el único involucrado, también estoy yo.
—Te amo, Skyler.
Esas palabras volvían loco a mi corazón. Sentí el impulso de tomarlo de las manos, pero me controlé.
—No hagas las cosas más difíciles.
—¿Crees que quiero hacerlo? Quiero pensar en mí una vez en mi puta vida. Quiero ser feliz una vez, Skyler —me levantó la voz.
—¿Y qué pretendes? ¿Estar conmigo y que se vaya a la mierda tu hermano? —también le levanté la voz.
—Mierda, ¡¿puedes dejar de meter a mi hermano en todo?! ¡Siempre es Chase! ¡Todo el tiempo es Chase!
Me froté la cara, molesta con él y conmigo por no saber qué hacer.
—Ya te dije lo que pasa conmigo, Sam —recordé, pero ya no estaba segura de mis palabras de la semana anterior.
Sonrió sin gracia.
—¿El qué? ¿Eso de que te gusto pero que amas más a Chase? —soltó la pregunta con dolor, pude sentirlo, mi lado de bruja me lo hizo saber de una forma más intensificada.
—Sam —di unos pasos hacia él—. No puedes pretender que sienta lo mismo tú.
¿Es posible oír un corazón romperse? Creí haber escuchado el de Sam y haber visto cada pieza cayéndose al suelo. Él apartó la mirada un momento, el silencio reinó entre nosotros, hasta que Sam decidió despegarse de la pared y acortar el espacio que quedaba entre ambos.
—Pues yo no me creo eso —respondió, decidido.
—Aléjate —advertí, pero debía admitir que su cercanía me encantaba.
Sam me tomó de las muñecas sin hacerme daño y, en un movimiento rápido, me pegó a la pared, colocando sus brazos a los costados de mi cuerpo.
—¿Solo te gusto, Skyler? —me miró fijamente a los ojos, como si quisiese descubrir la verdad en ellos. Mi corazón alcanzó un nuevo nivel de rapidez. Casi no podía respirar de la tensión que había entre ambos—. ¿Me vas a decir que el beso que nos dimos solo te generó atracción?
—Por Dios, Sam, detente.
—Yo te amo, Skyler, y algo dentro mío me dice que tú también sientes algo fuerte por mí. Necesito que me lo digas, porque estoy enloqueciendo y no sé qué hacer para detener este lío en mi cabeza. Quiero oírte decirlo. No me mientas, te lo suplico. Y, si de verdad no me quieres, pues prometo dejarte en paz, y prometo no volver a tocar este tema en mi eternidad y olvidarme de ti.
Sentí miedo cuando dijo las últimas tres palabras. Era tan egoísta y estúpido sentir ese miedo, que lo entendí... entendí que sí lo quería mucho, pues, de lo contrato, ese miedo no existiría.
—Mierda, Sam... —susurré, mirándolo a los ojos, con ganas de ver sus labios. Me resistí para no hacerlo, porque sabía que, sino, Sam me besaría. Y no quería caer en eso. No otra vez.
—Dilo —también susurró.
Suspiré.
—Siento lo mismo que tú, Sam —respondí.
Sam me tomó del mentón, acariciándolo con su pulgar: tomó ambas de mis mejillas con sus manos y no preguntó si podía besarme o no, solo lo hizo, y yo caí en la tentación de su boca, de su lengua, de la brusquedad excitante que él tenía. El calor en mi cuerpo era imparable, me daba vergüenza admitirlo, pero quería hacer muchas cosas indecentes con Sam. Su respiración agitada era la gloria para mis oídos, activaba esa chispa fogosa en mí y no sabía cómo hacer para que ese fuego se detuviera. Presionó mi cintura con algo de fuerza, avivando ese calor en mi cuerpo. Sam estaba igual que yo, podía sentirlo y qué bien se sentía.
Este no era el plan, se suponía que hablaríamos, no que terminaríamos en esto.
El teléfono de Sam empezó a sonar, pero eso no interrumpió nuestro beso. Pero la segunda llamada llegó poco después, y noté que Sam se tensaba un poco. A la tercera, se separó de mí, provocando que mis labios se terminaran enfriando rápidamente. Me di cuenta de cuánto quería sus labios sobre los míos después de que se separó de mí. Mierda, sí que estaba perdida.
—¿Qué quieres, Andrew? —preguntó, molesto y algo agitado.
Sam me observó a los ojos de inmediato. Supe que algo andaba mal cuando Sam respondió que iría de inmediato.
—¿Qué? ¿Qué sucede?
Sam negó.
—Skyler, los de la asociación de brujas se han llevado a Chase.
Les dejo este capítulo 🔥. Espero les guste. También, les agradezco sus mensajes del capítulo pasado ❤.