Capítulo 3

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Viernes

–¿Hablas de que en serio puedo hacerme cejas falsas?–.

Suspiré resignada –si, te repetí que hace algunos años eso le pasó a uno de mis hermanos por jugar con fuegos artificiales–.

–¿Cómo dices que funciona?–.

–Solo debes dibujarte las cejas y colorearlas–.

–¿Cómo un dibujo?–.

Asentí –exacto, como un dibujo–.

–Entonces ¿puede ser con colores y plumones normales?–.

Me quedé mirando a Jasper con una expresión nula, intentando no sacar el quicio que me provocaba.

Estábamos en la Capi Cueva, Jasper y yo sentados en el sillón giratorio, conmigo explicándole que era posible volver a tener dos cejas aunque sea no naturales y con él "escuchando" lo que tenia que decirle.

Había estado más de 10 minutos repitiéndole la misma frase una y otra vez, describiéndole detalladamente el proceso que era demasiado simple, sin embargo, a pesar de eso no lo entendía y por más paciente que podía ser, comenzaba a volverme loca, es decir, a desesperarme.

–No– respondí cansada –te dije que debe ser con maquillaje–.

–No le hará nada a...–.

–No–.

–Puede ser...–.

–Tiene que ser especial para cejas–.

Asintió –okay, okay, okay...– hizo una pausa –creo que ya lo tengo–.

–¡Oh, gracias!– me levanté del sillón giratorio de golpe.

–¿A dónde vas?–.

–A un lugar donde no me preguntes lo mismo más de cinco veces–.

Guardé mi teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón y caminé a donde se encontraban Charlotte y Schwoz en los monitores, limpiando un aparato extraño. Me recargué en una esquina de este y por segunda vez solté un suspiro pesado.

–Hey– saludé.

–Hey– recibí por parte de mi amiga.

–¿Jasper no entiende lo que dices?–.

–Nope–.

–¿Cuántas veces le explicaste?–.

–Perdí la cuenta–.

–Bienvenida a mi mundo–.

Sonreí falsamente –que graciosa– me devolvió el gesto –hey ¿qué han dicho Ray y Henry? ¿ya atraparon al ladrón?–.

Encogió sus hombros –no lo sé, la última vez que escuchamos de ellos fue a la...–.

Charlotte se le levantó de la silla donde estaba sentada, y se dirigió a donde estaban los controles que monitoreaban la computadora. Abrió unas cuantas ventanas, deslizó el mouse por la pantalla, hasta que después de unos segundos, una imagen que decía "Estatus del paquete" apareció.

–1AM– completó.

–¿Qué?–.

–Aquí dice eso–.

Fruncí el ceño desconcertada –no puede decir eso, fue hace más de 5 horas–.

–Deberías llamarlos– dijo Schwoz mientras me extendía un micrófono –esa cosa está conectada con la camioneta de vigilancia, solo debes encenderlo y hablar–.

My Girl Pt. 2 || Henry Danger [#2]✔️Where stories live. Discover now