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Act. 6. Contradicciones

—Lo está haciendo solo por molestarme

—Cuando no hay alguien queriendo hacer eso. Hasta yo. Es divertido molestarte, Ratino- MALDITO HIJO DE PUTA.

Vox se echa atrás chillando y despotricando por el golpe tan fuerte directo a su rostro. Valentino no hace sino reír por ello. Vox y el tienen una relación rarísima. Todos quienes lo conocen lo saben. Las malas lenguas dicen que son novios. Cosa que los podría derrumbar por la repercusión social.

Afortunadamente, todos quienes insisten en el tema y en probarlo mueren de maneras sospechosas. Sucesos que nadie veía venir. Por otro lado, la realidad es que si hay un tonteo entre ellos. Un ser y no ser.

Aun cuando Valentino está casado. No obstante, Vox, Velvet y el mismo Valentino saben la excusa tras ese matrimonio. Valentino se fija en el par que entra a la habitación. Abre los brazos y sonríe con gesto extasiado. Angel se aproxima, usando un extravagante traje:

Un corsé apretado con bordado de encaje negro y delicado, tela gruesa y detallada con patrones florales; falda larga en la parte trasera, enrollándose a medida que se acerca al frente y cubriendo lo necesario apenas; tacones gigantes; un sombrero pequeño sujetado con broches y más de la mitad de su cabello de color blanco.

Su color natural.

Hay algo resaltante y es que en el área del pecho la tela luce muy transparente. Se vislumbran los pezones y aquella marca enorme y rosa. Una curiosa casualidad. Todas las mujeres empleadas por Valentino tienen un tatuaje de corazón. Angel lo tiene naturalmente. La toma de una mano para que dé una vuelta con ese pensamiento constante: Parece haber nacido para ser su pertenencia y nada más.

—Bien, podemos comenzar con esto. Vox, deja de lloriquear.

Angel no resiste reír del otro, a final de cuentas, siempre es tan estúpido de insistir en llamar "Ratino" a Valentino. Sea por no saber el origen o simplemente llevar percepciones distintas, desconoce de dónde Vox lo ve parecido a una rata o un ratón. A menos que comer mucho queso cuente en esa explicación.

Entran a una habitación en específico. Una más arreglada y con diferentes indumentos. No es cosa rara ni nueva que le hagan sesiones de fotos. Sucede cada cierto tiempo, a todas las que trabajan en el club. La diferencia es que las de Angel suelen ser las más llamativas para los clientes.

El motivo se divide en opiniones. A algunos le gusta las expresiones que pone, desde serias y enfurruñadas hasta sonrientes, explícitas y dando a parecer orgásmica. A otros les gusta que tenga el cuerpo tan largo; el énfasis a sus piernas; las posiciones tan claras en lo que está llamando a suceder.

También que, de momento, es la más activa y aun así, la más Joven del lugar.

—Tal vez si es un poco- Eso. —Vox moquea y toma la foto, Angel sentada y con las piernas abiertas, dejando ver bajo la falda, pero medio cubierta por su mano apoyada; metiéndose dedos a la boca.

—Umm~ Tiene la cintura más pequeña—informa Velvet—. Pronto será mi modelo perfecta. —Celebra emocionada.

—Eso si no empieza a engordar.

— ¿Tú hablando de engordar rati...?

Velvet evita que la cámara entre pequeña y rara de Vox se caiga. Vox es un inventor peculiar. Consigue mejorar miles de cosas sin siquiera tomar tanto tiempo. Son los únicos que tienen fotos casi a color debido a ello. Angel no resiste reírse por el drama que se está formando. Valentino y Vox en una misma habitación puede ser tanto ruina como diversión. Esto irá para largo, así que no está especialmente apurada.

~ * * * ~

—No me puedo creer que de verdad estar al otro lado de la ciudad realmente funcionara.