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Act. 15. Confesiones en Secreto

Cherri practica para ser parte de uno de los grupos de acróbatas al mismo tiempo que tener su propia sección. Su capacidad de encender cosas quedó mortalmente demostrada cuando pudo encender hasta fuegos artificiales en un evento especial que hicieron por la venida de la navidad.

La nieve empieza a caer donde están y la última parada del año no será tan distinta, con la diferencia de no ser tan fría por el bien de los animales que tienen. Si bien está costando que aprenda todo lo que debe hacer, ayuda con lo que puede y los gastos que conlleva otra boca más, se los está adjuntando Angel.

Con quien lleva una amistad en la que no puede vérselos solos casi nunca. Siendo la perfecta triada con Loona a la hora de fastidiar a Moxxie o hacer alguna que otra broma inofensiva por ahí. Principalmente a Moxxie. Todos disfrutan atormentar a Moxxie. Cherri ya es perfectamente consciente de la variación de géneros de Angel, hallándolo como un detalle curioso, complicado, pero siendo ella de un ojo y Angel de cuatro brazos, nada raro.

Podía decir que tiene una mejor amiga y a veces, un mejor amigo. No es mal combo.

En su reconocimiento de personajes, ha conseguido que Alastor es el más extraño de todos, seguido de Stolas. El eventual y extravagante hombre búho con el que Angel también pasa tiempo nocturno. Tiene muchos acompañantes a esta altura, lo que es sorprendente es que entre ellos Alastor no figure por ningún lado.

—Le doy asco, por eso no voy con él. —responde de cabeza en un aro, intentando enseñar a Cherri como hacer su rutina. Pues así quizá pueda ayudarla cuando no puede participar por problemas de salud.

— ¿Asco en qué? ¿Es ciego? —pregunta igual de cabeza, pero de modo mucho menos agraciado—. ¿Es gay? —susurra y Angel sacude la cabeza.

—Ojalá fuera gay, así al menos le gustaría cuando me siento Anthony. —Cherri no evita reír por ello, dejándose caer a la tela de seguridad y quedándose echada en esta. Angel contorsiona hasta quedar sentada en el aro.

—¿Entonces qué sucede con él chica? Sí te trajo y lleno la cabeza de sueños estrellados, no creo que no tenga interés en ti. Es un sinsentido—repone Cherri agitando la mano y creando pequeñas chispas por las uñas rasposas—. Además, es una cosa muy cliché. El maestro de ceremonias y una de las estrellas de la función. Están hechos para estar.

—Es que... Yo también empecé a creer que quizá le gustaba de alguna forma—admite ofuscada y reprimida—. No solo me trajo, también me ayudó con todo, me molestó y animó al mismo tiempo; siempre viajábamos en el mismo vagón para planear actos, hablar y—Muerde su labio inferior y sacude la cabeza—. Él entendía que me sucede. Es el único que lo ha entendido sin burlarse de mí.

—Haces que suene perfecto.

—Alastor finge ser perfecto. Supongo que es parte de su perfomance. —Rectifica enfurruñada. Cherri sube el labio inferior, sin creer que eso pueda ser así—. Él y yo... Conectamos mucho ¿Sabes? Cuando canto él me responde con el piano, él entiende lo que pienso, lo que quiero decir, lo que siento; me ayudó en todo, incluso en cosas que no pensé que ameritaran ayuda. Alastor simplemente fue... —Suelta aire en un quejido lastimero—. Todo lo que llevo queriendo desde que llegué a este país.

—Pues ve por él. No va a rechazar.

—Ya lo hizo.

— ¿Ah?

—Me dijo que soy un asco, que soy una puta—Angel ríe sin ganas y Cherri levanta la ceja—. No le falta razón—Empieza a columpiarse en el aro—. Eso es lo que soy, lo que he sido todos estos años... Cantar en un escenario, saltar desde aquí o hacer lo que sea en este circo no va a cambiarlo... Tampoco que estoy casada y que en algún momento volveré con mi esposo.