Capítulo 308

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–Eh, bella dama, ¿estás perdida? – Justo cuando Qi Aoshuang estaba a punto de decir lo que quería decir, fue interrumpida por la voz de un hombre. Sin embargo, esta voz no sonaba cómoda. Era claramente la voz de un hombre, pero era un poco coqueta.

Loto Dorado y Liu Li revelaron expresiones de disgusto. Las comisuras de sus bocas se retorcieron cuando escupieron a un lado. En sus corazones, maldijeron a esta maldita marica. Qi Aoshuang volvió la cabeza y vio a un hombre guapo apoyado contra un árbol, con una postura muy hermosa.

Ese cabello dorado y rizado fue soplado suavemente por el viento. Las comisuras de su cara eran afiladas, sus delgados labios eran sexys y sus ojos azules eran tan hermosos como el océano. Si no hubiera curvado sus dedos de orquídea, este hombre se vería perfecto desde el exterior.

Sería el amante ideal en los corazones de la mayoría de las chicas jóvenes. Era difícil imaginar que la voz hubiera sido suya. Por supuesto, este era el Mi Xiu del que Loto Dorado había hablado.

–Sí, estoy perdida. ¿Dónde está este lugar? –. Qi Aoshuang miró al Rey Mi Xiu y preguntó suavemente con una sonrisa.

La forma coqueta de sonreír casi hizo reír al rey hasta que sus huesos se suavizaron. Casi se resbala.

Loto Dorado y Liu Li apretaron los labios. Loto Dorado susurró: –¿A quién le importa lo que hace?

–No puedo volar al castillo del Emperador Celestial en este momento, debería estar muy lejos. No me digas que quieres que camine. ¿De qué sirve tener un aspecto sexy? – Qi Aoshuang no movió sus labios, forzando estas palabras a salir de entre sus dientes. XD

–La suegra es sabia–. Cuando Liu Li escuchó esto, comenzó a alabar con una sonrisa. La expresión del Loto Dorado cambió, y de repente surgió un mal presentimiento en su corazón. Sentía que sería miserable en el futuro. ¡Liu Li aprendería cosas malas de su madre, seguro, seguro!

–Este es mi jardín trasero, lo llamé el Reino del Cielo. Señorita, ¿de dónde eres? –. Mi Xiu miró a Qi Aoshuang sin pestañear, evaluando con avidez su entorno. Qué belleza.

–Me caí de una grieta espacial–. Qi Aoshuang le dijo la verdad.

–Oh, qué desafortunado–. Mi Xiu parecía dolido. De hecho, ya lo había sentido hace mucho tiempo. Anteriormente, había una extraña onda espacial aquí, por lo que se acercó a echar un vistazo. Cuando vio a Qi Aoshuang y al resto, ya había adivinado que debían haber venido aquí por accidente desde otro plano. Todo dependía de cómo respondiera la otra parte. Ahora que Qi Aoshuang tenía esa respuesta, sintió una buena voluntad hacia ella.

–Señorita, aún no te he preguntado tu nombre. Me faltan modales. Mi nombre es Mi Xiu–. El Rey Mi Xiu sonrió mientras daba un paso adelante.

–Mi nombre es Qi Aoshuang–. Qi Aoshuang sonrió y asintió con la cabeza una vez más.

–Si a la señorita no le importa, primero descanse en mi casa. Luego cuénteme más sobre sus planes–. Mi Xiu invitó cortésmente.

–Entonces te estaré molestando–. Qi Aoshuang no se negó y asintió con una sonrisa.

El Rey Mi Xiu se dio la vuelta y aplaudió, y los sonidos de tintineo se escucharon en la distancia. Cuando se acercó, el trío lo miró con los ojos muy abiertos. ¿Qué demonios es esto? Dos bonitos ciervos tiraban de un coche rosa con rosas en la parte de atrás. De repente, entendió que este hombre no solo era hermoso, sino también el mejor.

–Señorita Ao Shuang, por favor–. Con una sonrisa, el rey extendió su mano en un gesto de invitación.

Qi Aoshuang asintió con una sonrisa, levantó la pierna y se metió en el Carro de los Ciervos. Loto Dorado y Liu Li también subieron. Mi Xiu miró a los dos. Él parpadeó y preguntó confundido: –¿Quiénes son estos dos?

Stunning Edge ✔Where stories live. Discover now