26. JOEL y ser desorden.

Start from the beginning
                                    

—Ya, claro. Tú nunca haces de nada pero luego al final me haces de todo —El grandullón gruñó una burla que ni entendió. Joel intentó hacer puntería tirando el pañuelo hacia la mesita de noche, y falló. Se precipitó al suelo en una caída agónica comparable a la del papá de Simba durante la cual, ambos mirando, siguieron su trayectoria. Diego apretó los labios queriendo decirle que no le respetaba la casa.

—Pero recoges eso, eh.

—Que sí.

—¿Qué has venido a traerme? —preguntó con curiosidad mirando hacia el salón. Sobre el sofá descansaba una pequeña mochila azul.

—Pruebas.

—¿Contra quién?

"Contra todos" Miró a Diego a la cara, estaba quedándose dormido. No quiso decirlo para no hacerle sentir mal, su rostro estaba tan tranquilo... pero lo pensó "Si algo malo me pasa, si me matan, publícalo todo. No dejes que sea por nada".

Joel no estaba siendo un niño bueno, eso desde luego.

Esa idea apenas parecía real estando él en esa cama tan cómoda, pero era cierto.

—Diego —Llamó suave para no seguir esa línea de pensamiento. El abogado tenía los ojos cerrados con una sonrisita satisfecha en los labios. Dormido no estaba, eso seguro, porque al momento se vio apretado por sus brazos que le aprisionaron contra su cuerpo. Se humedeció los labios a tan pocos centímetros de su cara que notaba el calor de su respiración complacida, le miró a los ojos cerrados esperando que se abrieran. Hizo un ruido que sonó como un interrogante, adormilado. Apoyó la mano en su pecho para que prestase atención—. Gracias por dejar que me esconda aquí hoy, pero debería irme ya. No quiero molestar.

—Joel, puedes quedarte el tiempo que quieras —Le apretó contra sí más fuerte, pero no abrió los ojos. Decir eso de forma tan solemne era su manera de pedir perdón.

"En el fondo no sientes nada por mí, grandullón. Solo te sientes muy culpable y lo intentas arreglar. Date cuenta" pensó, pero tampoco lo dijo. ¿De qué serviría?

Joel negó.

—No. No debería quedarme mucho tiempo, es peligroso si nos relacionan. Solo vine a traerte las copias de las pruebas.

—Y a que te rompiera un poco esto, confiesa—Joel rio cuando sus manos le agarraron el culo con fuerza. Reír le sentó bien.

—Ya, bueno. Un hombre tiene necesidades, ¿vale? —Diego seguía sin abrir los ojos, vocalizó "Vaya vaya, ¿El niñato ya es un hombre?" y luego se acurrucó sonriendo de lado como un tonto que se siente realmente feliz. Joel apartó la mirada cuando insistió—: No. Diego, escucha. ¿Y si viene alguien? ¿y si Aurelia me busca?

—Pues si llaman a la puerta te escondes en el armario. Estuviste mucho allí, puedes mimetizarte.

—No. De verdad. Me preocupa. No voy a quedarme aquí. Buscaré otro sitio. ¿Vale?

Él abrió los ojos.

Le miró unos segundos para confirmar en su expresión decidida que no cambiaría de opinión. Asintió manso, parecía algo entristecido, pero aceptó.

—Pero... ¿dónde?

—Ya veré. Con Sol, supongo.

—¿Pero podemos quedarnos así un rato? Solo un rato.

—¿Sin Pijama? Ok, Yo soy BeckyG y tú Natti Natasha. "Nos quedamo' en la cama sin pijama, sin pijama".

—El gusto musical de Sol te ha hecho mucho daño —susurró Diego cerrando los ojos de nuevo, abrazándole.

IF IT HADN'T BEEN FOR LOVEWhere stories live. Discover now