EXTRA: Demasiados lazos afectivos II

192 11 155
                                    

Diego aparcó el coche en la entrada de un camino que se salía de la carretera porque Joel estaba completamente alterado,y eso le resultaba lo más surrealista que hubiese presenciado en su vida.

Jamás hubiese imaginado a Joel teniendo esa reacción. ¿Las serpientes podían llorar?

Al llegar le había explicado de manera inconexa que Yuri tenía novia, y que él se había hecho ilusiones como un estúpido creyendo que podía confiar porque no le mentiría. Pero le había mentido, y le odiaba, le odiaba mucho, quería rajarle; luego le dijo que no, que no le odiaba; que adoraba su piel y hacerle macarrones con queso, y ver películas a su lado. Mencionó algo de Lavalántula. Diego no supo qué era eso. Estaba muy ocupado alucinando porque Él, el témpano frío que se había metido en la cama de a saber cuántos cabrones sádicos y asesinos, estaba ahí llorando como si lo más horrible que le pudieran hacer fuese ocultarle una relación previa.

—Siento haber actuado así —le dijo Joel de pronto cuando se calmó. En ese momento miraba un rosario entre sus manos—. No sé qué me ha pasado, se me ha juntado todo. Es que yo nunca confío en nadie, nunca y... por una vez... Pero no. No estoy siendo racional.

"En absoluto, ni te reconozco". Diego, seguía alucinando.

—¿De verdad has salido corriendo sin más? ¿Quieres ser como yo o qué?

—Me sentía muy mal, tenía como un dolor aquí y no sé por qué he hecho eso, solo quería irme —Le explicó Joel meditando sus propios errores. Diego se vio reflejado en él, actuando por inercia de la forma más estúpida para huir del daño—. Es la primera vez que me siento así. No sabía qué hacer. Joder, soy absurdo. Pero es que no me lo esperaba. No me duele que tenga novia, Nolan tenía novio... y me dio igual. Me duele haber tenido ilusiones en cosas que nunca pasan... La gente nunca es sincera, Diego. Pensé que esta vez sí. Pero... ¿Cómo he sido tan estúpido? ¡No lo he visto venir! No. Es que no entiendo nada.

Diego contrajo el rostro estañado, él tampoco entendía nada.

—¿Pero qué te ha dicho? ¿Te ha dado alguna explicación?

—¿A mí? ¡Si he salido huyendo! Yo... ¡Joder, qué vergüenza! —Bufó sacando el aire por su nariz enrojecida—. Solo le he oído hablar con Cami y... y...

Su teléfono comenzó a sonar, era él. Joel negó nerviosamente y tiró el aparato por la ventanilla.

Pero tan pronto como lo tiró volvió a negar con más fuerza y salió del coche para ir a buscarlo.

—Joel, tranquilízate —Le rogó Diego saliendo del coche también. Le vio rebuscar en un seto donde había aterrizado. ¿Flipar? ¿Alucinar? Diego estaba tan sorprendido por esa emotiva reacción que le resultaba inverosímil a más no poder.

Ese no era el Joel que él conocía.

—Tú nunca has llorado así por mí...

Lo dijo sin darse cuenta de que estaba hablando en alto, comprendiendo de golpe como en una bofetada invisible que Joel sentía algo por Yuri, algo más profundo de lo que imaginaba.

—Yo no he llorado así por nadie, Diego. No creí que fuese capaz —replicó sinceramente.

La respuesta fue fría y amarga, y parecía tan sorprendido como él. El chico se apoyó en el capó. Le miró pasando su mano por sus ojos de nuevo antes de suspirar:

—Gracias por venir. Eres un buen amigo.

—A ver, como tu Daddy fui pésimo, pero como abogado y colega... soy el mejor, ¿o no? —Bromeó él.

—Ya, bueno, ya veremos.

Y por primera vez Diego hizo lo que debía; tomó a Joel de la mano y le abrazó para que se sintiera mejor sin esperar a cambio nada de lo que luego recibió.

IF IT HADN'T BEEN FOR LOVEWhere stories live. Discover now