22. LUCAS y el Viaje Al Pasado.

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*Siento el retraso, he estado enferma y no podía publicarlo. Al final del capítulo os dejo una sorpresita.*

***

El trasbordo al aeropuerto de Madrid fue aparatoso.

Había muchísima gente y se perdió buscando la terminal que operaba su aerolínea. Nunca había estado en un aeropuerto de semejantes dimensiones con terminales tan separadas entre sí.

En su apacible vida rutinaria nunca se había visto necesitado de hacer un viaje express en solitario. Las contadas veces que había ido de vacaciones siempre había sido acompañado; con su familia, sus amigos o con Esteban; y siempre habían acabado haciendo escala en El Prat de Barcelona, así que ese lugar era nuevo para él.

Estaba bien señalizado, pero de todas formas Lucas acabó sin saber si debía ir hacia un lado o a otro porque mirando los paneles se hizo un tremendo lío. No entendía cómo era posible que su avión a Rostov pudiera salir desde la T2 y la T4 al mismo tiempo.
Se acercó a un mostrador de información y pidió ayuda sintiéndose un paleto.

Más paleto se sintió cuando tras preguntar por la forma de llegar a la terminal donde salía el vuelo la uniformada asistente del punto de ayuda le preguntó que cuál Rostov; si la de Yaroslavl o la del Don. Lucas pestañeó sin saber qué responder, primera noticia tenía de que existieran dos Rostov. De geografía sabía poco. Tuvo que sacar la imagen de sus billetes descargados en su teléfono para enseñárselo a la mujer y así saber que a donde él iba era a Rostov del Don.

Cielo santo, es que él no sabía ni a donde iba y todavía así estaba yendo.

Cuando supo el rumbo correcto fue bastante sencillo llegar siguiendo las señales, cuando pasaba el control de vuelos internacionales cayó en la cuenta de que si la guerra que le había jodido la vida a su novio se llamaba Guerra del Donbás era porque estaba en la cuenca del Don; tenía sentido que su destino se llamase así. Pero a toro pasado todo son evidencias.

Mientras esperaba en la puerta de embarque a que llegasen los asistentes de vuelo y les dejasen pasar mató el tiempo curioseando información para no volver a hacer el ridículo; y menos cuando se encontrase con Vanko. Lo último que quería era quedar como un estúpido frente al hermano de Viktor y acabar ofendiéndole de alguna manera estúpida.

Lucas no tenía ni idea de qué iba a suceder. No sabía como reaccionaría ese muchacho cuando tuviera a la nueva pareja del novio de su difunto hermano delante, ¿Le compararía él tanto como Lucas se comparaba a sí mismo? ¿Se mostraría hostil, o también tendría curiosidad?

Se sentía culpable por estar disfrutando ese viaje como una aventura casi detectivesca. Una parte de él sabía que los acontecimientos malos pasarían quisiera él o no, entonces... ¿por qué no intentar sacarle el lado positivo? ¿Por qué no disfrutar si era lo que sentía en vez de reñirse a sí mismo por no actuar como debería? Su conciencia le decía:

"Deberías estar triste porque van a meter a tu novio en la cárcel. Llora o algo".

Pero Lucas no tenía ganas de llorar, tenía ganas de hacer lo que estaba haciendo... Caminar hacia el mostrador de la puerta de embarque con su pasaporte en la mano.

Estaba realmente cansado de intentar ser siempre un buen hombre incluso cuando no lo era, de negarse a hacer cosas que deseaba hacer porque entonces su conciencia le respondía "Eres una persona horrible".
¿Dejaría algún día de reprenderse a sí mismo por disfrutar de lo que se le antojaba; como hacían Nolan, Sol y Diego?
Él no quería necesitar justificaciones ni excusas, ni sentir puñetera culpabilidad. Quería adelantarse un paso y agarrar lo que quería, abrazarlo, robarlo, conservarlo junto a él. Ser como realmente él era.

IF IT HADN'T BEEN FOR LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora