Debilidades

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Entro en el piso escuchando el sonido de la ducha de fondo. Es extraño que Byakuya tome una ducha a media tarde, pero ¿quién soy yo para recriminárselo? Dejo mis cosas en la habitación y me acerco a la puerta del baño con la duda de si entrar para compartir un relajante baño o esperar a que termine para entrar yo.

-Mejor me espero.- Me digo a mi mismo yendo a la cocina para ver si hay algo de picar.

Con tanto agetreo en el hospital, hoy no he podido almorzar y no creo que aguante sin comer nada hasta que vayamos a ver a Renji al restaurante.

Solo de pensar en mi amigo siento mi cuerpo calentarse suavemente. Ese beso que nos dimos antes de marcharse me dejó caliente y totalmente desesperado por haber tenido algo más.

Desde hace tiempo, nuestro sexo es básicamente con Byakuya, ya sea de forma individual o en trio, pero lo que es entre nosotros, no ha sido tanto como me habría gustado. Sé que Renji esta comenzando a ver lo nuestro como algo más natural. Ya no me evita, me busca para besarme o incluso para meternos mano, pero desde esa primera vez que lo cogí a traición durante el celo de Byakuya, no he podido tirármelo de nuevo. Lo deseo. Tengo ganas de poder follarmelo de nuevo como ese día, pero desde entonces, las veces que hemos tenido sexo entre nosotros ha sido él quien me folla a mi. No es algo que me guste demasiado, al menos, ni lo veía posible antes de probarlo con él, pero poco a poco estoy comprendiendo porque a los omegas o a los pasivos les gusta el sexo anal.

-Vaya, ¿Renji ha pedido Katsudon al restaurante?- Digo al oler el contenido de un taper de la nevera.

Miro de nuevo la puerta del baño y suspiro tomando solo una manzana, mientras siento mi polla, apretarse dentro de mi pantalón.

***Byakuya***

Dejo resbalar el agua de la ducha por mi cuerpo sintiendo que me relajo. El dia de hoy ha sido un día de subidas y bajadas, aunque la mejor parte ha sido el medio día. Cocinar con Renji ha sido un poco estresante, pero tan intimo y sensual que podría aficionarme a aprender con él si siempre terminaramos igual.

Por suerte, cuando se ha marchado a trabajar, he tenido tiempo de recoger todo lo que habíamos manchado. Nunca había tenido sexo en una cocina, pero no me importaría hacerlo con Renji en cualquier lado de la casa. La imagen de Mugetsu acude a mi y sé que si fuera con él, tampoco me importaría recorrer la casa entera desnudos y follando por todos los muebles.

-Debe ser el embarazo.- Susurro mientras cierro el agua y miro mi creciente erección asomando tras la curva de mi vientre.

Esto no es normal. Sé que desde que estoy marcado, he tenido mas sexo con mis alfas de lo que había tenido en casi toda mi vida. Eso puede estar haciéndome adicto al placer o, tal vez, sean ellos. Su influencia puede pegarme su calentura de alfas.

No. Lo más seguro es que sea el embarazo. No creía que la fase caliente llegara tan pronto, pero supongo que en este embarazo nada será normal. Aunque también hay que tener en cuenta las variaciones propias de cada individuo y embarazo en concreto.

-Demasiadas variables.- Digo arrugando el entrecejo con cierta frustración.- Para tener datos viables necesitaría estudiar varios embarazos similares a la vez.

Cuando me seco y pongo un yukata intento ignorar el hecho de que no he cogido ropa interior y que aun no se me ha bajado del todo.

Dioses, ¿con las veces que me corrí con Renji al medio día, como puede aun ponérseme tan dura?

En cuanto abro la puerta el aroma a hoguera me llega sutilmente. Mugetsu ha llegado y no tardo en verlo salir de la cocina, aun vestido con la ropa de deporte de esta mañana mientras muerde una manzana.

Tres x Tres (omegaverse)Where stories live. Discover now