Tres x Tres (omegaverse)

La deuda

Camino hacia el club sintiéndome realmente feliz. Desde que estoy con Soujun la vida realmente me parece increíble. Hemos estado mirando pisos y creo que por fin hemos encontrado uno que podría ser el nuestro. Nuestro hogar. Está algo mas lejos de la universidad y también del trabajo de Soujun, pero tiene dos habitaciones bastante grandes, un salón con cocina integrada y un baño estilo japonés que podríamos aprovechar de mil maneras diferentes. Ademas... hay un colegio cerca que parece bastante bueno y cuenta con guardería.

-Madre mia... yo pensando en ese tipo de cosas... ¿quién me lo iba a decir?- Me digo a mi mismo sonriendo como un idiota.

-¿Jeagerjackes Grimmjow?- En cuanto escucho mi nombre me giro viendo a dos tipos con una pinta de mafioso que llamaría la atención incluso en un congreso de la mafia.

-No. Os habéis equi... ¡Oe!- Grito cuando me toman por los brazos y me menten dentro de un callejón empujándome contra la pared.- ¿Pero que os pasa?

-Jeagerjackes Grimmjow.- Dice uno de ellos mirándome cuando se quita las gafas. Madre mia, este tio es un museo de tatuajes y cicatrices.- ¿Eres el hijo de Jeagerjackes Joshua?

Abro los ojos al escuchar el nombre de mi padre y una sensacion fría se expande por todo mi cuerpo. Los recuerdos de mi infancia, las palizas, los gritos, las vejaciones... todo me hace estremecer antes de tragar y tomar cierto control sobre mis miedos olvidados.

-Ese hombre ya no está. Murió cuando era un adolescente.

-Así es, pero resulta que trabajaba para nosotros cuando lo hizo y dejó un buen problema a sus espaldas.

-Pues eso no es asunto mio. Lo que él hiciera con su vida es...- Un fuerte golpe en mi estomago me deja sin aliento, cayendo al suelo en una lucha ardiente y dolorosa por recuperar el aliento.

-Mira chico, Joshua trabajaba para nosotros haciendo portes de nuestra mercancía.- Yo abro los ojos cuando el hombre me susurra arrodillado a mi lado. ¿Mi padre trabajaba de camello para la yakuza?- En esa época sabíamos que alguien nos robaba, pero no ha sido hasta hace poco que nos hemos enterado de quien fue.- Cuando giro el rostro veo como el hombre me sonríe maliciosamente. Mierda.

-Yo no tengo nada que ver con él. Era un crio al que pegaba dia sí y dia no. Me alegré cuando murió.

-Nosotros también.- Dice sorprendiéndome por como rien.- Era un metemierda que no se callaba ni debajo de agua.

-Mejor de whisky.- Rie el otro más estruendosamente. Yo aprieto los dientes y me incorporo como puedo, pese al dolor de mi vientre.

-El caso, chico... es que tu padre nos robó dinero y mercancía. Y como era su deuda... ahora es la tuya.

-¿Qué? Eso no puede ser. ¡Yo ni siquiera sabía que el trabajaba para vosotros! No es mi respon...- Un nuevo golpe me manda directo al suelo, luchando de nuevo por respirar aunque en la primera bocanada de aire que tomo vomito lo que había comido con Soujun antes de salir a currar.

-Sí, chico. Es tu responsabilidad. Tu deuda. Y queremos cobrarla.

-Sí no pagas, terminarás en las mismas vías del tren en las que acabó tu padre por "accidente".- Dice haciéndome abrir los ojos sin poder evitar temblar.

-Y si piensas en huir o ir a la poli, acabaremos contigo y nos cobraremos la deuda con ese omega tan bonito con el que vives.

¡No!¡Soujun!¿Tambien saben de Soujun?

En cuanto ven mi pánico, comienza a reírse mas fuerte a la vez que se alejan.

-Ya sabes Jeagerjackes, tienes una semana para conseguir el dinero.- Dice tirándome un sobre que cae al lado de mis manos.- Si no, ya veremos como sacarlo de él.