Tres x Tres (omegaverse)

Algo de sinceridad

Me despierto sintiendo demasiado calor. Me agobia. Necesito beber algo fresco y... comida. Cuando tomo conciencia de mi entorno comprendo por qué tengo tanto calor. Tengo a Renji pegado a mi espalda, abrazandome alrededor de la cintura con su mano sobre mi vientre y una de sus piernas entre las mias. Su aroma es intenso y eso me calienta aun más. Puedo incluso notar como su entrepierna se pega, algo endurecida contra mi muslo, lo que me hace sentir mi sangre hervir.

El aliento de Mugetsu roza mi hombro, al estar acurrucado contra mi cuerpo de frente, con su cabeza metida en mi cuello y hombro y un brazo pasando por encima de mi cuerpo. Supongo que también está rodeando a Renji por como estamos de pegados.

Yo... no puedo apenas respirar sin que su aroma, algo mas sutil que el de Renji, me llegue desde sus cabellos.

Los recuerdos de lo que hicimos horas antes me invaden haciéndome jadear un poco. Puedo sentir como su polla está más relajada que la de Renji, pero está totalmente puesta sobre la mia que está más despierta cada vez.

Esto no puede ser normal. Mi cuerpo está totalmente descontrolado y no sé si puede deberse a la marca, al embarazo o a la influencia de ellos sobre mi. O tal vez sea el efecto rebote por dejar los supresores que he tomado durante tantos años sin descanso.

Consigo salir de la cama sin despertarlos, cosa que me parece increíble porque casi he tenido que luchar contra sus agarres. Una vez fuera de la cama, contemplo como Renji sigue de perfil mientras que Mugetsu se ha quedado bocarriba, totalmente expuesto. Me muerdo el labio aspirando sus aromas. El efecto en mi es inmediato, pero cuando Renji se mueve buscándome y atrapa el cuerpo de Mugetsu, abrazandolo y rozando su nariz contra su cuello, siento como una ligera punzada me duele en el pecho.

Hoy Renji se lo ha follado. Sé que durante mi celo, Mugetsu había aprovechado para cumplir, lo que dijo que había sido su sueño desde siempre, follarse a Renji, y hasta el momento parecía que Renji se sentía bastante molesto por ello, además de con Mugetsu por haberme marcado a la vez que él, pero después de varios días, parecían haber vuelto a la normalidad de su relación anterior, incluso había creido ver ciertos gestos o miradas entre ellos, pero intenté ignorarlas. Sé que no soy quien para sentir celos de la relación que puedan tener entre ellos, pero no me gusta sentirme fuera de ella. Y hoy me he sentido de esa forma. Era como si sobrase en el cuarto de baño y odio sentir este dolor y esta rabia interna.

Yo no quería a ninguno en mi vida, pero con Renji la atracción fue instantánea aunque intentara negarla. Fue como si todo mi ser supiera que le pertenecía y que él, era mio. Pero Mugetsu se interpuso y ahora estamos unidos de una forma que no comprendo y que me afecta haciéndome sentir atracción y repulsión por él por partes iguales. Lo deseo y siento celos acidos que corroen mi interior cuando lo veo con Renji. Y sin embargo, no hice nada al respecto, tan solo quedarme mirándolos y participar en lo que me habían dejado.

Salgo del cuarto apretando los dientes y voy a la cocina para beber agua fresca de la nevera. No suelo ser muy amigo de beber agua tan fría, pero mi cuerpo está ardiendo y si miro hacia abajo, puedo ver claramente como estoy tan duro que hasta me duele.

-Esto... no es normal.- Digo a la vez que mis tripas rugen.- Y esto tampoco lo es.

No soy de los que comen a horas extrañas como las cinco de la mañana, pero no me lo pienso antes de tomar algunos restos de la cena y calentarlos para comerlos directamente del taper.

Miro el pollo a la miel con arroz que estoy devorando, arrugando el entrecejo.

-Supongo que el embarazo puede hacerme cambiar gustos y habitos alimenticios.

Cruzo la barra americana que separa el salón de la cocina y tomo mi maletín, del que saco mi block de notas volviendo a la cocina y tomando asiento en la barra americana. Voy repasando algunos cambios que he ido sintiendo desde que me mordieron a la vez que sigo comiendo. Puedo identificar algunos que podrían ser propios de un embarazo, pero tan solo estoy de una semana o diez días maximo.