Cuando el pasado llama

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Jadeo cuando siento la ultima penetración, mucho más profunda y pausada, que se incrusta en mi cuerpo, marcando el momento en el que el hombre que me folla, se corre copiosamente en mi cuerpo. Es la cuarta vez en lo que llevamos de tarde y tengo semen suyo por todas partes de mi cuerpo.

-Oh... realmente vales lo que piden a cambio de un buen trato hasta para mi.

Vuelvo la mirada, al encontrarme en cuatro, con el rostro y el pecho pegados a la alfombra, y esquivo mi propio cabello para mirar a los ojos del hombre que tengo detrás, sonriéndole provocativamente. No es lo que más me apetece en este momento, pero fingir es parte de mi trabajo.

-Lo mejor para usted, Iba san.- Digo dejándome caer de espaldas cuando se aparta, saliendo de mi cuerpo sin cuidado.

Él se pone en pie, mostrando su gran y musculado cuerpo, sin pudor alguno al llevar su polla semi rigida colgando entre sus piernas. Toma una copa apurándola de un solo trago. El tatuaje que recorre su espalda, da claros indicios de que pertenece a un clan yakuza, aunque eso ya lo sospechábamos. Según Yamamoto, la única actividad que debe importarnos, es las que tienen las empresas que vamos a incorporar tras esta "negociación". Normalmente no negociamos con gente relacionada con la mafia, pero en este caso, Iba san ya esta retirado y tan solo busca como ganar más dinero legal con los negocios que montó de forma "dudosa" en sus tiempos de mafioso.

Cuando me incorporo, siento todo mi cuerpo totalmente dolorido y resentido, tras las horas que hemos pasado encerrados en mi despacho. Este hombre es una autentica maquina sexual y ha querido hacer todo lo imaginable con mi cuerpo. Por suerte, mis años de trabajo, me han acondicionado para casi cualquier labor en este ámbito, por lo que, pese al cansancio o algunas molestias, sé que estaré bien tras una ducha, algunos analgésicos y varias horas de sueño.

-¿Sabes cuantas veces le dije a Yamamoto que te cediera a mis empresas?- Dice cuando se enciende un puro como si el estar hablando de mi compra-venta fuera lo más natural del mundo.- Solo de forma temporal. Pero ese viejo egoísta, nunca quiso hacer negocios conmigo mientras estuve en activo, y eso que nos conocemos casi desde mi adolescencia.- Rie mientras toma asiento abriendo las piernas y entrecerrando los ojos.

Yo me incorporo lentamente para acercarme a él gateando.

-Así que hacía mucho que me deseaba ¿no es asi, Iba san?

Cuando llego hasta sus pies, alzo las manos llevándolas desde las rodillas, por sus muslos hasta llegar a sus ingles. Para ese momento, su polla prácticamente está resucitada.

-Demasiado tiempo para condensarlo todo en una sola tarde.

-Ese era el trato. Una tarde de negociación. Un trato cerrado. Beneficios para todos.- Digo mirándolo más serio y deteniendo mis manos justo en el nacimiento de su polla. Él traga mientras deja caer la ceniza de su puro y me mira serio hasta que alarga una torcida sonrisa que me hace volver a respirar.

-Cierto. Tendré que ver que más tengo que pueda interesarle al viejo de tu jefe para negociar.

-Eso sería interesante sin duda.- Le digo de rodillas entre sus piernas abiertas.

-Sí, pero mientras lo vemos y no...- Dice acariciando mi rostro y empujando mi nuca hacia delante.- Sigue convenciéndome de que acabo de hacer el negocio de mi vida.

***Grimmjow***

Odio hacer el segundo turno de la tarde porque siempre termino más tarde de la hora establecida. Y como soy un puto novato, no puedo simplemente quejarme o dejar el trabajo a medias.

Dejo todo bien organizado para que el turno de la mañana, no tenga problemas en el primer reparto del día y cojo mi chaqueta suspirando.

-Joder,- digo mirando el reloj.- si me doy prisa, podré cenar algo medio decente y estudiar un par de horas antes de caer en coma.

Tres x Tres (omegaverse)Where stories live. Discover now