13. Favores.

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KILIAN POV

Ambos estamos caminado de regreso al campamento. Continuamos hablando de más temas, me dio sus opiniones y de verdad me dio mucha tranquilidad hablar con ella. Aunque me sigue pareciendo un dolor de cabeza, tengo que admitir que fue agradable y por una vez en mi vida quería escucharla.

Después de unos minutos caminando en un sorprendente silencio; llegamos nuevamente al campamento.

Ella se va por su lado y yo por el mío.

—Hey, te buscaba—dice Ian llegando a mi lado.

—¿Seguro?—pregunto mientras rio ligeramente.

—Sí, ¿por qué no?

—Estabas muy ocupado comiendote a tu compañera.

Sonríe con vergüenza.

—Solo estoy aprovechando.

—Pues yo también estaba aprovechando...

Se detiene de golpe frente a mí, evitandome avanzar.

—¿Hiciste algo con Havzel?, ¿un beso?—sonríe.

—No, fuimos a caminar y... me escuchó.

—¿Le contaste tus problemas?—frunce el ceño.

Asiento.

—¿Y de que sirvo yo?, para eso tengo el puesto de mejor amigo.

—Tú siempre me regañas—lo empujo levemente para poder comenzar a caminar.

—Tienes razón, lo siento. ¿Ella no se rió o algo?

Niego. No creo que el dolor de cabeza sea ese tipo de persona que se ríe de las tragedias de otros.

—En realidad no pensaba contarle, solo quería pensar y que alguien me acompañará para no estar solo, pero no se callaba, terminé contándole, y realmente fue agradable.

Ian sonríe levemente y me da dos palmadas en el hombro derecho.

—Vamos por las galletas, bombones y chocolates para la fogata— dice.

Caminamos hasta la casa de campaña de Ian primero.

Después de que todos traen sus debidos aperitivos, todos nos sentamos alrededor de la fogata, todos tienen palitos de madera, bombones, chocolates, galletas, algunos llevan salchichas.

A mi derecha está Ian, a mi izquierda Townsend.

—Muy bien chicos—comienza a hablar la maestra—mañana deben estar levantados a las nueve, a las las once nos vamos de regreso a la ciudad, así que entre ese tiempo deben levantar todas sus cosas y ponerlas junto al autobus.

Todos asentimos.

—Cuando volvamos, de nuevo se tendrán que juntar en parejas para hacerme otra exposición sobre todo lo que escribieron durante la caminata, incluyendo las fotos que tomaron.

Otra juntada, genial...

—Pueden disfrutar el resto de la noche.

Me giro a Ian.

—Lo bueno es que mañana ya nos vamos. Tengo mucho que hacer con el cumpleaños del dispar.

—¿Cómo qué?

—Comprar la decoración, los globos con el número siete, pedir los pasteles, comprar dulces, las piñatas, comprar sus regalos...

No he hecho nada, planeaba hacerlo esta semana, pero se atravesó esta tonta excursión.

El Día Que Te Amé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora