El Día Que Te Amé

29. Perdón

KILIAN POV.

¿Simplemente tengo que llegar y pedir perdón?

Nunca he pedido perdón, solamente a mis hermanos y a mamá, pero a alguna chica nunca, y no sé como hacerlo.

Desde que me levanté he pensado en como conseguir el perdón del dolor de cabeza. Entiendo que Tyler y yo nos equivocamos al pelear frente a ella y siempre dejala en medio de la situación.

Además, necesito que me salve, ahora y siempre. No sé sí ella perdona rápido o te hace sufrir. Espero sea la primera.

Camino por el pasillo lleno de adolescentes uniformados y bien peinados.

Busco al dolor de cabeza cerca de su casillero, y ahí está, pero con Tyler. Parece que le está pidiendo perdón. Ella lo mira con seriedad y sus brazos están cruzados.

Ahora me ha entrado el miedo.

Me acerco un poco más, hasta donde pueda escuchar un poco, así sabré que decirle y que no. Tyler es mi conejillo de indias.

—Bueno, Love...

Que apodo más tonto. Le queda más el mío.

—...Ahora que me perdonaste, te quiero invitar a conocer a mis padres y mi hermano.

¡¿Qué?!

—...Ya te había dicho que quería que conocieras a mi hermano, no es un chico fácil, tiene once, pero sé que se caerán bien. ¿Qué dices?

Yo digo que no.

Ese imbécil cree que su hermanito pre adolescente puede agradarle a Havzel y así tenerla más cerca. ¡Pues se equivoca!. En el corazón de Havzel Relish solo están los Spinster. Los tres.

—Claro, me gustaría conocer a tu familia, sería interesante conocerlos.

—¿Te parce el sábado después del juego?—le pregunta Tyler.

Mmm... ¿qué puedo excusar para el sábado después del juego?, tal vez una fractura, eso podría funcionar.

—Me parce perfecto—Hav le sonríe.

Tyler le toma las manos, las entrelaza y se acerca para darle un beso casto en los labios.

Inmediatamente aparto la vista y trato de controlar mi respiración.

—Nos vemos luego, iré con Owen—le dice en forma de despedida.

Al fin se va.

Me acerco hasta ella y lo único que hago es recargarme en el casillero que está junto al de ella, ahí parado, mirándola y sin decir nada.

—Te perdono—dice sin mirarme.

¿Así de fácil?

—¿Tan fácil?

—Ya perdoné a Tyler, obviamente te tengo que perdonar a ti, ambos manejan el mismo nivel de idiotez, ambos se perdonan igual—dice aún sin mirarme.

No sé qué tan enojada esté como para colocar mi nivel de idiotez con el de Tyler. Es una ofensa para mi persona.

—Bueno, aún así yo te quiero pedir una disculpa, porque últimamente he comenzado a desarrollar una rivalidad con Tyler por la nada. No es muy justo que siempre termines en medio de las discusiones y te pongamos a elegir. Perdón, dolor de cabeza.

Gira y me mira por primera vez desde que llegué.

—Acepto tus disculpas, apellido raro. Ya no te preocupes—sonríe ligeramente.