El Día Que Te Amé

19. Día De Lluvia.

KILIAN POV.

Jueves por la tarde, exactamente las seis con veintisiete. Hoy no tuve que obligar a cancelar una estúpida cita, por suerte, ya que como escuché en los vestidores, Hav y Tyler Smith, van a salir el viernes, y ahí no podré evitarlo. Ni siquiera sé por qué lo quiero evitar, simplemente... no quiero que vayan al cine, estaría dispuesto a convencer a todos los malditos cines de la ciudad para que cierren, para que no estén en esa sala oscura, sentados juntos, haciendo sabe que cosas. Pero mañana no podré evitarlo.

Respecto a las "provocaciones", sí, la quería provocar, pero no por algo más, solo que mi mes en abstinencia me nubla la mente. Supongo que funcionó un poco, ya que la vi tragar seco, sus mejillas se ponían rojas, y siempre tomaba su distancia, aunque no quería incomodarla, me gustaba su nerviosismo. No creo que Tyler le provoque eso.

En fin.

Havzel está por llegar, terminaremos de ensamblar todo, hacer que se muevan los planetas. Ayer estuvimos trabajando hasta las nueve.

Mis hermanos están afuera jugando con una pelota, los meteré pronto, ya que el clima está nublado y con truenos.

Mientras pongo todos los materiales en la mesa de centro en la sala, el timbre suena. Me levanto y camino a la puerta.

Abro, ahí estaba el dolor de cabeza, con jeans, botas negras altas, una chamarra gruesa color negro, su cabello suelto y leve maquillaje.

—Hola—saluda con una sonrisa.

—Dolor de cabeza.

La dejo entrar, se sienta en el sofá y saca una pistola de silicio de su mochila.

—¿Comenzamos?, el clima está un poco mal, una lluvia se aproxima y el aire es muy fuerte, no quiero llegar tarde a casa.

—Claro.

Me siento en el suelo junto a ella y comienzo a acomodar las cosas del cableado para que giren.

Cuando estoy a punto de conectar dos cables, un gran trueno resonó, asustadonos al dolor de cabeza y a mí.

—¡Kilian!—se escucha el grito del dispar. Ambos entran corriendo, brinca al sillón y se acurrucan.

La lluvia comienza a caer después del trueno, me levanto rápido y cierro la puerta corrediza de cristal.

—Pongan una película, no muy alto porque estamos trabajando—les indico mientras voy a sentarme de nuevo.

Havzel no ha hablado, no como lo hace normalmente, está sería y concentrada en el trabajo, pero más seria.

La miro en silencio. Su nariz perfilada, sus ligeramente pobladas cejas, que ahora están fruncidas, sus ojos cafés y largas pestañas, su sonrisa no está, y eso no es muy del pequeño dolor de cabeza.

—¿Qué tienes?—pregunto.

Más vale que Tyler no le haya hecho nada, o las verá muy caro.

—Nada, solo que no me gustan los días lluviosos, casi no me gusta la lluvia.

—¿Por qué?

Yo amo la lluvia. Somos tan diferentes, tan polos opuestos.

—Los días nublados me decaen, prefiero el sol, ver el cielo azul y no gris, eso es tan aburrido, me roba la sonrisa.

—Okay...

Yo amo todo lo que odia de estos días.

Continuó con el trabajo mientras escucho la lluvia caer, y me recuerda tanto a mamá. Ella ama la lluvia, mojarse y simplemente observar las gotas caer.