6. Fiesta.

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HAVZEL POV

Me subo al auto de Noah y él comienza el camino a la escuela para poder ir al "gran" juego del equipo de fútbol.

Noah lleva ropa para nada representativa, al igual que yo, simplemente llevamos una linea verde y una linea blanca debajo de las otras, pintadas en las mejillas.

—Tu primer juego con tu nueva escuela— digo con emoción.

—Calma mujer— dice soltando una pequeña risa.

—Bueno, será tu primera fiesta de tu nueva escuela—le tomo el brazo y lo muevo con emoción.

—Havz, tranquila, harás que tengamos un accidente— dice sin apartar la mirada del camino.

—Lo siento, me emociona demasiado que compartamos nuestro último año antes de separarnos por la universidad, ¿seguro que no quieres ir a Boston?

—A mi también me emociona poder pasar nuestro último año juntos, después en la universidad será muy difícil, no nos veríamos mucho, eso sería triste, y no, no quiero ir a Boston, quiero entrar a Yale, ¿recuerdas?

Lo miro divertida. Aveces se pone sentimental.

—No te vuelvo a decir nada de ese tipo— dice con indignación.

Suelto una carcajada.

Después d eun largo camino de chistes, por fin llegamos a la escuela, Noah estaciona cerca de la entrada, bajamos y entramos al estadio.

Nos sentamos por la parte media, a un lado de mí está Dana, yo la invité para que Noah y ella estén más juntos.

Serán una feliz pareja y yo un gran cupido.

Noah desvía la vista lentamente hacia mí y me señala con los ojos a Dana.

—¿Qué? — susurro.

—¿Me cambias de lugar? —susurra.

—No— sonrío y me giro para poder ver el juego comenzar.

Los jugadores comienzan a salir de las bancas para poder ir a sus posiciones.

Las escuelas comienzan a gritar el nombre de sus equipos, como grandes fanáticos.

—¿Crees que ganen? — pregunta Noah.

—Sí, son muy buenos, los chicos estrellas son Ian y Kilian.

—Era de esperarse— ríe.

Antes de que hable, el silbato suena, indicando que el juego comienza.

Los chicos comienzan a pasarse la pelota...

Después de largos minutos en el que ninguno metió nada y entramos a los extras.

—¡Gol!—gritamos todos y justo se acaba el tiempo extra que habían dado. Hemos ganado, un gol a cero.

Los chicos del equipo van y abrazan a Kilian, quien metió el último gol.

Ellos festejan como si fuera el campeonato.

—¿Ya nos podemos ir?, tengo ganas de divertirme— dice Noah con ansias.

Asiento.

—Nos vemos en la fiesta, Dana— le digo con una sonrisa.

Ella se levanta.

—Nos vemos ahí— se despide y se aleja.

Camino al lado de Noah hasta su auto.

Llegamos al antes dicho y subimos.

El Día Que Te Amé Where stories live. Discover now