El Día Que Te Amé

28. Deseo

HAVZEL POV

Hoy estamos a jueves y no he hablado con Kilian, hay una razón muy fácil de comprender. Recuerdo lo que hice en la fiesta, toqué algo que no debía y ahora no lo puedo ver a los ojos. Cada vez que vamos a topar trato de esconderme o tomo otro camino aunque sea más lago.

Bueno... ahora mismo estoy caminando a mi clase de deportes, obviamente tratando de evitar a Kilian.

—Oye—me llaman a mis espaldas. Kilian.

No he logrado evitarlo tan bien.

Corro un poco pero finalmente me alcanza.

—Oye, Havzel—toma mi brazo delicadamente y hace que lo mire a los ojos.

—¿SÍ?

—No te hagas tonta. ¿Por qué me evitas?

¡Porque toqué algo que no debía!

—¿Yo?, no te he estado evitando.

—Claro que sí, no estoy idiota como para no notar que siempre tomas los caminos más largos a los salones, te escondes, no me miras. Nada.

—Kilian, no te estoy evitando, solo estas paranoico, no siempre tendré mi atención en ti.

Estoy a punto de huir pero no me deja hacerlo.

—Camina, se hará tarde—digo mientras veo como todos entran al gimnasio menos nosotros.

—Dime que es lo que sucede.

¡Es un maldito cabezón!

—Lo que sucede es que eres un maldito seductor—lo miro con enfado.

—¿Qué?—dice un poco confundido.

—Que eres un maldito seductor, recuerdo lo que pasó en la fiesta y toqué algo que no debía.

Suelta una carcajada.

—Yo también recuerdo todo, incluso el toqueteo que me hiciste... —le corto en ese momento.

Cubro mi rostro por la vergüenza.

—¡No lo menciones!

—Okay, okay, pero tú lo disfrutaste y yo lo disfruté, no pasó a más, no hay porqué evitarme.

—Es que solo con verte y ver esa tonta mirada que estás haciendo ahora mismo... —reclamo. Esa tonta mirada que seduce—...no la hagas.

—¿Pero qué estoy haciendo?—pregunta con una risa.

—Antes de la estúpida fiesta prometí no volver a besarte... —antes de poder seguir me interrumpe.

—Alto, alto, ¿por qué no?—pregunta mientras cruza los brazos y frunce el ceño.

—Porque... porque siempre estoy con Tyler.

—¿Y?

—¿Como qué "y"?, siempre estoy con él, en las fiestas, escuela, recesos, y luego termino jugando contigo a cosas de besar y terminamos besándonos nosotros.

—Entonces dejalo.

—Kilian... no quiero que la gente comience a crearse una mala imagen de mí, la gente de la escuela y la gente de las fiestas es la misma.

—Bueno, ¿puedo tener uno último?—pregunta mientras toma mi mentón con sus dedos, ladea la cabeza y hace esa mirada.

Estoy a punto de caer pero logro despertar a tiempo.

—¡Kilian!—me quejo.

Suelta una risa y se separa.

—Está bien, sí la razón es esa, está bien, solo para que no hablen mal de ti. Pero ya no me evites, sígueme salvando por favor—sonríe.