22. ¿Cuidas A Los Tres Spinster?

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KILIAN POV

La luz del maldito sol me cala en la cara, trato de tallar mis ojos pero solo puedo mover una mano, giro a ver la razón por la que no puedo mover uno de mis brazos.

Havzel Relish.

Está dormida a mi lado, utilizando mi brazo como almohada. Se ve tranquila, su cabello está revuelto pero aún así se ve bien. No creo que esté enterada que duerme conmigo, ni siquiera yo sé como terminamos en la habitación de Ian. Lo último que recuerdo es que nos besabamos en las jardineras del patio, y ni siquiera  recuerdo como es que se sentía o sabían sus labios, me maldigo a mí mismo por estar tan ebrio.

Levanto un poco la cobija azul marino que nos cubre, tenemos toda la ropa, no pasó nada malo. Un alivio.

¿Dónde está Ian?, se supone que él es quien dormía aquí, ¿a que hora perdí la memoria?, todo es culpa de la pereza del dolor de cabeza, no hubiéramos tomado vodka sí hubiese buscado.

Saco ligeramente mi brazo para no despertarla.

Me enderezo y ahí es cuento siento que todo el mundo se mueve. Siento un poco de dolor en mi estomago y cabeza pero lo dejo pasar.

Me levanto y salgo de la habitación. Lo primero que me encuentro es chicos dormidos en el suelo, usándose como almohadas unos a otros, bajo las escaleras y es un poco peor, gente dormida por todos lados en la sala, en el gran sofá están dormidos Noah en un lado e Ian del otro, ambos tapados con frazadas diferentes. Al menos durmieron cómodos, pero mi mejor amigo debió de estar tan ebrio que no recordó que su enorme casa tiene la habitación de sus padres y dos más de invitados, o tal vez no pudo subir las escaleras.

—Ian—lo muevo ligeramente.

Se acurruca un poco y luego abre los ojos con lentitud.

—¿Qué?

—Ven, te llevaré a la habitación de tu mamá, es más cómoda que el sofá.

Se endereza y sienta en el sofá.

—Ya me haz espantado el sueño—dice en un bostezo mientras se estira el cuerpo.

Se levanta y luego mira a su alrededor.

—Wow—dice mientras mira su alrededor.

—Hay gente en todos lados—digo.

Ambos caminamos a la cocina, ahí no hay gente, después vamos al comedor, hay gente dormida en sillas, caminamos al patio trasero, algunos dormidos en el pasto, inflables, un par de hamacas, o las  sillas de playa.

¿Ahora cómo hacemos para levantar a todos?

—Espero no tarden en despertar—dice Ian mientras pasa su mano por su cabeza. Se gira y me mira— ¿dónde dormiste?

—En tu habitación.

—Recuerdo que te vi subir con una chica, ¿quién era?

Havzel y yo nos besamos en la jardinera, sin aviso se separa y toma mi mano, hace que me levante y comienza a jalarme dentro de la casa y escaleras arriba. Al llegar entramos a la habitación de Ian, ahí es cuando nos volvemos a besar, besos desesperados, me quita la chaqueta y la deja en una silla, al llegar a la cama caigo sentado, pasa sus piernas por mis costados, quedando justo en mi regazo, paso mis manos por su cintura para pegarla más a mí. Poco a poco me recuesto y ella queda encima, se separa del beso y pone su rostro cerca de mi cuello creando una sensación demasiado... wow.

Ese es el último beso que nos damos, ya que escucho como su respiración se relaja. Como puedo muevo su cabello a un lado y efectivamente se ha dormido. Con cuidado la recuesto en la cama, la tapo y le quito los zapatos, yo hago lo mismo, ahora solo puedo escuchar la respiración del pequeño dolor de cabeza y la música de abajo. Me recuesto junto a ella y se acurruca junto a mí.

El Día Que Te Amé Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt