Capitulo 09.

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La cena pasó, aún estábamos en la mesa y hablábamos de cualquier cosa que se nos ocurriera mientras la música seguía sonando.

Finalmente comenzó “I wanna be yours” la última canción del disco “AM”

Bryce se paró y rápidamente se puso a mi lado para extender su mano.

—No sé cómo se baila— negué con la cabeza entre risa.

—Entonces hazlo como sea— levantó los hombro –No importa.

Tomé su mano y  fuimos hasta la sala la cual era muy amplia.

Tomó mi cintura mientras que yo rodeaba su cuello con los brazos.

—Apesto— reí.

—Está bien— rió conmigo.

—Es que es lento pero no lo suficiente.

—Es complicada pero no importa— comenzó a mecerme  suavemente.

Sus manos bajaron a mi cadera y continuamos moviéndonos de la misma forma.

Me tomó de la mano y me hizo girar.

La canción terminó un rato después.

—Ya vuelvo—se alejó de mí, conectó su celular al estéreo y entonces sonó “baby, i’m yours”

Se acercó a mi rápidamente, tomó mis manos y nuevamente nos balanceamos juntos.

La verdad es que éramos malos pero era divertido.

La canción tenía un buen ritmo y tratábamos de hacerlo bien.

Ambos cantábamos sin importarnos la letra. No era como que no la estuviéramos cantando el uno al otro.

Tomó mi mano la elevó y me hizo dar muchas vueltas entonces reí fuerte.

—Estoy mareada— lo abracé por la cadera mientras me recargaba en su pecho.

Acarició mi cabello y continué riendo.

—¿Está pasando?

—Si— asentí.

—Mejor así.

Miré hacia arriba para verlo mejor, me sacó la lengua y reí.

—Me siento una pulga.

—Eres una pulga.

—Tú eres una jirafa.

—Cierra la boca— rió fuerte. Tal vez era lo más fuerte que lo había oído reír.

—¿Cómo está el clima allá arriba?

—¿Cómo está el clima allá abajo?

—Touché— reí mientras que él sonreía.

—¿Qué dices si vamos a la playa un rato?— miró su reloj.

—Me parece bien siempre y cuando me dejes echarle un vistazo a tu mano.

—Está bien, enfermera.

—Aún no soy enfermera— reí.

—¿No?

—Falta poco.

—¿Cuánto?

—6 meses— sonreí.

—Espero que me invites a tu graduación.

—Claro que si— reí.

—Genial.

&¿Tienes un botiquín o algo así?

—En el baño— asintió entonces fue por el y minutos después regresó con la caja.

Me dio el botiquín y entonces tomó asiento.

—Tienes vidrios— lo miré.

—Sí.

—¿Qué paso, Bryce?

—Me corte con vidrio, un cuadro. Se rompió.

—¿Se rompió o lo rompiste?

—Lo rompí.

—¿Fue por lo de tu mamá?

—Si— noté como se tensó.

—¿Quieres hablar de eso?— le pregunté mientras con la pinza sacacejas que había sacado de mi bolso removía los vidrios.

—No.

—Bien— seguí sacando los vidrios de su mano y dejándolos sobre  un pañuelo, el cual también había sacado de mi bolso.

—Soné grosero, ¿verdad?

—No, todos tienen sus problemas y bueno...— levanté los hombros.

—Me sorprendió, ¿sabes?— me miró.

—No tienes porque hablarlo conmigo si no quieres— dejé el pañuelo sobre la mesa para luego hacer a Bryce levantarse.

—Somos amigos y bueno, tú eres una chica. Seguro tienes más problemas que yo y quiero que los hables conmigo— sonreí —¿Eso hacen los amigos, ¿no?

—Si—asentí mientras lo empujaba hasta el baño.

—¿Lavo mi mano?

—Sí.

Lo deje ahí para ir por el botiquín y luego nuevamente volver al baño.

Bajé la tapa del inodoro y me senté sobre esta para buscar agua oxigenada, algodón y una venda.

—Terminé.

—Agáchate, seca tu mano y ponla sobre mi pierna.

—¿Por qué me haces esto?— dijo el mientras hacía todo lo que le pedía.

—Soy la enfermera, cállate.

Mojé el algodón con agua oxigenada y lo mase por todas sus heridas.

—Arde un poco.

—Es para que no se infecte— vendé  su mano.

—Gracias por todo.

—Gracias a ti

Bryce se levantó.

—¿Podemos ir a la playa ahora?

—Sólo un rato.

She Saves MeWhere stories live. Discover now