Capítulo 17.

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~1 mes después~

Bryce O'Connor.

—¿Entonces tu chica y tu irán al concierto de los Arctic Monkeys hoy?— me preguntó Josh mientras yo acomodaba mi camisa.

—Sí, tenemos los boletos desde hace unos meses.

—¿Cuándo lo harán oficial?

—No estamos saliendo— lo miré.

—Ambos se gustan, es obvio— rió —Sin contar que te tiene aquí— dio un golpe con su mano derecha en la palma de su mano izquierda.

—No me tiene en la palma de su mano.

—¿No?

—No.

—Pues parece que estas domado. No has hecho de las tuyas.

—¡Por favor!— reí —Sabes de mi colección.

—¡Espera!— hizo un ademán para que me detuviera y fue lo que hice —¿Todo esto es porque quieres su virginidad?

—Las colecciono.

—Y Bryce O'Connor ha vuelto.

—Nunca se fue. Todo está en el plan y si sigo así de bien creo que tomará unos 3 meses— comenté mientras con mi tarjeta de crédito acomodaba el polvo blanco en la mesa de centro.

Formé una línea y me acerqué a esta. Presioné un poco el costado de mi nariz e inhale. Eché la cabeza hacia atrás y sonreí mientras asentía un tanto rápido.

Me levanté de la alfombra y me paré frente al espejo para luego sacudir mi nariz y acomodar mi peinado.

—¿Ya te vas?

—Debo ir por la enana.

—Suerte en tu concierto.

—Gracias.

—Salúdame a tu novia— ambos reímos, chocamos los puños y entonces salí de su apartamento.

Todo eso había sido mentira, la verdad es que Valerie me gustaba mucho pero no quería admitirlo, no quería que todos se enteraran de que estaba "enamorado" y toda esa mierda.

Tenía una reputación que mantener y ella lo sabía.

Se lo había dicho en Long Beach y ella me conoció de la peor manera. No tenía derecho a pedirme que fuera un ángel. Yo soy Bryce O'Connor. Un estúpido pero afortunado playboy y eso les gustaba a las chicas.

Me tomó pocos minutos llegar y cuando esto pasó le mande un mensaje diciendo que la esperaba afuera.

Estaba fuera de mi auto, con mi pie derecho recargado en uno de los neumáticos y dando leves golpes a este de vez en cuando. Me crucé de brazos y seguí esperando.

Una chica que paseaba a su perro pasó frente a mi en unos pegados y cortos pantaloncillos deportivos. Sonreí al ver su trasero, sus ojos se clavaron en mi, me quité las gafas de sol y le guiñe.

La chica rió levemente y siguió con su paseo.

Unos 3 minutos después Valerie salió de su casa finalmente.

—Te ves bien, preciosa— me acerqué a ella, rodee su cintura con mis brazos y besé su mejilla.

—Gracias— se alejó un poco de mí y me inspeccionó con su mirada.

—¿Todo en orden?

—Todo en orden— afirmó después de verme de pies a cabeza.

—¿Nos vamos?

—¡Por favor!

Abrí su puerta y ella entró al auto. Rodee el auto y subí al asiento piloto. Comencé a conducir una vez que encendí el motor.

—¿Vas a bailar conmigo?— la miré unos segundos.

—Por supuesto— ella sonrió mientras asentía con su mirada fija en mi.

Coloqué mi mano derecha en una de sus piernas y acaricié esta mientras continuaba conduciendo.

Sonreí cuando no se quejó ni removió mi mano.

Valerie era una virgen frustrada, una chica mala esperando salir e iba a tratar de sacar ese lado. Estaba seguro de que no tardaría mucho en terminar con su pinta de chica buena como en abrir las piernas para mi.

—¿Qué piensas?— me preguntó.

—Que el concierto estará increíble y que me alegra que vayas conmigo.

—Será genial.

—Lo se— adentré mi mano un poco más entre sus piernas y la vi estremecerse un poco. Sonreí cuando noté esto pero entonces ella apretó sus piernas con mi mano aún entre ellas.

Disminuí un poco la velocidad y la miré fijamente para luego separar una de sus piernas de la otra y tener mejor acceso.

—Bryce...— gimió levemente mientras continuaba acariciando su entrepierna sobre sus shorts.

—Baja tu cierre— le dije con la voz ronca que había adquirido por la excitación.

Continué conduciendo con la vista al frente durante unos 5 minutos. Miré los shorts de Valerie y al ver que su cierre seguía arriba lo bajé yo mismo.

Ahora acariciaba su entrepierna suavemente sobre sus bragas.

—No hagas esto— me pidió en un susurro.

—Te deseo más de que debería— salí de la carretera y cuando encontré un lugar en donde estacionar sin causar algún problema lo hice.

—No me desees— removió su mano de mi pierna —No voy a darte nada.

Desabroche mi cinturón, me acerqué a ella y la tomé del rostro para luego besarla con intensidad.

Separé sus labios con mi lengua y entonces adentré ésta en su boca. Continué besando sus deliciosos labios y jadee levemente al sentir como mordió mi labio inferior.

—Debemos irnos...

Bajé mis labios a su cuello y ella comenzó a acariciar el cabello de mi nuca.

Mordi su cuello con fuerza, lamí la ahora parte sensible y ella gimió. Dejé un beso en su piel y vi como se torno morada.

Me separé de ella, abroche mi cinturón y encendí el auto nuevamente.

—Eres mía— le dije con mis ojos clavados en ella.

—Soy tuya— susurró mientras acariciaba la marca que yo había dejado en su cuello.

She Saves MeWhere stories live. Discover now