—¿Qué?— le pregunté asombrada luego de haber encendido la lámpara que estaba en mi buró y haberme sentado.
—Casate conmigo— volvió a decirlo.
—¿Estás bromeando?— pasé una de mis manos por mi cabello y lo acomodé hacia atrás mientras reía.
—Hablo en serio, Valerie. Casate conmigo— se sentó recargado en la cabecera y besó mi mano.
—No podemos hacer eso_ me levanté de la cama y comencé a caminar por toda la habitación —Estás completamente loco.
—Ya lo habíamos pensado— se levantó al igual que yo y me tomó por la cintura.
—Era una locura entonces y lo sigue siendo.
—Me amas y te amo. Deberíamos estar juntos, toda la vida como mínimo— acarició mi mejilla y sonrió.
—Estoy borracha, ¿Por qué te me propones ahora?— reí a carcajadas y dejé mi cabeza recargada en su pecho.
—¿Quieres ir a dormir y repetirlo mañana?
—Eso sería conveniente— me separé un poco de él y sonreí para verlo.
—Entonces voy a insistir hasta que aceptes.
Me alejé de él y volví a la cama.
—Entra, ya es tarde.
—Mañana tenemos mucho de que hablar— volvió a la cama, se acostó a mi lado dejando a Oggy en el borde.
—En el desayuno— me recargue en su abdomen y acaricié su pecho.
—Bien— sonrió y dejó muchos besos sobre mi cabello.
...
Poco a poco comencé a reaccionar, miré el reloj de mi tocador y eran las 12 pm. Mi cabeza iba a explotar.
Me levanté de la cama, caminé hasta el tocador y con una toallita húmeda limpie mi rostro. Era un desastre. El maquillaje que la noche anterior me había favorecido hoy me hacía ver como un mapache.
Desenrede mi cabello y me hice un moño alto y desarreglado.
Salí de la habitación y vi a Oggy parado frente a la puerta.
—¿Qué pasa, amigo?— me arrodillé frente a él y acaricié su cabeza.
—No deja de observarme— dijo divertido mientras se apoyaba en la barra.
Lo miré sobre mi hombro y reí levemente.
—Es que no te conoce.
—Lo hará.
—Claro que si.
Me levanté del suelo y me acerqué a la barra.
—Es hora del desayuno.
—Son las 12 de la tarde.
—La primera comida del día es el desayuno, sea la hora que sea.
Crucé la barra y me lavé las manos en el lava trastes.
—¿Qué vamos a desayunar?
—Luego de una larga búsqueda en tu refrigerador y alacena encontré— golpeó la barra haciendo redobles y reí.
Siendo honesta no había nada de comer aquí.
—Nada, excepto pop tarts y café.
—Suena bastante bien para mi— le dije mientras continuaba riendo.
—Entonces ese es el menú.
Me senté en uno de los bancos y Bryce dejó mi plato con las dos pop tarts frente a mi. Luego me dio mi café.
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She Saves Me
Random"She saves me" A veces me pregunto cómo llegue aquí... ¡Oh, cierto! Mi padre murió, lo que hizo que sus millones me pertenecieran. Era jodidamente rico. Tenía todo y era feliz, o al menos eso creía. Nunca me había parado a pensar en eso. Tenía diner...