She Saves Me

Capítulo 16 - Parte II

Él estaba recostado en la silla para tomar sol y yo estaba justo sentada entre sus piernas y recargada en su pecho. El aire se sentía frío sin embargo las toallas lo calmaban un poco.

La gente se había ido y varias más lo hacían en este momento sin embargo nosotros solo estábamos en silencio viendo como el sol se metía.

—¿Quieres irte?— me preguntó luego de dejar un corto beso en mi cabeza.

—Si— asentí levemente y me levanté con cuidado.

La arena era demasiado molesta y no podía esperar a llegar a la habitación para tomar una ducha caliente y deshacerme de ella y del frío.

Tomamos nuestras cosas y subimos a la limusina.

—El cinturón— dijo mientras me miraba.

Me coloqué el cinturón, él hizo lo mismo y luego de eso encendió el auto y por suerte la calefacción.

—¿Quieres comer algo en el hotel después de la ducha?

—Sí— asentí —Eso sería bueno. Tengo hambre— reí levemente.

—¿Qué te gustaría comer?

—Tacos— sonreí.

—¿Tacos?— preguntó mientras comenzaba a conducir.

—Tacos— afirmé.

—¿De qué?

—Pescado.

—¿Empanizado?

—Ajá.

—Suena bien— rió mientras asentía.

—¿Verdad qué si?

—Sí— sonrió ampliamente y juro que quería quitarme el cinturón, abrir la puerta y salir volando del auto.

Él era tan pero tan hermoso.

—Mañana exploraremos más.

—Si, hay muchas cosas que ver aún.

Llegamos al hotel pero por desgracia Bryce no podía meter el auto en el estacionamiento. Había demasiadas personas ahí.

—¿Qué está pasando?

—No tengo idea— respondió mientras miraba hacía al frente con el ceño fruncido.

Varios flashes aparecieron, lo miré y él sólo maldijo.

Los fotógrafos se acercaron más a limusina y los flashes no paraban. Cubrí mi rostro y sentí el auto avanzar.

Bryce apagó el auto luego de estacionarlo correctamente en uno de los lugares.

Bryce sacó su celular y llamó a alguien.

Luego de finalizar la llamada salió del auto entonces varios fotógrafos y periodistas se acercaron a él.

—¡Joven O'Connor!— dijo fuertemente una mujer, no tenía mas de 27. Llevaba un elegante traje de falda y mostraba sus piernas, las cuales eran largas y tonificadas.

—¿Si?— respondió Bryce con una sonrisa estúpida en su rostro.

—¿Qué lo trae por Long Beach?— preguntó la mujer.

—Sólo viene a divertirme.

—¿La chica que viene en la limusina con usted es su novia?

—No, no lo es— dijo entre risas.

—¿Puede explicar su relación con la chica?

—Solo es una amiga mía. Bryce O'Connor no tiene novias— negó con la cabeza.