Capítulo 32.

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2 meses después.
Valerie Haynes.

—¡No es cierto!—solté la hoja del resultado y dejé caer la cabeza sobre las 3 libretas de expedientes médicos de mis pacientes.

—¿Qué tienes ahí, Haynes?— me preguntó la doctora Geller antes de tomar la hoja que yo recién había soltado —¿Por qué esa reacción? Este ultrasonido esta muy bien— levanté la cabeza entonces me encontré con su mirada fija en mi.

—Es mío.

—En ese caso felicidades.

—Me caso en 3 meses y en 3 meses tendré 5 de embarazo por lo tanto tendré barriga— me levanté de la silla con ruedas y tomé mi resultado para luego guardarlo en la bolsa de mi uniforme y luego tomar los expedientes.

—¿Ya tenías tu vestido?

—Era un Vera— dije exaltada mientas lloriqueaba —¡Un Vera Wang!

—Haynes, tranquila— volteó hacia ambos lados y luego volvió a fijar su vista en mi —Trata de calmarte, asustas a todos.

—¡Voy a estar obesa el día de mi boda!— dije mientras seguía llorando —Mi esposo no va a querer tocarme durante la luna de miel porque seré una maldita ballena.

La doctora Geller se colocó detrás de mi. Y me empujó por los hombros hasta hacerme entrar en uno de los salones de descanso.

—Tienes que tranquilizarte, ¿si?— se colocó frente a mi y rodeó su cadera con ambos brazos —Estás actuando como si te hubiesen dado la peor noticia del mundo y probablemente son las hormonas pero aún así. No olvides que estás en tu trabajo y un bebé es una bendición. Hay miles de parejas que mueren por tener hijos, entiendo. No lo querías ni lo esperabas en 7 meses pero no es el fin del mundo. Solucionarás lo de tu vestido y tu boda, tu luna de miel será perfecta junto a tu esposo y tu hijo o hija.

—Gracias— le dije aún llorando pero ya haciendo el esfuerzo por calmarme.

—De nada— sonrió ampliamente luego de poner su mano en mi hombro.

Tomé varias respiraciones profundas y finalmente logré calmarme.

—¿Mejor?

—Si— asentí.

Su localizador sonó entonces se separó de mi para revisar éste.

—Debo irme, Haynes. Pero muchas felicidades.

—Gracias, Doctora Geller y suerte.

Salió de la habitación entonces me senté la cama.

—¿Cómo voy a entrar en mi Vera Wang?— pregunté en voz alta.

—Val, ¿Estás bien?— me preguntó Wendy —Maggie me dijo que te vio con la doctora Geller y que estabas muy alterada.

Saqué la hoja de mi bolsillo y se la extendí.

—¿Qué es esto?— tomó la hoja, la desdobló y comenzó a leer. Un par de segundos y sus ojos se abrieron, probablemente lo más que podían —¡No juegues!— me miró y señaló mi vientre —¡Valerie Lorraine Haynes!

—Serás tía en...— me interrumpió.

—En 7 meses.

—Si— mordí mi labio mientras asentía.

—¿Cómo se lo dirás a tu futuro esposo?

—No tengo idea.

—¿Janis sabe de esto?

She Saves MeWhere stories live. Discover now