Capítulo 02.

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Bryce O'Connor.

Desperté, eran las 2pm y mi cabeza estaba a punto de explotar.

—Joder...— maldije mientras me sentaba en la cama y acariciaba mis sienes.

Me levanté de la cama, me estiré un poco y luego reproduje los mensajes en mi contestadora.

"1.- ¿Qué demonios pasó ayer?"

"2.- Estoy muy molesto contigo."

Reí leve al escuchar a Roger, honestamente nunca supe que es lo que hacía pero trabajaba con mi padre.

Salí de mi habitación, comencé a bajar las escaleras y caí, mi pie se dobló lo que me hizo perder uno de los escalones y rodar hasta el piso.

—¡Ouch!— me quejé entre risas.

—¿Joven O'Connor?

—Estoy bien, Marcus— me levanté con cuidado y acomodé mi bóxer.

Vi a Marcus a mi lado y le sonreí mientras lo saludaba con la mano.

—Un día de estos se hará mucho daño, joven.

—No importa— caminé hasta la mesa y me senté sobre ella.

—¿Quiere comer algo?

—Seguro.

—¿Qué quiere?

—Sorprendeme— sonreí sin mostrar los dientes —Oh, ¿Me da una copa de vino?

—Si eso quiere...

—Sí, eso quiero. Gracias

Suspiré y miré a los lados una vez que se retiró Marcus. Había 10 sillas en esta mesa y sólo 1 ocupada. Apreté los labios.

Vacío, así era como me sentía.

—Vida de mierda...— musite para luego levantarme e ir al baño. Tomé mi revistero, de ahí saqué una caja pequeña, removí mis puros y tomé una bolsa para luego volver a la mesa, ahí ya estaba mi copa de vino.

Coloqué 3 lineas de cocaína en mi mesa y las inhalé rápido para luego tomarme mi copa.

Cerré los ojos, eché la cabeza hacia atrás y reí al sentir como me elevaba.

—Aquí tiene, joven— dejó el plato frente a mi.

—Gracias, Marcus— reí sin razón alguna —¿Me haces un favor?

—Sí, ¿Qué necesita?

—Quiero escuchar música— sonreí —Arctic monkeys, por favor— golpeé la mesa.

—En seguida, joven.

—Gracias— comencé a comer y minutos después sonó mi música.

—¡Hola, Hola!— gritó Joe.

—¡Puta madre! No grites, Joe.

—¿Resaca?

—Sí.

—Pero tienes música, no tiene sentido.

—La música no es ruido, tu voz si lo es.

—Perdón— rió.

—Ya que.

—¿Cuánto quieres hoy?

—20 gramos.

—Bien— abrió su mochila y me dio una bolsa.

—Gracias.

—No fue nada— guardó el dinero con el que le había pagado —¿Quién era la chica de ayer?

—¿La chica de ayer?

—Si, estaba haciendo entregas y vi que entrabas con una chica.

—¿Era linda?

—No la vi bien del rostro pero tenía un buen cuerpo aunque era algo bajita.

—Seguramente era una prostituta— levanté los hombros.

—No tenía tantas curvas como para eso.

—Da igual— me levanté de la mesa, guardé las bolsas en la caja de mis puros. Y luego volví con Joe —¿Quieres ir a verla?

—¿A la chica?

—Si— fuimos hasta el cuarto de vigilancia y revisé los vídeos de ayer.

La chica era muy linda.

—Se ve "dulce"— hice las comillas con mis dedos mientras seguía viéndola.

—Adelantale a la parte en la que tienen sexo— dijo entre risas.

—Buena idea— reí y comencé a adelantar el vídeo.

Continuamos viendo el vídeo y adelanté más pues no pasaba nada.

—Te acostase con ella, ¿cierto?

—No tengo idea— adelanté y vi como besaba mi frente entonces fruncí el ceño.

Joe comenzó a reír a carcajadas.

—Creo que no hicieron nada, amigo— la chica desapareció del vídeo. Miré el vídeo de la cámara del patio y entonces la vi más de cerca.

—Es hermosa— susurré lo más bajo que podía.

—¿Dijiste algo?

—No— negué con la cabeza.

—Bueno.

—Hazme un favor— lo miré.

—¿Qué cosa?

—Consigueme información de ella.

—Le diré a Josh.

—Bien— asentí —Ahora... fuera de mi casa.

Joe rió.

—Adiós.

—Nos vemos luego y quiero información. Pronto.

—Lo que ordene, O'Connor.

Tomé la botella de vino, la terminé y luego volví al piso de arriba para tomar una ducha.

Me desnudé, entré a la ducha cuando acomodé el agua a una buena temperatura y dejé que ésta cayera sobre mi.

Cerré mis ojos y me sostuve de las llaves para no caer. Abrí los ojos minutos después, miré hacia arriba y comencé a parpadear varias veces.

—¿Hola?— dijo una voz femenina a lo lejos.

Sentí como mis piernas fallaban y entonces caí al piso y conmigo la cortina.

Mi cabeza azotó en la tina y poco a poco mis ojos comenzaron a cerrarse.

She Saves MeWhere stories live. Discover now