Dame una sola razón

CAPÍTULO 17

Desde que se encontró a la madre de Tom en la calle, Becca había estado sentada en su cama, abrazándose las piernas, pensando en la conversación que había mantenido con la mujer.

¿De verdad cambió cuando me conoció? - pensó.

Se levantó de la cama y se acercó a su radio. Cogió el primer cd que encontró y lo puso a todo volumen. Empezó a sonar Bleeditoutde LinkinPark, y Becca comenzó a saltar y gritar para desahogarse.

Su padre entró corriendo en la habitación de la chica, pensando que le había pasado algo.

- ¿Qué pasa? - le preguntó una vez vio, que se encontraba bien.

Entonces Becca, se dio cuenta de que su padre estaba de pie en la puerta. Le iba a contestar que no pasaba nada, pero no le salían las palabras de la boca.

En lugar de eso, empezaron a deslizarse por sus mejillas, unas pocas lágrimas. Su padre se acercó a ella, y se las limpio con la mano, dejándole la cara húmeda.

- Becca, ¿qué ha pasado?

- Nada, papá. - dijo sollozando.

- La gente no suele llorar por nada...

Precisamente por eso estoy llorando, Carlos. Pornada. Por absolutamente nada. Y todo por mi culpa...

- No ha pasado nada. - repitió.

- Venga, Becca. Cuéntamelo.

- No tengo nada que contar...

Becca se separó de su padre. Carlos, no entendía nada.  Pensaba que su hija había recuperado la confíanza en él, pero se equivocaba.

De repente, Carlos, supo por qué su hija estaba así.

- ¿Qué te ha hecho ese chico?

- ¿Qué chico? - contestó Becca, haciéndose la tonta.

- Ese tal Thomas.

- Nada. No me ha hecho absolutamente nada.

No saques ese tema, Carlos. Vamos a acabar mal... No lo saques, no lo saques...

- A mi no me engañas. Ese chico...

- ¡Carlos, joder!

El padre de Becca, se quedó atónito. Su hija llevaba algunos meses sin llamarle por su nombre de pila, y que lo hiciera ahora, le pilló desprevenido.

- Tom no me ha hecho nada. Ese es el problema.- susurró para que su padre no la escuchara.

- ¿Entonces qué es lo que te pasa?

- No lo entenderías...

- Puedes probar.

Becca cerró los ojos y suspiró. ¿Por qué me meto siempre en estas situaciones?

- Yo... - empezó.- Lo echo de menos.

Carlos abrió los ojos sorprendido.

- Papá sé que no lo entiendes, pero...

- ¡Claro que no lo entiendo, Becca! ¿Cómo puedes echar de menos a la persona que mató a tu madre?

- ¡Él no mató a mamá! ¡Era su padre el que conducía! Y además...