CAPÍTULO 19

413 22 12
                                    

Cuando Becca abrió los ojos, se dio cuenta de que aún estaba en casa de Tom.

Adormilada, intentó levantarse del sofá, pero se lo impedían unos brazos. Se giró hacia su izquierda y vio la cara de Tom en primer plano. El chico le había pasado un brazo y una pierna por encima de su cuerpo, y tenía la boca entreabierta para respirar sin dificultad. Aquello a Becca le provocó un ataque de ternura.

Con mucho cuidado, se deshizo del brazo y se levantó para ir a la cocina a por un vaso de agua. Cogió el vaso de la alacena, y abrió el grifo. Mientras bebía, un ruido detrás suya la sobresaltó, y el vaso se le cayó al suelo haciéndose añicos.

- Perdona Becca, no pretendía asustarte.

- No te preocupes. - dijo sonriendo avergonzada.- Soy yo la que debería pedir perdón, he roto un vaso.

La madre de Tom sonrió.

- ¡No pasa nada! - dijo haciendo un gesto con la mano para restarle importancia al asunto. - Es la excusa perfecta para comprar vasos nuevos.

Becca vio que la mujer iba cargada con muchas bolsas y rápidamente se acercó a ella para ayudarla.

Colocaron todo encima de la mesa y la madre de Tom se giró hacia Becca.

- No quiero ser cotilla, pero... ¿Qué tal ha ido todo? - preguntó curiosa.

- Bien, supongo. - contestó Becca con una sonrisa tímida en el rostro.

- Supongo que si sigues aquí, es porque mal no fue. - comentó la mujer guiñando un ojo. - Me alegro mucho, Becca, de verdad.

- Gracias. - contestó Becca, pero bajó la mirada cuando se acordó de su padre.

La madre de Tom se dio cuenta del cambio de humor de la chica.

- ¿Estás bien?

- Sí. - Se apresuró a contestar Becca. Pero se dio cuenta de que la mujer no le creía. - Es sólo que... Tengo miedo, supongo.

- Becca, conozco a mi hijo, y te puedo asegurar que te quiere con locura.

- No dudo eso. - dijo Becca sonriendo. - Es que mi padre me dijo, que si volvía a verlo que me tendría que atener a las consecuencias...

- Mira, Becca. No quiero menospreciar a tu padre, ya que, en fin, es tu padre, pero si hay algo que tengo claro,  es que si a un adolescente le prohibes algo, lo va a hacer igualmente.

Becca la miró extrañada.

- Lo que quiero decir con esto, - continuó.- es que, yo tengo claro que si yo le prohibiese a Thomas verte, él lo haría igualmente, porque le haces feliz. Y eso es lo que tu padre no ve, o no quiere ver.

- Lo sé, pero no entiendo el por qué.

- Perdió a un ser querido en aquel accidente y nos culpa a nosotros.

- Pero vosotros también perdisteis a alguien y no me culpais a mí, o a mi padre.

- Cada uno tiene maneras diferentes de ver las cosas...

Becca sentía que en cualquier momento rompería a llorar, y la madre de Tom se dio cuenta.

- No llores, anda. - le dijo acariciándole la cabeza.- Becca, si mi hijo te hace feliz, ¡lucha por él!

- ¿Y si nos separa?- preguntó llorando.

- Tendrá que llegar el momento para saber qué pasará.

- No quiero que llegue.- dijo sollozando.

Dame una sola razónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora