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JOAQUÍN

– Joaquín, tenemos el tiempo encima, ¿y tú quieres faltar a los ensayos? – me riñó la directora de la obra de teatro en la que estaba trabajando y que estaba por estrenarse.

– Por favor, solo es un día – uní las palmas de mis manos a manera de súplica – Tengo un par de cosas que hacer –

– No puedo creer que a pesar de ser el protagonista no te puedas toma esto en serio – sí, tenía el protagónico pero no habíamos descansado en semanas.

– Me lo estoy tomando muy en serio pero llevamos ensayando  cinco semanas seguidas y necesito hacer algo... Solo un día, uno necesito –

– Bien, pero si esos efectos no salen perfectos será tu responsabilidad – sacudió una mano en el aire y me dio la espalda dando por terminada la conversación. Era lunes, la vería hasta el miércoles.

No es que me trataran mal, solo que ella era algo perfeccionista y necesitaba saber que todo estaba bien conmigo y el resto del elenco. De hecho solo era algo pesada en ese sentido porque fuera del teatro nos llevábamos bastante bien, era una amiga más. Pero si de la obra se trataba se podía convertir en mi peor pesadilla si no me esforzaba.

Después de terminado el proyecto con Mauricio Islas, había recibido varias invitaciones en distintas obras de teatro y musicales pero la trama de esa fue la que más me agradó; además ahí fui el protagonista.

La trama se centraba en cómo los movimientos sociales han ayudado al cambio en la sociedad. Desde el feminismo, la lucha LGBT y el movimiento BLM; era más como un documental pero actuado. La obra se titulaba: ¿Movimientos?De lo que era a lo que es.

Pero así como había días buenos, como saberme protagonista de esta obra que creíamos tendría mucho éxito; también había malos o en los que me sentía mal, además de cansado físicamente era cansancio mental y emocional. No se confundan, yo amo mi trabajo pero todas las personas en algún punto de su vida se sienten agotados de todo y para mí es necesario tomarnos un descanso para salir con la mejor vibra de ese mal paso.

Además también seguía escribiendo e interpretando nuevas canciones y eso era una responsabilidad más.

Regresando al tema de los días malos que tenía, llámenme tonto o estúpido pero era 2022 y había momentos en los que aún pensaba en Emilio. Así era todos los días 25. A pesar de que no me hacía presente en ninguna publicación, veía, infinidad de personas en nuestro fandom seguía triste al llegar ese día del mes; así, ¿cómo no iba a estarlo yo?

Desde ese 2019 supe que iba a ser una fecha que me marcaría, solo que aún no sabía qué tanto o en qué sentido. Emilio fue la primera persona de la que realmente había sentido lo que es el amor, y no era nada fácil pasar página y seguir con mi vida. Tampoco es que lo hubiera intentado ya.

Como él ya lo relató, habíamos perdido comunicación, confianza e incluso yo, su número de teléfono. Y no es que fuera imposible hablar con él, nos seguíamos en todas las redes y solo era cuestión de buscar su usuario y presionar "enviar mensaje"; pero más bien la pregunta fue ¿era correcto?

Entre nosotros había mucha distancia y no solo en nuestros cuerpos, también entre nuestras almas. Ninguno de los dos supo nunca la manera correcta de volver a hablar.

El día que le pedí el descanso a mi directora era porque sería 25; generalmente no hacía nada más que pensar en el “nosotros” gran parte del día pero me acostumbré a dormir tarde viendo su película favorita, escuchando su música y leyendo las incontables cartas que él había escrito para mí hacia un par de años; y también, las que yo había escrito que nunca entregué.

After [Emiliaco]Where stories live. Discover now