08

755 74 2
                                    

"Buenas noches, Joaquín, amor.
Primero que nada, discúlpame por escribir a esta hora pero después de meses atormentándome solo es que he decidido hablarlo. Perdóname también por todas las veces en que te mentí al decirte que yo estaba bien y que no pasaba nada.

Sé que entre los dos planeamos confirmar mañana nuestra relación y pensé en que todo saldría de maravilla, era como un sueño.
Pero tal parece que solo era eso, un sueño.
Hace meses que me veo envuelto en un problema, pensé que podría arreglarlo solo, pero perdí el control de todo, la solución se me escapó de las manos.
Desde hace un tiempo mi padre se ha encargado de buscar a una chica que "ayudara" a alejar el concepto de homosexual que los medios y la demás gente tienen sobre mí.
No quise contarte antes porque pensé que era solo mi problema, sin pensar que desde hace siete meses todas las decisiones que tomara también te afectarían desde algún punto.
Quiero dejar en claro que nunca he querido lastimarte, aunque ahora eso esté haciendo.

Es una larga historia, pero una parte de mí piensa que esto aún tiene solución, que aún podemos ser felices juntos, la otra, la realista sabe que ya todo está perdido. Pero no quiero perderte, eres una persona que vale muchísimo para mí y de verdad me dolería que ya no estuvieras conmigo.
Nos vemos en unas horas para, si me dejas, explicarte todo.

Pase lo que pase quiero que sepas que yo te amo de una manera que nunca pensé amar a alguien; sé que eres todo lo que necesito pero hay cosas que no estuvieron en mis manos y no pude resolver.

Te ama, Emilio.

EMILIO

Ese fue el mensaje que le escribí a Joaquín la noche en que me presentaron a Seidy.
Después de enviarlo y antes de dormir me tomé el tiempo de leer el contrato. A pesar de que tenía varias cláusulas la que más se destacó para mí fue la que contenía la vigencia del mismo. Cuatro meses.
Cuatro estúpidos meses donde me veía obligado a tener una relación con alguien de quien solo sabía su nombre, donde estaba obligado a ser alguien que no era. Que no soy.

Lo peor es que ya no quedaba nada más que hacer, las firmas de mi padre y Seidy ya estaban ahí; en todo caso de romperlo sabía que sólo era una copia sin validez.

Al despertar al otro día, el 23, revisé si Joaco ya había leído mi mensaje, pero no fue así, las palomitas aún no estaba pintadas de azul.
Dejé de pensar un poco en eso, ya habría tiempo para hablar con él. Me dispuse a realizar mi rutina mañanera, no es que fuera la gran cosa pero igual debía hacerla.

Después de tomar mis cosas entré a la regadera para darme un baño, mientras lo hacía sentí el impulso de cantar la canción que hace meses había dedicado a Joaquín. Quizá era la última vez que lo hacía, porque si me separaban de él ese día, no me quedarían ganas de cantarla después.

Después de todo, sé que Si al final tengo tu amor es una canción que solo cantaría para él, para Joaquín Bondoni. En el momento en que la escribí solo era por decir algo romántico en una melodía pero desde que él llegó le había dado sentido a todos y cada uno de los versos impregnados ahí.

Al salir de la ducha tomé las primeras prendas que encontré, después de todo no saldría hasta en la noche. Por unos segundos me pasó por la cabeza la idea de ir corriendo a hablar con Joaco pero tenía que hacer unos ajustes acerca de mi fiesta de cumpleaños que sería pronto.

JOAQUÍN
Al salir del baño, después de asearme y colocarme la ropa que había elegido me di un tiempo para revisar mi teléfono, pensé entrar a mis redes pero me llevé una sorpresa al notar en las notificaciones el mensaje que Emilio había escrito para mí la noche anterior. Normalmente me escribía deseándome buen día, pero esa vez el mensaje era largo así que opté por abrirlo y leerlo.

After [Emiliaco]Where stories live. Discover now