[E X T R A]

930 122 48
                                    

Termino de colocar la diminuta media amarilla en el pie de Emily, haciendo mimos a su barriguita.

Es muy hermosa.

Beso su frente antes de voltear con los brazos cruzados para ver a Joel, quien se encuentra absorto en el teléfono móvil desde hace varios minutos. Encuentro una pelotita de trapo, que en realidad es de Franco, y la lanzo hacia su cara.

—¡Erick!

—La costumbre —me defiendo—. ¿Con quién te mensajeas tanto? ¿Piensas abandonarme con dos hijos?

—Claro, mi amor —contesta con sarcasmo, guardando el celular dentro del bolsillo de su pantalón. Llega hasta a mí y sujeta mi cintura por debajo de la camiseta sin mangas que llevo—. ¿Celoso después de tantos años?

—Idiota —beso su mejilla para después alejarme.

—Te ves tan tierno cuando arrugas la nariz —canturrea tomando asiento en la cama y poniendo su índice en la manito de nuestra hija.

Abro la boca indignado.

Mi mirada recae en el espejo que está en la esquina del cuarto y en efecto. Tengo la nariz arrugada. ¡Ni siquiera lo había notado o sentido!

—Pero...

Mis quejas son apagadas cuando el grito de un niño de cinco años llega interrumpiendo.

—¡Quiero ir con los abuelos!

Francisco es cargado por su otro padre antes que salte en la cama como acostumbra a hacer. Refunfuñando se mueve entre los brazos de Joel para quedar cerca de su hermanita que lo mira curiosa.

Sonrío con ternura al ver que deposita un besito en su pequeña nariz y luego acaricia su mejilla.

—Papá Er —llama suave—. ¿Qué es eso?

Su dedo apunta las cicatrices que quedaron en ambas muñecas luego de mi fatídico intento de suicidio. Aunque si lo hubiese logrado, no estuviera aquí con mi esposo y mucho menos con mis hijos.

Un poco inquieto muerdo mi labio, rascando detrás de mi cabeza. ¿De qué forma se le explica a un niño que me volví un cobarde?

Miro a Joel para pedir ayuda, pero luce igual a mí.

—Y-Yo... Bueno, es que yo... N-No sé cómo decirlo, yo...

—Francisco, ¿recuerdas esas películas de superhéroes que tanto te gustan ver? —pregunta Joel. Mi hijo asiente con una sonrisa.

—¡Soy muy fuertes y valientes!

Miro a mi esposo confundido.

—Bien. ¿Y recuerdas cómo son sus trajes? ¿Qué cosas llevan?

—¡Capas! ¡Antifaz! —exclama alegre y luego envuelve una de sus muñecas con su manito—. Y... unas cosas que cubren esto.

Joel sonríe.

—Y no crees que papá Erick tal vez... ¿es un superhéroe? —cuestiona con asombro.

Mi pequeño mira a Joel y luego a mí, hace eso por varios segundos.

—¿En serio, papá Er?

Lo único que hago es encogerme de hombros, sintiéndome extraño. Recién estoy dejando que mis brazos se luzcan y por ello a Francisco le resulta confuso ver las marcas que jamás mostré.

—Sí, campeón. Por eso las oculta, pero tú acabas de descubrirlo.

—¿Eso es malo? ¿Te irás?

—No, mi amor —contesto secando mis lágrimas.

—¡Mi papito es valiente! ¡Es un superhéroe!

Sus brazos se alzan ante sus exclamaciones.

No sé si matar a Joel por la mentira o agradecer por no dejar que arruine su infancia por ahora. De todas formas, más adelante tendré que hablar con él y contarle de a pocos la verdad. Merece saberla.

—Los amo mucho —murmuro.

***

Bien. No tenía previsto hacer un extra, pero ya ven. Es super random. No necesita explicaciones, pero con abuelos se refiere a los padres de Christopher. Erick no volvió a mantener contacto con su madre.

Ahora sí. Punto final.

Nos vemos en las otras historias.

Besos❤️

Ganaste un amigo || JoerickWhere stories live. Discover now