[T R E I N T A -Y- D O S]

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—Erick, he traído...

Dejo caer la zapatilla que tengo entre mis manos, sintiéndome como un ladrón que fue sorprendido por la policía.

—Y-Yo...

Coloca las bolsas sobre el escritorio, dando grandes zancadas llega hasta mí, se nota molesto y lo que mejor puedo hacer es volverme pequeñito, como una hormiguita.

—¿Piensas irte?

—Es lo mejor —susurro esquivando su mirada.

Joel no sabe, pero revisé mi celular cuando no estaba y descubrí que mamá había mandado un par de mensajes. Cuando vi el remitente casi salto de la emoción, pero ya nada es felicidad viniendo de ella. Ni siquiera tuve ánimos de responder los mensajes del desconocido, mas bien quité la aplicación.

—Cariño, si es porque me fui, yo... estaba molesto y no quise decir cosas de las cuales me iba a arrepentir más tarde. Erick, me importas mucho.

¿De qué manera le confieso que pusieron una denuncia en su contra?

¿Cómo le explico que no quiero alejarme de él, pero debo hacerlo?

—Solamente te doy problemas, t-tú debes volver y yo te estoy reteniendo aquí.

—No, no. Mis estudios fueron pausados antes de viajar y sobre el trabajo, puedo solucionarlo en unos días —contesta sujetando mi rostro entre sus manos, muerdo mi labio inferior y retengo las lágrimas.

—Joel...

—No es una obligación, realmente quiero estar aquí, contigo.

Te odio mamá.

Odio que engañaras a papá.

Odio que Johann haya entrado a nuestras vidas.

Aborrezco mi propia existencia por culpa de ustedes.

—T-Te... denunciaron —balbuceo, un profundo dolor invade mi pecho y se crea un nudo en mi garganta—. P-Perdóname, Joel. Todo... todo esto es mi culpa.

Envuelve mi cuerpo entre sus brazos, sobando mi espalda y repartiendo besos sobre mi cabeza.

—Nada es tu culpa, cariño.

—Si... Joel, si yo muero ¿estaría bien? ¿Serías feliz? —Pregunto vergonzosamente—. Es una... buena opción.

—¿Puedes dejarte de estupideces?

—No.

Suspira alejándome de su cuerpo.

—Te traje el desayuno —avisa, caminando hacia el baño.

Me invade la tristeza al escuchar su voz apagada.

—¿T-tú?

—No tengo hambre, iré a darme un baño.

Asiento cabizbajo, doy un par de pasos hasta llegar al escritorio. Mi estómago parece haberse encogido, porque a pesar de lo apetitosas que se ven esas tostadas o la malteada de chocolate, solamente me producen nauseas debido al reciente incidente.

Llevo mis manos hacia mi cabeza, suprimiendo un grito ante la rabia que siento. Me quito la zapatilla que alcancé a ponerme y la lanzo hacia cualquier lado de la habitación, así mismo continúo con la chaqueta marrón.

Cojo el celular para después acostarme en la cama. Lo único que se escucha es mi agitada respiración y el ruido del agua.

Yo: Retira la denuncia o no me vuelves a ver jamás.

Yo: A menos que quieras hacerlo dentro de un ataúd.

***

Que pasará, que misterios habrá... (fue inevitable)

Besos.

 

Ganaste un amigo || JoerickKde žijí příběhy. Začni objevovat