Ganaste un amigo || Joerick

[S I E T E]

Acomodo con rapidez mis cosas, el timbre va a sonar en un par de minutos según el reloj del aula.

—Silencio, muchachos. No se olviden de... —es interrumpido por el timbre.

Todos salen corriendo como salvajes, empujando al que está enfrente suyo.

—¡La tarea, jóvenes! ¡La tarea! —exclama en gritos mi maestro.

—¡Sí! —responden los que aún quedan.

Con una sonrisa me voy levantando del incómodo asiento, mis manos están arrugando el papelito que tengo entre ellas.

A pasa lento llego al escritorio de Francisco, doy unos suaves golpes a la madera y voltea a verme, dejando de limpiar así la pizarra.

—Pensé que te habías ido —susurra, con una media sonrisa.

—Yo... quería darte esto —extiendo el pedazo de hoja.

—Gracias por siempre defenderme, eres el mejor. Con amor, Erick —finaliza de leer y rodea el escritorio—. Encantado de estar para ti.

Me termina estrechando entre sus fuertes brazos, apoyo mi rostro en su pecho y suelto un suspiro vago.

—Por eso es mi profesor favorito —bromeo, soltando una leve risita.

—Y tú mi alumno favorito —sigue el hilo—, llegarás muy lejos si sigues así. Nunca dejes de confiar en ti mismo, ¿entendido?

Muevo la cabeza de manera afirmativa, inclino el rostro hacia atrás y me encuentro con su mirada.

¿Qué pasó?

¿Cómo sucedió?

¿Por qué tengo sus labios sobre los míos?

¿Cómo deberían llamarme por seguirle el beso?

Bien, ahora que hablo contigo...

Me termino separando abruptamente, ambos con las respiraciones un poco agitadas, con el rostro colorado y la incomodidad presente.

—Yo... —rasca su mano derecha con nerviosismo— lo siento, no debió pasar.

—Sí, yo también lo siento —murmuro, sujetando los tirantes azules de mi mochila.

Con las mejillas rojas, doy medio vuelta teniendo la intención de salir lo más pronto posible.

—Erick...

—Me tengo que ir, profesor Francisco —hablo sin mirarlo, viendo fijamente el suelo.

Salgo de la institución lo más pronto posible, llegando a un parque me detengo. Tomo asiento en una banca para calmar mi respiración errática.

En menos de un segundo vuelvo a recordarlo.

Acabo de besarme con mi docente. En la escuela. Cualquiera pudo vernos. Él puede ser despedido de por vida, y yo expulsado.

Entierro los codos en mis muslos, escondo el rostro en las palmas de mis manos y bufo con molestia.

Fue mi primer beso.

No sentí absolutamente nada. Ningún fuego artificial o mariposas, como solía escuchar de mis compañeras.

Nada.

Simplemente nada.

Debo reconocer que sus labios son suaves, y el hecho que tengan un tono rosa los hace llamativos. Pero no me transmitieron nada, y por alguna extraña razón me siento tranquilo en ese aspecto.

—¿Tienes hora?

—Para usted no —murmuro a la defensiva, tengo la intención de levantarme, pero envuelve mi muñeca con su mano.

—Colón...

—Fue un error, además no siento nada por usted—con dificultad me suelto de su agarre.

—Podríamos intentarlo —argumenta, parándose y quedando frente a mí.

Tú y yo no pegamos ni con el pegamento más fuerte.

Estar con mi maestro, cuántos problemas me traería aquello. ¡Muchos! Además, no siento nada por él, dudo que él sí lo haga por mí.

¡Apenas fue un beso! ¡Un jodido y fatídico beso!

—Tengo novio, lo siento —miento.

En su rostro se crea una mueca muy notoria, rasca su nuca mientras un leve sonrojo se apodera de sus mejillas.

—Oh, yo... perdona por lo de hace un momento entonces —con frustración arregla su cabello—. Nos vemos después, adiós.

Da media vuelta y camina lejos de mi alcance.

Saco mi celular cuando siento la vibración, sonriendo en el acto.

JP20: Hey, bebé. ¿Cómo te va?

***

Bueh, obviamente sabemos que Erick está solo.

AYER FUE EL CONCIERTO Y SIGO TRISTE PORQUE NO FUI, PERO A LA VEZ ALEGRE PORQUE UNA PERSONITA SUPER LINDA SÍ ASISTIÓ.

En fin, espero les guste el capítulo del día de hoy.

Lxs quierooo♥.

Nos vemos luego :3